Contra la pobreza extrema
El Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza se celebra este año con datos de desnutrición mundial inaceptablemente altos. En el mundo 1.400 millones de personas sufren pobreza extrema. El número de personas subnutridas en el período 2010-2012 se sitúa en los 870 millones, es decir, una de cada ocho personas no come lo suficiente a diario. Además, el fenómeno de la pobreza y el hambre se distribuyen en el mundo de manera desigual, sólo 20 países acumulan el 80% de niños desnutridos.
La seguridad alimentaria es una de las prioridades principales de la Unión Europea para erradicar la pobreza y cumplir así con el Objetivo del Milenio de reducir a la mitad el número de personas que pasa hambre en el mundo. El Parlamento Europeo ha enviado esta semana una delegación que presido a la reunión del Comité de Seguridad Alimentaria de la FAO.
En la UE apostamos por el impulso a la agricultura de los pequeños productores. Se espera que en 2050 el aumento de la población haga que la demanda de productos agrícolas crezca un 70%, por lo que las áreas rurales más pobres necesitan un impulso urgente y económicamente sostenible. Mientras la Unión Europea intenta mantener la ayuda al desarrollo a pesar de los tiempos difíciles, España pierde la buena posición que había ganado en los últimos años en el apoyo a los países en desarrollo y recorta 157,99 millones de euros en políticas de cooperación para los próximos Presupuestos Generales.
Además, la pobreza no es sólo un problema en los países en desarrollo, la crisis que azota a la Unión Europea ha hecho que este fenómeno crezca en los Estados miembros, algo que creían tener resuelto hace años. En España los servicios sociales están desbordados. Según publicó el INE el pasado mes de julio uno de cada cuatro españoles se encuentra en riesgo de pobreza y 1.737.600 hogares tienen a todos sus miembros en paro, un 27% más que hace un año.
En ese mismo mes, se anunciaba a bombo y platillo que cerca de dos millones de personas sin recursos recibirían 67 millones de kilos de alimentos básicos gracias al Plan de Ayuda Alimentaria a los más necesitados de la Unión Europea para 2012. En concreto, este año España ha recibido 80,4 millones de euros de la Comisión Europea.
Los encargados de la distribución y almacenamiento de los alimentos son Cruz Roja Española y la Federación Española del Banco de Alimentos (FESBAL), que a su vez colaboran con 8.500 entidades benéficas para hacer llegar los alimentos a las personas necesitadas. Las cantidades de comida se reparten por igual entre las dos instituciones, para las que este aporte significa el 54% del total que maneja FESBAL, y casi el 100% en el caso de Cruz Roja.
Si el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, se siente orgulloso de necesitar un total de 3.370 camiones de 20.000 kilos para distribuir los alimentos, además de los 17,6 millones de kilos de leche, tenemos un problema.
Un problema que no se ha solucionado sino que se ha visto agravado. Se ha pedido a la Unión Europea una partida de 500 millones de euros para financiar en 2013 el programa de distribución gratuita de alimentos, de los que 85,6 millones serán para España
La situación económica del país no mejora, y para mayor preocupación éste es el último año de este programa por las reticencias de países como Alemania, que no ve con buenos ojos destinar fondos agrícolas a una iniciativa que consideran social. Este hecho refleja que el Gobierno español sigue su dinámica, dejar que el Parlamento alemán decida sobre nuestra economía y que también decida sobre nuestros alimentos.
Por ello pido al Partido Popular que batalle e impulse un pacto económico apoyado por todas las fuerzas políticas españolas, tanto para sacar la economía española de la recesión como para asegurar que en el próximo marco financiero de la UE, este tipo de proyectos sigan adelante. Precisamente es un marco financiero fuerte para el 2014-2020 es lo que los Socialistas en el Parlamento Europeo estamos claramente impulsando. Ya ha quedado patente que los recortes generan pobreza.
La situación ha cambiado, ya no hablamos de hambruna en nuestros países vecinos - o mal llamados tercer mundo-, ahora también, y cada vez más fuerte, se escucha la llamada del hambre en nuestros barrios. La reunión de la FAO estos días va a tener una declaración contundente, para acelerar la reducción del hambre. El crecimiento económico no se conseguirá con austeridad o recortes, sino con el impulso de medidas económicas de crecimiento, con un acceso equitativo a los recursos, con el aumento del poder de las mujeres y la implementación de un sistema de protección social universal. Ahora les toca a los dirigentes de nuestro país recapacitar, retroceder y ver que se están equivocando, lo dice la UE, lo dice la FAO, lo dicen los españoles.
*Ricardo Cortés Lastra es eurodiputado socialista