El encuentro del rey con los presidentes de Congreso y Senado inicia el proceso hacia la investidura
El encuentro que ha mantenido el rey con los presidentes de Congreso y Senado ha dado comienzo al proceso establecido por la Constitución para elegir al presidente del Gobierno. El rey tiene que dar ahora el siguiente paso convocando a los portavoces de los partidos. Tras ello, propondrá a un candidato para que busque la confianza del Congreso, en un proceso de elección de un nuevo Ejecutivo en el que está todo abierto.
El presidente del Congreso, Patxi López, y el del Senado, Pío García-Escudero, han cumplido con el primer trámite que les exige la Constitución. Ambos se han reunido con el monarca para informarle sobre la sesión constitución de la Cortes y entregarle la composición de ambas cámaras con la relación de fuerzas políticas presentes en ellas.
Este paso tiene especial relevancia en el caso del Congreso. La lista de partidos con asiento en la cámara baja -que no de grupos, aún sin constituir-, y de quienes están al frente de ellos que ha entregado Patxi López al rey Felipe VI servirá al monarca para comenzar la ronda de contactos con los líderes políticos.
A partir de esos encuentros, que en la anterior legislatura se prolongaron durante dos días, se propondrá la fecha para el debate de investidura.
La Mesa del Congreso calcula, tras su primera reunión, que el debate de investidura podría retrasarse a los primeros días del mes de febrero frente a los últimos días de enero como se había barajado, según fuentes parlamentarias.
El candidato que se someta en primer lugar a la investidura será propuesto por el rey al presidente del Congreso. Ese candidato será, previsiblemente, Mariano Rajoy, ya que el PP fue el partido más votado el pasado 20D.
El presidente del Gobierno en funciones tendrá entonces que someterse al debate de investidura en el Congreso, donde pronunciará un discurso y recibirá réplicas de los portavoces de los grupos parlamentarios, ya constituidos.
Tras el debate tendrá lugar la primera votación. Rajoy necesita para superarla una mayoría absoluta a la que no llega ni con el apoyo de Ciudadanos, así que Patxi López se verá obligado a convocar un nuevo pleno 48 horas después.
Rajoy necesitará entonces más votos a favor que en contra. Con la negativa del PSOE a facilitar su investidura y su intención de formar un “gobierno de cambio”, el líder del PP tampoco tiene fácil, por ahora, superar esa segunda votación.
En el caso de que no salga elegido en ninguna de las dos ocasiones se abre un escenario que, aunque está regulado por la Constitución, no se ha dado nunca en democracia.
Según la carta magna, el rey debería proponer a un nuevo candidato para que se somenta a la investidura. Será entonces la oportunidad para que Pedro Sánchez busque formar Gobierno apoyándose en otras fuerzas.
Desde el PSOE siempre han dicho que correspondía a los populares la iniciativa para intentar hacerse con el Ejecutivo, pero que en caso de que no lo consiguiesen, sería el turno de los socialistas.
Sánchez se enfrentará entonces al mismo proceso que Rajoy: primero una votación que exige mayoría absoluta, y si no la consigue, una segunda con mayoría simple. Pero, ¿y si tampoco supera ninguna de las dos? A partir de aquí está todo abierto.
La Constitución no dice nada. El rey podría volver a proponer al primer candidato, o al segundo. Podría dejar un tiempo para que avancen las conversaciones con los partidos y realizar nuevas consultas. No hay nada establecido. Lo único seguro es que ya habrá fecha para la convocatoria automática de nuevas elecciones si no hay acuerdo.
La primera votación a la que se someta Mariano Rajoy pondrá en marcha el cronómetro. A partir de ella habrá dos meses para dar una salida a la situación, o se disolverán las cámaras y se convocarán nuevas elecciones que, si se cumplen los plazos previstos, se celebrarían el próximo mes de mayo.