Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Lo que tus hijos ven en el móvil

Dos jóvenes usuarios de teléfonos móviles.

32

Es tremendo lo que nuestros hijos ven en el móvil y en internet. Ya sabes de qué hablo, ¿verdad? Y a edades cada vez más tempranas, pues desde los diez u once años muchos ya tienen móvil, y los que no, lo ven en los de sus amigos. No tienen edad para ello, no están preparados ni educados, y sin embargo lo ven a diario. Cuando nosotros teníamos su edad, nos costaba más acceder a contenidos así, pero ahora no tienen ni que buscarlo: les llega en grupos de WhatsApp y redes sociales, lo encuentran en YouTube buscando cualquier otra cosa, lo comparten sus amigos, incluso hay IAs que los generan y distribuyen. Son contenidos inapropiados, su cerebro no está preparado para procesarlo: muy explícitos, violentos a menudo, excitantes y adictivos, cada vez necesitas más y más duro. El daño puede ser irreversible si no tomamos medidas. Seguramente está relacionado con el aumento del negacionismo de la violencia machista entre los más jóvenes. Prohibirlo no es la solución, porque lo haría más atractivo para ellos; pero sí debería haber alguna asignatura que en los colegios e institutos los eduque frente a este tipo de contenidos, e implicarse más las familias.

¿Qué? ¿El porno? Ah, que creías que estaba hablando de contenidos pornográficos… Qué va. O sí, pero otro tipo de porno: los mensajes ultraderechistas. Vuelve a leer el párrafo anterior, y verás que sin cambiar una coma sirve lo mismo para hablar de vídeos porno que de contenidos ultras, machistas, homófobos y racistas que también consumen nuestros hijos, y que curiosamente les llegan por los mismos canales que toda esa pornografía que tanto nos preocupa últimamente.

No hay semana que no haya noticia sobre porno y menores, así como expertos, gobernantes o familias alertando de las consecuencias y pidiendo que se dificulte el acceso a los menores. Sin embargo no hablamos tanto del otro porno, para el que tampoco están preparados y que a menudo llega en el mismo pack. La noticia esta semana ha sido el grupo de WhatsApp en el que cientos de alumnos de colegios vascos, de 12 y 13 años, recibían fotos y vídeos porno. El porno ocupaba los titulares, y en la mayoría de medios había que leer la noticia entera para descubrir que en esos mismos chats circulaban también mensajes ultras, de tipo homófobo, machista o racista, y hasta apología del franquismo. Pero esto no parece preocupar tanto a expertos, gobernantes y familias como el consumo precoz de porno (que no niego que sea muy preocupante, es otro debate).

Hace un mes hubo un caso similar en Cataluña: los Mossos descubrieron un grupo de WhatsApp con cientos de menores donde se compartían imágenes pornográficas… y mensajes racistas y fotos de Franco, entre otros contenidos.

Luego nos espantamos de que en los institutos haya cada vez más alumnos que presumen sin tapujos de ideología fascista, o de que aumente el negacionismo machista entre ellos. Puestos a elegir entre lo malo y lo peor, casi prefiero que vean porno del de toda la vida, no sé.

Etiquetas
stats