La alarma que produjeron los atentados yihadistas de París queda diluida en los programas electorales
El tamaño de la alarma suscitada por los atentados yihadistas de París no ha tenido un reflejo equivalente en los programas electorales de los principales partidos, a pesar de que pudo parecer que la ofensiva terrorista podría marcar la campaña electoral. Los apartados dedicados al combate del terrorismo internacional apenas aportan novedades en comparación con los de comicios anteriores, están plagados de verbos en infinitivo que no se acompañan de cifras y coinciden en varios casos en los mantras de aumento de plantillas en las unidades antiterroristas y el valor de la coordinación entre cuerpos.
El PSOE propone “incrementar los efectivos” dedicados a la lucha contra el terrorismo yihadista y el Partido Popular “impulsar un programa específico para potenciar el personal y los medios tecnológicos” de los Servicios de Información. Ninguno de los dos ofrece una cifra de nuevos agentes.
En cuanto a la coordinación hay alusiones de casi todos los partidos. Los socialistas insisten en las medidas que pusieron en práctica durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y que el PP ha tumbado. Por ejemplo, el mando único para Policía y Guardia Civil que, de 2006 a 2012 se tradujo en un solo director general para ambos cuerpos, lo que reabriría el debate de las competencias entre esa figura y la del secretario de Estado de Seguridad.
Esta vez, el PSOE suma la creación de “unidades centrales conjuntas de coordinación”. En los delitos graves, como el terrorismo, las Fuerzas de Seguridad disponen de unos servicios centrales, con base en Madrid. En el caso de la Policía, se trata de la Comisaría General de Información y en el de Guardia Civil, del Servicio de Información. El programa del PSOE no aclara si se fusionarían o si se crearía una tercera estructura para coordinar a las dos anteriores.
Podemos también habla de coordinación, para lo cual propone unificar las bases de datos de Policía y Guardia Civil. Algunas, sin embargo, ya lo están, como el archivo de perfiles de ADN. Ciudadanos habla de una única base de datos “actualizada y gestionada por un único administrador responsable”.
En el capítulo de recuperación de iniciativas por parte del PSOE está el Centro Nacional de Coordinación Antiterrorista (CNCA). Este organismo surgió del análisis de los graves errores policiales que precedieron al 11-M, en parte por el empeño de las Fuerzas de Seguridad de trabajar unas de espaldas a las otras. En el CNCA estaban representados Policía, Guardia Civil y CNI. Pronto se dotó de una herramienta informática que permite detectar cuando más de un cuerpo está trabajando sobre un mismo teléfono móvil, una matrícula o un individuo.
Con el Gobierno del PP, el CNCA fue aparcado progresivamente hasta que se decidio fusionarlo con su homólogo, el Centro de Inteligencia contra el Crimen Organizado (CICO), y crear un solo organismo con la tesis de que ambos fenómenos delictivos interactúan.
Y otra declaración de intenciones en el programa socialista: “Deberemos primar los elementos de coordinación y colaboración entre policía y guardia civil y entre éstas y el resto de policías del Estado. No podemos desaprovechar un caudal tan ingente de recursos e información como se hace actualmente, y ello deberá hacerse manteniendo las competencias de cada cuerpo sin que quepa la competencia entre ellas”.
El actual Ejecutivo puso en marcha un plan contra la radicalización tras el atentado de hace once meses contra la revista Charlie Hebdo. Su concreción se ha producido días antes de las elecciones, materializada en la web www.stop-radicalismos.es. La idea procede de la Estrategia Nacional contra la Radicalización que diseñó el Gobierno socialista en 2010. Ahora, el PP, propone impulsar su “pleno desarrollo, trabajando en diferentes ámbitos y priorizando el área formativa-educativa y la sensibilización social”.
El PSOE, por su parte, habla de “restablecer instrumentos jurídicos, policiales, educativos y sociales capaces de prevenir la actuación delictiva y combatirla con eficacia para proteger a la ciudadanía y preservar la tranquilidad social”.
En el ámbito internacional
Izquierda Unida no hace alusión al trabajo de las Fuerzas de Seguridad y apuesta por “luchar contra el terrorismo desde sus causas y con el derecho internacional”. “Contra el terrorismo no hay atajos y no puede servir de excusa para retroceder en derechos a cambio de seguridad”, añade la formación de Alberto Garzón. UPyD promete impulsar un convenio global contra el terrorismo en el ámbito de Naciones Unidas.
En el capítulo de víctimas, el PP creará una sede en Madrid del Centro Memorial de Víctimas del Terrorismo que ya existe en Euskadi. El de la capital de España estará dedicado al reconocimiento de las víctimas del terrorismo yihadista, “como el más valioso intyrumento de prevención de la radicalización”.