La Dirección de la Policía no ve por el momento “irregularidades” en la conducta del jefe antiterrorista
El comisario general de Información, Enrique Barón, no sufrirá por el momento un expediente disciplinario por haber colado a su hija en primera línea de una operación antiterrorista, con el objeto de que la joven escribiera un reportaje para el diario digital de su universidad. Fuentes de la Dirección General de la Policía aseguran que el artículo ha sido revisado “exhaustivamente” y que se ha concluido que no revela “ningún dato reservado ni sensible”.
La hija de Barón, estudiante de Periodismo, acompañó a los agentes antiterroristas desde varias horas antes de que fueran anunciadas las nueve detenciones en Madrid de una red de yihadistas por el Ministerio del Interior. La joven estuvo presente en las dependencias de la Comisaría General de Información, el cuartel general de la lucha antiterrorista en la Policía, y se desplazó junto a los agentes al escenario donde se iba a realizar la principal detención, correspondiente al presunto líder de la célula.
Según el reportaje de la estudiante, presenció cómo los 'geo' tiraban abajo la puerta de la vivienda de Lahcen Ikassrien y se encontraban una segunda blindada, algo desconocido hasta el momento de su publicación. De su relato, incluso, se desprende que estuvo dentro de la casa. Sin embargo, fuentes del entorno de Barón defienden que la hija del comisario cubrió la información “como cualquier otro periodista”, sin tener acceso a la casa. Otras fuentes policiales, presentes en el dispositivo, niegan esa versión y corroboran la versión del artículo, según la cual la joven actuó “empotrada” en las unidades que participaron en el dispositivo.
El hecho que mayor malestar ha causado entre los máximos responsables del Ministerio del Interior es haberse enterado por eldiario.es de la presencia de la hija de Barón en el dispositivo. La noticia les sorprende en medio de un dispositivo sin precedentes con motivo de la proclamación como rey de Felipe VI, en el que participarán más de 7.000 agentes. Fuentes no oficiales apuntan la posibilidad de que la actuación del comisario sea revisada con mayor detenimiento una vez concluido el dispositivo policial.
Los periodistas que desean acompañar a los agentes en una misión deben tener autorización expresa de la Dirección General de la Policía, que en ningún caso accede cuando se trata de una operación antiterrorista.