Decenas de kazajos detenidos en una protesta por la muerte de un activista en custodia

Decenas de personas fueron detenidas este domingo en varias ciudades de Kazajistán cuando demandaban una investigación de la muerte de un activista opositor bajo custodia policial.

Una treintena de activistas fueron detenidos en la capital del país centroasiático, Nur-Sultán, mientras otras decenas lo fueron en ciudades como Alma Atá, Aktobe y Shymkent.

La policía acordonó desde la mañana la céntrica plaza escogida por la oposición para concentrarse, al igual que cerró los negocios circundantes, lo que no impidió que los manifestantes hicieran acto de presencia en pequeño número.

Las pancartas con el ya tradicional “¡Shal ket!” (Viejo vete), en referencia al expresidente y líder nacional, Nursultán Nazarbáyev, fueron desplegadas por los participantes en las protestas.

Los manifestantes también reclamaban libertad de expresión y reunión, pero fueron detenidos y trasladados por la fuerza a furgones policiales.

La Fiscalía general había emitido el viernes un comunicado en la que recomendó a los kazajos que se abstuvieron de tomar parte en acciones de protesta ilegales y advirtió con proceso penales contra los infractores.

Durante la jornada el presidente kazajo, Kasim-Jomart Tokáyev, publicó varios mensajes en Twitter en los que aludió al controvertido proyecto de ley sobre manifestaciones pacíficas.

Tokáyev subrayó que sus organizadores deben informar con anterioridad sobre el número de asistentes y tendrán prohibido pronunciar lemas anticonstitucionales, propuestas muy criticadas por los defensores de los derechos humanos.

El conocido activista Dulat Aghadil, de 42 años, murió horas después de ser detenido el 24 de febrero, lo que ha indignado a la oposición.

Según las autoridades, Aghadil falleció debido a un fallo cardíaco, lo que fue confirmado por Tokáyev, quien agregó que decir lo contrario es faltar a la verdad.

En cambio, la oposición mantiene que un vídeo divulgado en las redes sociales mostraba el cuerpo del activista con aparentes señales de violencia policial.

Las protestas antigubernamentales son patrocinadas por el banquero Mujtar Abliázov, que se encuentra exiliado en Francia y es reclamado por la Justicia kazaja.