La España de Ayuso
El Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid es un órgano público creado para el fomento de la tauromaquia. En otras palabras, un organismo creado por y para la exaltación de la violencia. En términos de los aliados voxeros de Ayuso, un chiringuito. En toda regla. Ayuso ha nombrado ahora a dos nuevos vocales del consejo de administración de dicho Centro: el ex matador de toros José Ortega Cano, conocido también por haberse casado con la más grande y por conducir en estado de embriaguez y llevarse también lo más grande por delante; y a Raquel Sanz, licenciada en periodismo y conocida por ser la viuda del matador de toros Víctor Barrio. Son cargos que no tendrán remuneración, aunque sí la puerta grande para entrar gratis a la plaza de torturas de Las Ventas siempre que quieran, lo que no puede decirse que sea un chollazo, salvo si te va la marcha sangrienta, como a estos nuevos vocales.
La finalidad de Ayuso nombrando a estas dos personas para cualquier cargo es la pura y simple provocación. Y el desvío de atención. Por un lado, ella actúa a golpe de espectáculo porque sabe que es su fórmula más exitosa: ante la osadía extrema, de la naturaleza que sea, la gente suele oscilar entre la perplejidad y la admiración. Cuando Ayuso apareció en Madrid como candidata a la presidencia de la Comunidad, que lo lograse parecía una broma insostenible, pero ella fue viendo el efecto causado por su ignorancia y su insensatez, fue viendo que soltándola cada vez más gorda recibía una mayor ovación, y se creció en el espectáculo e hizo de ello su sello de identidad. Por otro lado, resulta muy conveniente anunciar justo ahora lo del torero y la viuda del torero. Así se diluye lo del hermano de la presidenta, que investigará Anticorrupción y la Fiscalía Europea, y a quien la comisión de investigación del Ayuntamiento no logra localizar para hacerle llegar sus notificaciones de comparecencia. Y se diluye que Ayuso despedirá a 6.000 sanitarios, aunque en Madrid la Atención Primaria está bajo mínimos, las listas de espera en máximos históricos y se hayan dejado la piel cuidándonos durante la pandemia. Y así se diluye que Ayuso haya reactivado la construcción de un colegio concertado en suelo público. Toreros y viudas de toreros para que se diluyan, en fin, los cambios legales conocidos como ley Ómnibus, que Ayuso maniobra para que se aprueben desde su Gobierno; modificarían la ley de Transparencia o el control de la Cámara de Cuentas, que fiscaliza los contratos y gastos del Ejecutivo. Como el matador y la viuda del matador no van recibir retribución conocida, parece que no hay chanchullos tras los tejemanejes de Ayuso.
El Centro de Estudios Taurinos, sin embargo, recibe el 2,31% de la partida de Cultura de las arcas públicas madrileña. En concreto, 3,01 millones de euros para 2022. Desde 2019 venía recibiendo 4,16 millones. Su director, el matador Miguel Abellán, que también fue escogido por Ayuso, se levanta 75.000 euros al año de nuestros impuestos y, según el portal de transparencia del Centro de Asuntos Taurinos, en 2022 ha tenido tres reuniones. Un nivel de actividad laboral que da cuenta del nivel de actividad de tales asuntos, cuya agonía es de celebrar, pero que no impide que se embolse una pasta que se parezca más a una estafa que a una retribución. Una de las tres reuniones del torero Abellán fue con la Fundación Toro de Lidia, un lobby que nació en 2015, haciendo acopio de recursos e influencias políticas para defender la tauromaquia cuando los movimientos en defensa de los animales y en contra de la violencia habían cobrado una fuerza que les preocupó. Tiraron de billetera de ganadero, de bufete de abogados cómplices con esa violencia y de amiguetes del PP. Varios toreros van siendo colocados, como el propio Miguel Abellán y ahora, Ortega Cano, retirado desde 2017 y que dice ser “torero por la gracia de Dios”.
Una de las principales funciones del Centro de Asuntos Taurinos es la difusión y el fomento de la actividad de las escuelas taurinas, donde se enseña a niños y adolescentes a torturar y a matar. Ayuso elige para nuestros menores la cultura de la sangre, el adiestramiento en provocar dolor y muerte. Si para ello tiene que tirar de personajes que producen bochorno, mejor. Así desvía la atención de su hermano, de su familia. Hay mucho meme y mucha broma en tuiter, pues lo de Ortega Cano, unido a lo de la Oficina del Español de Toni Cantó, daría para mucho reír si no fuera por las diversas violencias que conllevan, por la gravedad moral que comporta. Representan el modelo de gobierno, de derecha y de España que propone Ayuso. Y Ayuso ha sido la más ovacionada a su llegada al auditorio donde se ha celebrado el XX Congreso Nacional del PP. Dime qué ovacionas y te diré quién eres.
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