Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
Puigdemont estira la cuerda pero no rompe con Sánchez
El impacto del cambio de régimen en Siria respaldado por EEUU, Israel y Turquía
OPINIÓN | 'Pesimismo y capitalismo', por Enric González

'Ius in bello'

Ataque aéreo israelí en el barrio de Al-Ramal en la ciudad de Gaza.
11 de octubre de 2023 22:16 h

21

Las leyes callan cuando las armas hablan

Cicerón

Bello es una declinación de guerra. Cuidado con las palabras y cuidado con olvidar de dónde venimos y dónde podemos acabar. Las estúpidas refriegas de calado local nos hacen olvidar la necesidad de hacer hincapié en la aplicación de las normas previstas por la humanidad para que nuestra, al parecer, invencible y estúpida beligerancia discurra de formas lo más ajenas a la barbarie posible. De todo lo que acontece, permítanme que yo me quede con el desinterés, la desidia y la falta de conocimiento de la población en general y los políticos de andar por casa del antiguo derecho de la guerra, actualmente conocido como Derecho Internacional Humanitario o Derecho Internacional de los Derechos Humanos que, obviamente, recoge convenios y protocolos que han sido suscritos por Israel y que interpreta también que los grupos armados en conflicto, más los que controlan territorio, están sometidos a su imperativo.

Es una cuestión decisiva que olvidó el primer comisario que en caliente posicionó a la UE, que ha debido ser rectificado por Borrell, y que ha tenido que recalcar Biden, tras mostrar su apoyo a Israel: las normas de la guerra deben respetarse y no hacerlo debe tener consecuencias. Los ignaros parecen creer que el hecho de que te ataque brutal y despiadadamente un grupo considerado terrorista te da derecho a reaccionar brutal y despiadadamente en lo que llaman legítima defensa. Lo que Israel ha planteado hablando de “animales humanos” no constituye ninguna defensa sino una represalia. “El derecho internacional humanitario no se basa en la reciprocidad, es decir, el hecho de que una parte haya violado las leyes del conflicto armado” –como sin duda lo ha hecho el grupo Hamás– “no puede servir de base para que la parte contraria cometa actos ilegales, sea para hacer acatar las leyes o como represalia y castigo” y eso significa que “los atentados a la población civil, personas civiles o bienes civiles como represalia están expresamente prohibidos por el derecho internacional humanitario”. Así lo establecen el artículo 51.6 y 52.1 del Primer Protocolo. Así que no, Netanyahu no puede ordenar impunemente lo que ha ordenado ni la comunidad internacional –del signo político que sea– puede jaleárselo. 

Los grupos armados no estatales también son sujetos del derecho internacional humanitario y también pueden recibir consecuencias individuales o colectivas por sus vulneraciones y crímenes de guerra bien a través de la CPI o de tribunales ad hoc, en comisiones de la verdad, comisiones de investigación de Naciones Unidas u otros mecanismos tendentes a obligarles a resarcir por sus cruentos actos. No, nadie está diciendo que Hamás se vaya de rositas. 

Está prohibido atacar, destruir y sustraer o invalidar los bienes indispensables para la supervivencia de la población civil (artículo 54.2 del Protocolo 7) y debe dejarse libre flujo de la ayuda humanitaria internacional (artículo 18, del Protocolo II). Digo yo que todos los defensores a ultranza del orden y la ley lo estarán también del cumplimiento de esta normativa internacional. ¡Ah, ya, no me digan que ellos no creen en estas cosas ni en la ONU ni en nada que no sea la ley del Talión! No es tolerable.

Afortunadamente la UE ha alterado esa posición así como la que pretendía dejar al pueblo palestino sin ningún tipo de ayuda, lo cual no sólo era inhumano sino que dejaba abiertas las puertas a que fueran Arabia Saudi, Qatar u otros estados árabes los que cubrieran ese hueco aumentando su influencia en la zona. 

Espero oír hablar en breve de corredores humanitarios o de fuerzas de interposición o de cualquier cosa que permita atenuar el sufrimiento del pueblo palestino civil que, además, está prisionero en una franja de la que no puede salir. Esa diferencia básica y sustancial entre Hamás y el pueblo palestino, entre Hamás y la Autoridad Palestina, aliada de la UE, debe sustituir a la furia cateta y paleta de los ignaros que consideran que un conflicto internacional que altera la geopolítica de toda una zona crucial es equiparable a un partido de zascas interno en el que se dirime una lucha entre gobierno y oposición o entre ideologías internas. Ojo que en Francia y Gran Bretaña está sucediendo lo mismo. Espero que Naciones Unidas entre en este asunto inmediatamente y espero que las democracias occidentales sean capaces de sostener su autoridad que desde sectores iliberales es permanentemente socavada. Les interesa. Recuerden que si Franco logró ganar la guerra fue por la negativa persistente de la Sociedad de Naciones y el grupo de Londres a asumir que Italia y Alemania estaban vulnerando los acuerdos internacionales prestándole su apoyo. Miraron para otro lado y pasó lo que pasó. 

Los ignaros olvidan que si metes las narices en el detalle hasta que te salpique la sangre, dejas de ver y de poder comprender, para pasar a estar ciegamente guiado incluso por la propaganda que actualmente, parece absurdo tener que decirlo, se realiza no en la radio o con pasquines sino en las redes sociales. En ese claro sentido escribió ayer una carta el comisario Thierry Breton a Elon Musk, explicándole su obligación de moderar los contenidos ilegales que se están difundiendo en su red sobre este conflicto y amenazándole con una multa de hasta el 6% de su facturación. El chulo de X le ha contestado sacudiéndoselo de encima, pero esta es otra batalla en la que la razón asiste a la Unión y las normas deben ser respetadas hasta por los sociópatas multimillonarios. 

Cuando el ruido se calme, porque bajen las audiencias o porque pase otra cosa o porque los ignaros se cansen y pasen a entretenerse con otra cosa, y la muerte y la destrucción sigan, esta cruenta manifestación de la incapacidad de convivencia no puede ser olvidada. Los mecanismos internacionales para conseguir una pacificación en la zona y posteriormente algún tipo de salida justa que no pase por la injusticia radical con todo un pueblo deben intentarse. Fue una de las cosas que Netanyahu borró con su radicalidad, la posibilidad siquiera de seguir buscando alguna salida medianamente justa. 

Ius in bello. Hasta en lo más profundo de la guerra más injusta el hombre ha intentado poner el freno del derecho para cambiar la visceralidad por la racionalidad y proteger a los más débiles que siempre son los civiles. Ustedes y yo somos civiles, los ignaros de las redes y los ultras más inflamados, son civiles. ¿No creen que nuestra pasión debe estar, sobre todo, en la defensa de los medios existentes para protegerlos? 

Etiquetas
stats