Estoy de acuerdo totalmente. De hecho, hace años que no voy al cine porque no soporto tener que estar aguantando el olor y el ruido que producen mis vecinos de butaca al comer palomitas. Me parece una muestra de “monismo” total. ¿Es que no somos capaces de prestar atención a una película sin tener el chupete en la boca? Esta sociedad está infantilizada total.