Denuncian prisión “arbitraria” en Brasil de un miembro del grupo del turco Gülen

El movimiento Hizmet, creado por el clérigo turco Fethullah Gülen, denunció este jueves la prisión “arbitraria” de Ali Sipahi, un empresario de 31 años y que fue detenido por las autoridades brasileñas a comienzos de abril después de que el Gobierno de Turquía solicitara su extradición.

Sipahi, dueño de un restaurante en Sao Paulo y naturalizado brasileño, fue detenido bajo la acusación de “apoyar e integrar el terrorismo”, ya que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, califica así el movimiento fundado por Gülen, explicó a Efe el portavoz de la comunidad Hizmet en Brasil, Kamil Ergin.

“Los intentos del Gobierno turco de relacionar los trabajos de esa comunidad con el terrorismo es una evidencia clara de lo equivocada que está la interpretación de democracia del Gobierno turco”, dijo el portavoz.

Los abogados de defensa de Sipahi entraron con un recurso de “habeas corpus” para que el empresario pudiera esperar en libertad hasta que la Corte Suprema de Brasil juzgara la solicitud de extradición -proceso que puede alargarse durante meses-, pero la Justicia negó la demanda.

Ergin señaló que la prisión del empresario generó temor entre los migrantes turcos, pues muchos consideran que el pedido de extradición forma parte de una “campaña de persecución” de Ankara contra los opositores de Erdogan.

“Desde 2016, más de 100.000 personas fueron detenidas en Turquía y todas las entidades de nuestra comunidad (alrededor de 2.300) fueron cerradas. Se trata de una verdadera caza de brujas”, recalcó el portavoz.

Recordó además que, pese a que el Gobierno de Erdogan clasifique al movimiento de oposición Hizmet como terrorista, “ningún país del mundo y ni siquiera la ONU aceptan esa denominación”.

“El presidente Erdogan es un político que utiliza todos los recursos del Estado para combatir los valores fundamentales de la democracia y no tolera quien disiente de él”, sostuvo Ergin.

Asimismo, consideró que existen “motivos políticos” por detrás del pedido de extradición de Sipahi, aunque confía en que Brasil “no consentirá” una solicitud de un “país no necesariamente democrático”.

“En Turquía, no hay juicios imparciales, no hay una democracia funcionando (...) Y ahora persiguen a quienes lograron huir de las detenciones arbitrarias, de las torturas”, recalcó el portavoz.

La embajada de Turquía en Brasil no comentó el caso de Sipahi por tratarse de un proceso en desarrollo, pero expresó en una nota que “Fetullah Gülen es el líder de una organización secreta, altamente jerárquica y antidemocrática” que, según la institución, “intentó el más violento ataque terrorista de la historia turca”, la noche del 15 de julio de 2016.

Gülen, quien hoy vive exiliado en los Estados Unidos, solía ser un aliado del presidente turco, pero pasó a ser considerado un enemigo del Estado turco después de que fuera acusado de planificar un intento frustrado de golpe contra el Gobierno.

El predicador islamista ha rechazado desde entonces las acusaciones y garantizado en repetidas ocasiones que su movimiento, Hizmet, no aspira a llegar al poder y que siempre se ha opuesto a la intervención de los militares en la vida política del país.