El reparto de los despachos de Génova provoca roces entre los candidatos del PP con acusaciones de ventajismo
Lo anunció el presidente de la Comisión Organizadora del próximo congreso del PP, el viernes pasado: una vez proclamados los precandidatos, todos ellos dispondrían de recursos económicos y materiales en los términos que requiriera cada uno de ellos, de cara a que “puedan hacer una campaña sin desequilibrios”. Durante la misma, que empezó el sábado y que concluirá el 4 de julio, la sede nacional de la calle Génova de Madrid también permanecería abierta para que los aspirantes pudieran presentar su candidatura y sus programas, ofreciéndoles asimismo los medios necesarios a tal efecto.
Entre esos recursos, la comisión ha puesto a disposición de cada precandidato un despacho en el que poder celebrar reuniones y juntar a sus equipos. Sin embargo, el reparto de esas salas ha provocado el descontento de algunas candidaturas, que denuncian precisamente la existencia de “desequilibrios”. Desde una de ellas consideran que existe una “desigualdad” que es “sintomática” de “cómo se está manejando la campaña y controlando” desde la sede nacional del partido y por parte de “quienes ostentan cargos orgánicos o han ejercido importantes responsabilidades de gobierno”.
Cargan, en concreto, contra las “ventajas” con las que según ellos están dando la batalla por el liderazgo del partido la aún secretaria general y también candidata, María Dolores de Cospedal, la exvicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría y el vicesecretario de Comunicación, Pablo Casado.
Una fuente de una candidatura descontenta, que pide expresamente no citar el nombre del aspirante que la encabeza, asegura que Cospedal utiliza un despacho en el séptimo piso de la sede de Génova, la planta noble del edificio en la que está también el del todavía presidente del partido, Mariano Rajoy. “Esto conlleva que dispone de un espacio mucho más grande en el que puede alojar al equipo enorme que está trabajando para ella”, apunta. Respecto a Casado, explica que “mantiene su despacho de vicesecretario” en la quinta planta y que tanto el suyo como el de Sáenz de Santamaría –en la sexta– son espacios que tienen “el doble de tamaño” que los del resto de aspirantes y que, a diferencia del de estos, disponen de un televisor.
El “control” de las listas
A juicio de esta fuente, que asegura que ya ha comentado sus quejas a miembros de la Comisión Organizadora de forma “informal”, todo ello es “muestra” de las “diferencias” a la hora de facilitar medios por parte del organismo a los aspirantes, “más allá de que hay candidatos que controlan las listas” de afiliados y ejercen “presiones” dentro del partido. Explica, por ejemplo, que en las sedes del partido repartidas por toda España existe un “temor brutal” a que se dé voz a candidaturas que no sean las de las dos favoritas, es decir, Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal.
Este diario se ha puesto en contacto con las candidaturas aludidas para contrastar esas acusaciones. Desde la de Cospedal consideran que las referencias a los despachos son “infantiles” y que dan “buena muestra del nerviosismo” que existe por parte de alguno de sus oponentes. “Es absurdo plantearlo. La Comisión Organizadora ha dado una sala a cada candidatura y es cierto que estamos en la séptima (planta), pero nos han dado lo normal. Estamos en un cuarto en el que no entramos”, apuntan.
Además, aseguran que es “falso” que Cospedal mantenga su despacho de secretaria general, cargo que conserva hasta el congreso a pesar de haber cesado en sus funciones al convertirse en precandidata. También recalcan que la exministra “no pisa Génova” porque está “por toda España” defendiendo su campaña.
Igualdad de condiciones
Por parte del equipo de Pablo Casado reconocen que el precandidato mantiene el mismo despacho que el que tenía hasta ahora en su condición de vicesecretario de Comunicación, cargo que conserva hasta el cónclave pero en el que también ha cesado en sus funciones al convertirse en aspirante a la presidencia del partido. “Pablo no ocupa ningún despacho diferente del que ha tenido estos años como vicesecretario del partido”, sostienen. Desde la candidatura de Sáenz de Santamaría optan, por su parte, por no responder a las acusaciones relacionadas con su despacho.
Consultada al respecto, la Comisión Organizadora explica que a todos los precandidatos se les ha dado un despacho o sala en Génova “en el que pudieran estar seis personas” en igualdad de condiciones, si bien han reconocido que es “complicado” que los despachos sean “iguales de tamaño”. También reconoce que a Cospedal y a Casado no se les han quitado los despachos que les correspondían como secretaria general y vicesecretario de Comunicación, respectivamente, unos espacios que “pueden utilizarlos” libremente.
