Nogueras se pasa de la raya
La oposición es el arte de estar en contra tan hábilmente que, luego, se pueda estar a favor
Cuando no sabes estar, te pasas de la raya. Sucede en cualquier ámbito. Me contaban que el otro día, en uno de estos festejos de empresa en los que algunas gentes olvidan que siguen trabajando, un empleado novato se acercó con decisión al pulcro y estirado CEO de su empresa. No tuvo ni que pedirle a un compañero que le sujetara el cubata, se plantó ante el jefe supremo y se auto presentó con lo que le pareció una fórmula graciosa: “Me han dicho que eres el masca...”. El rostro del ejecutivo fue puro helor y aun así el metepatas lo achacó a la falta de empatía del jefazo, intentado explicar después que “el masca” es el preso que se ha hecho jefe del patio. En mis tiempos “el masca” era la abreviatura de “el más cabrón”. En cualquiera de los dos casos, no parece que estuviera dentro de los usos laborales o de la más simple educación dirigirse así a un superior desconocido en una celebración empresarial. Si se ponen a pensar, les vendrán a la mente cientos de torpezas parecidas.
El Congreso de los Diputados ni siquiera es una fiesta; el Congreso es un templo, por mucho que sus oficiantes vengan olvidándolo desde hace una década. Más allá de la tensión y los exabruptos de otras veces, en el primer debate sobre la amnistía la portavoz de Junts, Miriam Nogueras, se hizo un “masca” democrático y cruzó de forma consciente, inasumible y brutal todas las líneas, al llamar “personajes indecentes”, con nombres y apellidos, a jueces para los que a continuación pidió el cese y un juicio. Dejemos aparte la pequeña cuestión de que los jueces no pueden ser cesados en un estado democrático porque son inamovibles, aunque puede que en el que ella propugna así lo deseen: un dedazo político y los jueces a los leones. Puede que la diputada juntaire me leyera el otro día cuando pedía que no se denostara al Poder Judicial en bloque sino que se criticara con nombres y apellidos y pruebas a los individuos concretos que lo hicieran mal. Si lo hizo, no comprendió el alcance de mis palabras ni entendió la diferencia entre mi papel y el suyo y entre una columna de diario y el ambón democrático.
Es primordial diferenciar lo que se puede decir, quién lo puede decir y dónde se puede decir. No se puede acusar a personas concretas en un Parlamento de cometer delitos; no se puede pedir para ellos una purga ajena a lo estrictamente marcado por la ley. En la vida hay que tener la habilidad suficiente para decir las cosas sin pisar las rayas marcadas y, siendo práctico, sin meterte en líos gordos. La de Junts lo ha hecho y, sin pretenderlo, le ha dado argumentos a la carrera judicial que se va a ver cargada de razón en sus quejas por la inclusión del lawfare, relacionado en una frase imposible con comisiones parlamentarias, en un documento político firmado por el partido en el Gobierno.
Tocándoles las gónadas de esta manera le crea un problema al PSOE, eso es evidente viendo los equilibrios que se va a ver obligado a hacer Bolaños, pero no se lo crea menos a los miembros de su partido que esperan la amnistía. Por varias cosas, no sólo porque los que tienen que aplicarla se reboten, que cumplir la ley la cumplirán, sino porque en cualquier organismo europeo esa intervención es oro molido para los que se muestran contrarios al pacto y a la amnistía. En Europa nadie va a aplaudir que un parlamentario mente a magistrados concretos, por casos concretos, y no sólo los acuse de prevaricar sino que pida que sean purgados. A ver, Miriam, querida, me tienes que leer más. Primero para ser más sutil y no pisar las líneas rojas y segundo, mujer, porque puesta a hacer el desaguisado me parece que te has dejado a García-Castellón.
Fíjense que las reacciones tanto del CGPJ como del Supremo y las asociaciones me han parecido comedidas y eso me hace pensar en que siendo el tema tan grave, van a sopesar y a estudiar muy bien la situación. No lo harán en caliente. El ambiente ayer en ambas instituciones era pésimo y de pocas palabras, lo que induce a creer que no se quedarán quietos. Guilarte ha ofrecido ya el amparo a cualquiera de los mencionados u otros que lo soliciten y eso es un cerrar de filas. Llevan razón. Si un magistrado no hace bien su trabajo, no hay que pregonarlo e insultarlo desde otro poder del Estado, lo que hay que hacer es usar los mecanismos del sistema –régimen disciplinario, vía penal o vía civil– para que sea investigado y en su caso sancionado o condenado. ¿Lo ha hecho Junts? Que yo sepa no. Pues si no has tomado ninguna medida, sintiéndote tratado injustamente por un juez ¿a qué viene señalarlo en el Congreso? Lo del cerrar filas de Turull diciendo que “si no querían polvo, no haber ido a la era”, sólo demuestra el curso que están tomando las cosas. Un socio con este nivel de agresividad parlamentaria y con esa falta de límites hace correr riesgos al propio Sánchez, porque si siguen así pueden arrastrarlo a un punto en el que ya no se pueda poner de perfil.
No fue la única que se pasó en esa sesión parlamentaria, tampoco Francina Armengol estuvo a la altura. Primero, por no apercibirla. Segundo, por no ordenar retirar sus manifestaciones del libro de sesiones. Mira que no me gusta nada esa patochada de “borrar” pero si te lanzas a ella desde el principio, si haces quitar una frase de Abascal que se refiere a tu jefe de filas –“Junto a millones de españoles, acuso al señor Pedro Sánchez de tratar de subvertir el orden constitucional y de preparar un golpe en connivencia con las minorías separatistas”–, no puedes permitir a otro parlamentario acusar a unos jueces de ser unos indecentes que han cometido delitos. Ya de paso, tampoco a unos periodistas concretos. Creo que vamos a acabar echando mucho de menos a Batet. Y, yendo más allá, los propios ministros o portavoces de los grupos de gobierno podrían haber intervenido para afearle la conducta a la señora portavoz de los siete votos. ¿No lo hubieran hecho en otro caso?
No sé qué pretende Junts, que ha conseguido todo lo que pidió, asumiendo esta actitud bronca y chulesca. Creo que aunque hayan salido a arropar a Nogueras no son uno ni dos a su alrededor los que saben que esa deriva no les hará ningún bien e incluso les habrán recomendado que bajen el pistón si no quieren terminar derrapando. Para el Gobierno la situación es terriblemente incómoda: no quieren incomodarlos pero ven cómo le están dando armas a la oposición e institucionalmente están obligados, como lo ha hecho Bolaños, a respaldar al Poder Judicial. Va a ser difícil todo esto, como lo ha sido en el Parlamento Europeo donde, si me apuran, se ha debatido más sobre la ley de amnistía que en el propio Congreso nacional.
Hay que saber estar en todas partes pero en algunas, más. En democracia las formas están diseñadas para preservar el fondo, ese es el significado de la tan cacareada frase. Vulnerar las formas es ya vulnerar el fondo. Nogueras ni siquiera se ha cortado, ha ido a masacrar el fondo de la separación de poderes y de la independencia judicial a capón. Se ha pasado de la raya y no creo que sin consecuencias.
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