La derechita valiente se viene arriba

Vox es un lastre para el Partido Popular. Si bien la realidad viene a demostrar que el PP se siente aislado frente al resto de partidos del Congreso y sólo Vox es su asidero para poder gobernar opino que los de Abascal les acarrea más perjuicios que beneficios a los de Núñez Feijóo. Al propio PP de Galicia no le hace falta Vox para ostentar el gobierno autónomo. De hecho lleva gobernando allí desde 1990 casi ininterrumpidamente. En cambio Vox obtuvo apenas un dos por ciento en las últimas elecciones al parlamento de Galicia. 

En Andalucía, tras el lastre que supuso (siempre desde mi opinión, claro está) el tener que contar con los votos de Vox para alcanzar el gobierno de la Junta, el PP ganó con mayoría absoluta y en la actualidad Vox ni pincha ni corta en las decisiones del ejecutivo de Moreno Bonilla.

La salida de Vox de los cogobiernos autónomos con el PP por mor de la aceptación de acoger a menores extranjeros en aquellas Comunidades Autónomas dónde gobiernan juntos creo que va a beneficiar al PP y perjudicar a Vox. En toda Europa, los demócratas (derecha e izquierda) aíslan a los nietos de los fascistas y tratan de impedirles el paso al gobierno de las instituciones.

Sólo una mínima parte de los españoles entienden que Abascal haya decidido, cuál líder absoluto, romper sus relaciones con el PP por acoger a unos menores emigrantes. Tampoco lo han entendido dos consejeros de Vox que han permanecido en sus puestos de gobierno de Extremadura y Castilla León, desobedeciendo las órdenes del mandamás. De hecho, se ha producido malestar en muchos cargos públicos de Vox arrastrados por la ruptura, no sólo en los políticos, sino también entre los asesores y equipos técnicos. A nadie le gusta que le manden al paro.

Desde que empezara la invasión rusa de Ucrania más de doscientos mil ucranianos han sido acogidos en nuestro país. Resulta que acoger a unos seis mil menores extranjeros son ahora un gran problema para la ultraderecha. Un partido, Vox, que no alzó la voz por acoger a ciudadanos ucranianos porque sabía que la opinión pública española no entendería su postura. A pesar de que Vladimir Putin, el presidente ruso, sea coleguilla de Abascal, Vox permaneció mutis cuando desde el Consejo Europeo se aprobó la acogida de ciudadanos ucranianos desde el comienzo de la guerra. 

Gran favor le ha hecho Abascal a Feijóo. El dios tiempo dirá.

El PP se ha encontrado con una oportunidad, que no esperaba, para centrarse.