Rajoy calla mientras Europa duda y se empobrece
Ayer en Televisión española dijo tan poco y ocultó tanto que hoy los medios extranjeros hacen interpretaciones disparatadamente distintas de lo que quiso decir. Para The Guardian, “Rajoy se contuvo sobre cuales serán los términos del rescate”. La edición online de la BBC dice que “Rajoy rechaza las condiciones del rescate”, mientras que el derechista diario alemán Die Welt entiende que “Rajoy prohíbe cualquier interferencia de la Unión Europea en España”. Pero lo más sugerente es lo que publica el New York Times. El artículo se titula “Los problemas políticos internos impiden que España tome una postura clara para salir de su crisis de deuda”y dice “Los críticos advierten que si España espera demasiado corre el riesgo de reavivar los temores de los inversores que a principios de este verano elevaron los tipos de interés a niveles insostenibles”.
No se puede descartar que eso ocurra. Porque está cada vez más claro que lo prioritario para Rajoy es ganar tiempo y pedir el rescate después de las elecciones gallegas. Pero si el New York Times acierta ese juego estrictamente partidista podría terminar en desastre para España. Además, el clima que se ha ido creando en Europa tras el anuncio de Mario Draghi de que el BCE está dispuesto a comprar sin límites deuda pública de los países en dificultades no hace pensar que los inversores, o los especuladores, estén más tranquilos que hace una semana.
Entre otras cosas, porque nadie sabe lo que va a decidir el Tribunal Constitucional germano en torno a las demandas de inconstitucionalidad que en él se han presentado sobre la participación de Alemania en el Mecanismo Europeo de Solidaridad. Que son nada menos que 37.000. De ciudadanos a título individual y de numerosas y destacadas personalidades del mundo académico y político de todos los colores. Una encuesta de Yougov acaba de asegurar que el 54 % de los alemanes tiene la esperanza de que el tribunal sentencie la inconstitucionalidad.
Sólo el ministro de economía Wolfgang Schauble se ha atrevido a hacer un pronóstico: él cree que la sentencia, que se conocerá mañana, no será desfavorable a la iniciativa de su gobierno. Ni la prensa alemana ni la europea se han pronunciado, aunque unos cuantos analistas han expresado su impresión de que la sentencia no será totalmente negativa, aunque introducirá algunas cortapisas que complicarán las cosas y retrasarán los procedimientos lo cual, en todo caso, no tranquilizará precisamente a los inversores que, hoy más que nunca, exigen prontitud y claridad. El Frankfurter Allgemeine Zeitung, y no ha sido el único, ha subrayado lo que está en juego: “Karlsruhe [la ciudad en la que tiene su sede del Tribunal] tiene la última palabra sobre el rescate del euro y mañana dirá si el MES y el pacto fiscal europeo pueden entrar en vigor”.
Otra incógnita que presiona mucho es la de cual será la política europea, y en concreto la relativa a las ayudas a los países con problemas, que aplicará el Gobierno holandés que también mañana saldrá de las urnas. Porque si el partido liberal (de centro-derecha) y el partido socialdemócrata (de centro-izquierda) no consiguen los escaños suficientes para gobernar juntos, tendrán que pedir el apoyo o de la ultraderecha o de los socialistas radicales, que conjuntamente suman un tercio de los votos y que están en contra de los recortes que implica la política de solidaridad europea y de austeridad. Holanda, un país pequeño pero económicamente importante, ha sido un fiel aliado de Angela Merkel en esa línea. Contestada cada vez con más fuerza en su casa, la canciller podría verse en serios problemas si ahora también Holanda le pusiera pegas.
Mientras todo eso ocurre en las alturas, en la prensa europea también hay sitio, aunque es bastante más pequeño que el que se dedica a lo anterior, para los dramáticos problemas que la crisis y las políticas europeas están provocando a la gente. Estos son algunos de los titulares al respecto: en Francia, el diario digital Mediapart publica un informe del Instituto Nacional de estadística francés “que sugiere que en 2013 el número de pobres en Francia debería superar la barrera de los 10 millones y el de los parados la de los 5 millones”. “La situación del mercado laboral italiano es catastrófica”, dice Der Spiegel. 1,5 millones de puestos de trabajo han desaparecido en los últimos 5 años y el 35 % de los italianos de menos de 24 años no tiene empleo“. ”Y la situación empeora, el PIB está cayendo un 2,6 %“, añade La Repubblica.
“A finales de este año el nivel de vida de la población griega será un 50 % inferior al de 2008. Empieza a existir el riesgo de un régimen autoritario”, dice también Mediapart. Y, para terminar, tres notas sobre Portugal. El semanario Expresso denuncia que “son cada vez más los desesperados portugueses que se ofrecen por Internet a trabajar únicamente a cambio de comida”. Y Publico dice que los enfermos de las zonas rurales del país viven una situación “africana” debido a los recortes en los gastos en ambulancias. “En febrero murieron un 10 % más de personas que en el mismo mes de 2011. Buena parte de ellas tenían más de 75 años”.