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La coalición de Gobierno sigue encallada en la reforma laboral a las puertas de la reunión con patronal y sindicatos

Yolanda Díaz, durante una sesión de control en el Congreso ante Pedro Sánchez y Nadia Calviño.

Laura Galaup / Irene Castro / Laura Olías

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El Gobierno sigue encallado con la reforma laboral. A menos de 12 horas de que se produzca una nueva reunión técnica del diálogo social, PSOE y Unidas Podemos no han llegado a un acuerdo sobre quién asiste al encuentro –más allá de los representantes del Ministerio de Trabajo, que llevan meses sentados con sindicatos y patronal– y el conflicto amenaza con enquistarse. Mientras Moncloa daba señales de que el problema se iba a resolver en cuestión de horas, tras clarificar que el liderazgo de la negociación lo tiene el Ministerio de Trabajo y que el resto de departamentos, incluido Economía, participarían en segundo plano, la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, echaba un jarro de agua fría

“El debate que existe en el seno del Gobierno no es sobre metodología”, ha afirmado Díaz desde Roma un par de horas después de que la portavoz, Isabel Rodríguez, asegurara que esa había sido la discrepancia y que los socios están “alineados en los contenidos”. “He de decirles que pensaba que el debate sobre el alcance de la reforma laboral ya estaba cerrado”, ha añadido Díaz, que ha asegurado que ha instado “a un debate sobre los contenidos de la reforma laboral”. 

Las palabras de Díaz han sorprendido en Moncloa, donde daban por hecho que, una vez solventado el “problema” en cuanto al “liderazgo” de la negociación, la crisis interna quedaba resuelta. “No hay problema de contenidos sino de metodología. Una vez que clarificamos quién asume el liderazgo en la materia, de repente se abre el debate sobre los contenidos”, señalan fuentes gubernamentales, que veían el terreno allanado con algunos de los interlocutores de Podemos con los que los socialistas se reunieron el lunes por la tarde sin alcanzar entonces un acuerdo. 

Ya entonces Unidas Podemos se refirió a la falta de “consenso” dentro del Gobierno para abordar la reforma laboral. De hecho, consideraron desde el principio que la advertencia de que la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, asumía las riendas de la negociación llevaba implícita una rebaja de las aspiraciones de Díaz y los sindicatos. Las fuentes consultadas por elDiario.es sostienen que lo que está en juego es el contenido de la legislación.

La ministra de Trabajo ha insistido este martes desde Roma en que “el problema que surge aquí es el qué, no el quién”. “Si para ellos era importante la metodología, ¿por qué ahora no les importa que lo lidere la vicepresidenta?”, apuntan fuentes del grupo confederal, que descartan el alineamiento apuntado por Rodríguez. Ante el conflicto abierto, Díaz “ha instado a debatir en el seno del Gobierno sobre el contenido” tras la finalización del Consejo de Ministros, según ha reconocido en la intervención que ha realizado junto a su homólogo italiano, Andrea Orlando. El ala socialista no se da por aludida.

Fuentes conocedoras del conflicto señalan dos cuestiones que rechazan en Economía respecto al desmontaje de la reforma del PP: la recuperación indefinida de la ultraactividad y la primacía del convenio sectorial sobre el de empresa en el tema salarial. Ante las preguntas concretas sobre estos dos aspectos a la vicepresidenta Calviño y a la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, en los últimos dos días, ninguna ha respondido expresamente sobre estos asuntos. Rodríguez ha afirmado, no obstante, que el PSOE está comprometido con el acuerdo de coalición, que recoge expresamente estas medidas. 

Pero en Unidas Podemos advierten de que el problema no es solo el desmontaje de la reforma laboral y señalan también que en Economía hay diferencias respecto a la sanción que resulte de la temporalidad irregular, por ejemplo. Trabajo ha planteado en la mesa de negociación que la detección de un contrato temporal irregular suponga su nulidad, algo que no convence a Calviño, indican estas fuentes.

“Igual surge algo pero de momento no ha habido diálogo”

Desde el PSOE recuerdan que la semana pasada salió adelante una proposición no de ley que instaba al Gobierno a recuperar la ultraactividad de los convenios colectivos que habían registrado los socialistas, aunque no establecía un plazo sino que apostaba por hacerlo “previo diálogo social”. 

Sin embargo, fuentes de la parte socialista del Ejecutivo no descartan que en el marco de la negociación puedan aflorar discrepancias: “De momento esto no se ha verbalizado en ningún lado, ni ha habido un espacio en el que aparezca una disparidad de posiciones. Es Díaz quien abre el debate de los contenidos”. “Si se establece un mecanismo de coordinación en el que los ministerios competentes debatan y discutan las posiciones igual ahí surge algo, pero de momento no ha surgido, no ha habido diálogo”, apostillan esas fuentes.

La parte socialista del Gobierno insiste, además, en que hay un “triple” compromiso para acabar con la reforma laboral del PP: el asumido por Sánchez en la investidura, el acuerdo programático y el memorándum enviado a Bruselas por el que las modificaciones en materia laboral deben estar listas antes de que acabe el año. “Estamos hablando de una reforma estructural, parece de sentido común que estén los ministerios concernidos y el partido mayoritario del Gobierno”, ha apuntado la número dos del PSOE, Adriana Lastra, en una entrevista en la Cadena Ser en la que ha acusado al socio minoritario de hacer “ruido” cada vez que la coalición tiene una “buena noticia”.

“Estamos llegando al final. Esto tiene que salir bien. Hay que buscar un espacio donde el Gobierno de coalición pueda tratar esos asuntos. Lo incomprensible es cómo viramos de un problema de liderazgos a un problema de contenidos”, apuntan fuentes del ala socialista que consideran que “hay una oportunidad magnífica” de que se produzca una reforma con el acuerdo de sindicatos y empresarios. 

Sin embargo, los empresarios no han dado ningún viso de pretender modificar la reforma laboral que el PP llevó a cabo sin contar con el diálogo social. “Hay más puntos en común entre sindicatos y empresarios de lo que parece. Vamos a esperar a eso”, agregan esas fuentes, que insisten en que ministerios como Economía, Seguridad Social, Hacienda o Educación deben sentarse en la mesa del diálogo social. Lo que los socialistas también evitan decir es si aprobarían un nuevo marco laboral sin el visto bueno de la patronal.

Por su parte, desde el grupo confederal solicitan aclarar al PSOE los puntos que pretenden abordar en el seno del diálogo social. Además, aseguran que ya han estado en coordinación con distintos departamentos del Gobierno. “A Educación le enviamos la propuesta y nos realizaron alegaciones. La coordinación ya estaba instaurada”, alegan desde Unidas Podemos.

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