Gobierno y Unidos Podemos establecen la fórmula para desarrollar el acuerdo presupuestario
El Gobierno y Unidos Podemos-En Comú-En Marea han sentado las bases para controlar y desarrollar el acuerdo presupuestario firmado por Pedro Sánchez y Pablo Iglesias el pasado 11 de octubre. En la primera reunión de la mesa de seguimiento de dicho pacto las partes han decidido establecer una comunicación fluida y continua sobre cuatro de las principales materias que aborda el documento: vivienda, violencia machista, empleo y Seguridad Social y dependencia.
El objetivo del seguimiento es consensuar los mensajes para evitar el ruido comunicativo ante las discrepancias que pueda existir a la hora de concretar las medidas que recoge el acuerdo. según han informado a eldiario.es fuentes conocedoras de las conversaciones.
Un ejemplo claro es el de las cotizaciones sociales de los trabajadores autónomos, que ha enfrentado al Gobierno con el grupo confederal hasta el punto de que Pablo Iglesias ha pedido a Pedro Sánchez concreción al respecto durante la sesión de control.
La reunión ha servido para certificar que la subida del SMI a 900 euros al mes no tendrá repercusión directa sobre las cotizaciones sociales de los trabajadores autónomos. Una idea que se ha establecido en las últimas semanas y que desde Podemos se han afanado en desmentir.
Tal y como aseguraba este miércoles Echenique en una nota en su cuenta de Facebook, el Gobierno se ha comprometido “a evitar mediante disposición expresa que la subida se traduzca en una subida de la base imponible mínima y por tanto de la cuota mínima que pagan los autónomos”.
Desde el Gobierno han señalado que no se trata de un nuevo compromiso y que en ningún momento ha estado en duda este extremo. “Es un compromiso que ya adquirió la ministra de Trabajo, que los autónomos que estén por debajo del SMI van a dejar de pagar los 300 euros de la cuota. Esa es la idea del gobierno”, apuntan fuentes del Ejecutivo.
Eso sí, se mantiene la idea de negociar con las organizaciones de trabajadores autónomos algunas modificaciones en la cotización. Para enero, Trabajo plantea a los autónomos una subida en las cuotas, reflejada en tres escenarios posibles que suponen un aumento en la cantidad a abonar a la Seguridad Social de entre 30 y 50 euros al mes, acompañada de una mayor protección social.
Fuentes de Unidos Podemos señalan que esta negociación escapa al acuerdo presupuestario y que, llegado el momento, el grupo establecerá su posición.
Además, tal y como anunciaba Pedro Sánchez a Pablo Iglesias en su duelo parlamentario del miércoles, en 2019 también se abordará la reforma integral del RETA (Régimen Especial de Trabajadores Autónomos). Desde el Gobierno señalan que la discrepancia puede estar “en los plazos” de la reforma, pero que el compromiso es ir a un escenario en el que los autónomos paguen en función de sus ingresos reales, tal y como había acordado con el grupo confederal.
Entrada del PSOE en las conversaciones
Las fuentes consultadas por eldiario.es aseguran que la reunión ha ido “bien”. Desde Unidos Podemos habían exigido hace días una fórmula para hacer seguimiento del acuerdo, ante el riesgo de que en su desarrollo se pudieran ver superados por el Gobierno y tuvieran que aceptar medidas con las que no estaban de acuerdo.
El Ejecutivo, sin embargo, ha rebajado la importancia de la reunión de este miércoles.
Además de abordar las discrepancias que puedan surgir, la mesa de seguimiento tendrá que ver también el desarrollo normativo de aquellas medidas ajenas a los Presupuestos Generales del Estado, pero que se incluyen en el acuerdo. Por ejemplo, la modificación de la ley mordaza o la recuperación de la Justicia Universal.
La reunión ha estado encabezada por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y el secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, acompañado de la portavoz adjunta del grupo, Ione Belarra; la diputada de En Marea, Yolanda Díaz; la portavoz de En Comú, Lucía Martín; y el secretario general del PCE, Enrique Santiago, en representación de IU.
En la parte del Gobierno se ha sentado además el portavoz adjunto del grupo socialista, Rafael Simancas. La incorporación de un peso pesado del PSOE a las negociaciones llegan después de que la ausencia de diputados en las negociaciones que dieron como resultado el acuerdo provocaran críticas en el propio grupo.
Las quejas se centraban en que no se estaba teniendo en cuenta en muchos casos a los portavoces de las distintas áreas, aunque algunas fuentes aseguran que la coordinación había mejorado en las ultimas fechas.
Desde el PSOE apuntan además que la mesa ya no es de negociación. “Es una comisión de seguimiento de un acuerdo que se va a desarrollar mucho en el Parlamento”.