Ciudadanos intensifica la presión sobre Rajoy y desliza otros nombres del PP con los que pactaría tras el 26J
Queda apenas una semana para el 26J y en Ciudadanos empiezan a temer que vuelva a producirse el mismo bloqueo que hubo tras las elecciones del 20D en el que los “vetos” de unos partidos a otros impidieron la formación de un Gobierno.
La realidad es que la situación vuelve a estar muy abierta ya que, según todas las encuestas, el panorama político no alumbrará mayorías claras. Y aunque el PP será la fuerza más votada, pudiendo lograr incluso más escaños, todo apunta a que Rajoy volverá a encontrarse sin apoyos en el Congreso si todos los candidatos cumplen su palabra, algo que está por ver.
Rivera ya ha aclarado que no apoyará ni se abstendrá en una hipotética investidura de Mariano Rajoy, al que identifica con la corrupción de su partido. El líder de Ciudadanos insiste una y otra vez en que el líder del PP no puede ser el que presida una nueva etapa, por lo que le pide que impulse una regeneración en su partido.
En sus últimas intervenciones, como la de este viernes en el Foro de El Mundo, el candidato naranja ha dejado claro que “los votos de Ciudadanos no van a apoyar a quien pactó con Bárcenas”, y ha vuelto a pedir al líder del PP que no cometa la “irresponsabilidad profunda” de bloquear España.
La solución posible, ha vuelto a insinuar, sería que Rajoy diera un paso atrás tras el 26J y planteara ante el rey un candidato de consenso de su propio partido “libre de corrupción” para facilitar el apoyo de Ciudadanos a un nuevo Gobierno. Rivera ha deslizado el mensaje de que entre los populares hay “valientes” que quieren regenerar el partido y que “cambien las cosas”. Aunque el líder naranja se cuida siempre mucho de dar nombres concretos, en esta ocasión ha dejado caer el de Cristina Cifuentes, a cuyo gobierno Ciudadanos apoya en Madrid.
Horas más tarde, su portavoz parlamentario, Juan Carlos Girauta, ampliaba ese veto de Rivera a Rajoy también a la número dos del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, así como a otros miembros del equipo de líder conservador, como la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal.
Sin embargo, ese escenario de posible retirada del líder conservador es toda una quimera ya que si el aún presidente del Gobierno en funciones logra mantener el mismo apoyo, o incluso superar los escaños del 20D, a ojos de su partido estará más que legitimada su continuidad.
Sea como sea, en Ciudadanos están convencidos de que ellos van dar la vuelta a aquellas encuestas –incluso internas- que hasta ahora les pronostican un estancamiento o una perdida de entre tres y cuatro escaños. El punto de inflexión fue el debate a cuatro del que Albert Rivera salió más que contento.
Ese día, sus dardos fueron dirigidos contra Mariano Rajoy y la corrupción, con ataques directos a los casos que están minando la credibilidad del PP o que afectan directamente al propio líder del PP, como el cobro en negro de dinero en los sobres que repartía Luis Bárcenas, o el sms que le envió a su extesorero tras descubrirse sus cuentas en Suiza. Rivera midió muy bien el alcance de sus ataques. “Hay que decir las cosas con educación, sin necesidad de insultar ni llamar a nadie indecente. Pero diciendo la verdad”, afirmó después.
Tras el debate, Rivera ha decidido lanzar también la caña en el caladero del PSOE ante la debilidad en la que se encuentra su candidato, Pedro Sánchez, con el que asegura que no hubo “pacto de no agresión” aquel día.
A Sánchez ya le ha pedido que aclare si quiere ser un partido “socialdemócrata europeo” o uno que apoye al “populismo” al que relaciona con Podemos. Rivera dice que ve “con preocupación” el respaldo que han dado los socialistas a los gobiernos de Manuela Carmena, en Madrid, y al de Ada Colau, en Barcelona.