El interrogatorio a la infanta no será grabado en vídeo
No habrá testimonio gráfico de la primera declaración ante un juez de un miembro de la familia real. El juez José Castro dictó este viernes un auto en el que rechaza el recurso presentado por Manos Limpias, que ejerce la acusación popular, y la defensa de Diego Torres contra su decisión de grabar únicamente en audio el interrogatorio a Cristina de Borbón, que tendrá lugar mañana sábado a partir de las 10:00.
El juez Castro optó porque no se grabara el interrogatorio para evitar la filtración de las imágenes. El resto de declaraciones filmadas con anterioridad permanecen bajo llave en los juzgados de Palma. Manos Limpias alegó trato de favor a la infanta y Castro respondió hoy: “son ganas de ver la cuestión desde una peculiar óptica que en absoluto se corresponde con lo que este Juzgado ha venido predicando sobre la cuestión”. El juez alega que si alguna parte hubiera buscado una solución intermedia, como la grabación en audio, en anteriores interrogatorios, él hubiera accedido.
Castro ha intentado, con la grabación audiovisual, maratonianos interrogatorios como el que tuvo lugar con Iñaki Urdangarin en febrero de 2012, que se prolongó 20 horas porque los funcionarios tenían que transcribir su literalidad. Para asegurar que no se producían filtraciones, las grabaciones audiovisuales podían ser consultadas por las partes acudiendo al juzgado, de donde no podían sacarlas. Además, Castro viene prohibiendo el acceso a la sala de vistas con grabadoras, cámaras, teléfonos móviles o tabletas. Esta vez ha optado además por no arriesgarse con la grabación en vídeo.
En el interrogatorio de mañana se estrenarán los abogados del Frente Cívico Somos Mayoría, integrado por el exlíder de Izquierda Unida Julio Anguita, del que Castro ha aceptado la personación como acusación popular en el 'caso Nóos'. Manos Limpias recurrió la personación del Frente Cívico, pero Castro rechazó esa petición y hoy ha permitido que sus abogados tengan su propio turno de preguntas.
El instructor contempla a Manos Limpias y Frente Cívico como “irreconciliables”. Se basa en que nada más ser admitida por él la personación de la segunda, el pseudo sindicato dirigió un escrito al juez asegurando que lo único que pretendía la asociación de Anguita era conformar “una réplica política para sacar un rendimiento mediático ajeno al procedimiento jurídico”. Cristina de Borbón, al declarar como imputada, puede contestar solo a las partes que considere oportuno.
