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Anticapitalistas y sectores afines se unen para forzar que Podemos abra las candidaturas de 2019

Asamblea de Una Comunidad en Movimiento, el pasado miércoles en El Matadero.

Aitor Riveiro

Queda menos de un año para las elecciones municipales y autonómicas. Y la izquierda de Podemos, el sector más apegado a los movimientos sociales y refractario al papel de la institución, se reagrupa y coge fuerzas para intentar influir en las candidaturas que ya se preparan para 2019. Su objetivo: abrir las listas y recuperar el espíritu de 2015. Un tiempo político que parece haber dejado paso a un ciclo de reafirmación de los partidos y espacios que integran el llamado “espacio del cambio” y que se concreta en el grupo parlamentario de Unidos Podemos-En Comú-En Marea.

En dos semanas se han lanzado en Madrid sendos espacios políticos muy relacionados que tienen su mirada puesta en el proceso electoral de la capital y de toda la región, tanto a nivel local como autonómico.

Sus objetivos, muy similares; algunos de sus protagonistas, compartidos. El núcleo que articula ambos es también el mismo: Anticapitalistas, una de las patas fundadoras de Podemos que mantiene desde 2014 una posición crítica con las direcciones que ha encabezado Pablo Iglesias. Sus rostros más visibles: la líder del partido en Andalucía, Teresa Rodríguez; el eurodiputado Miguel Urbán; el alcalde de Cádiz, José María González, Kichi; o la portavoz en la Asamblea de Madrid, Lorena Ruiz-Huerta. También se sumaron a las citas colectivos autónomos o de movimientos sociales.

El primero de los eventos se celebró el pasado 24 de junio. Era la cuarta asamblea del espacio MAC (Municipalismo, Autogobierno y Contrapoder). Allí, concejales de Ahora Madrid críticos con Manuela Carmena y diversos movimientos sociales dejaron la puerta abierta a promover una candidatura propia y al margen de la lista que previsiblemente liderará la alcaldesa e integrará a Podemos, IU y Equo. 

Los requisitos para no lanzar una lista alternativa son claro: programas participativos y primarias abiertas y proporcionales. 

Unas demandas clavadas a las que se plantearon en el segundo de los eventos referidos, que tuvo lugar este miércoles 27 bajo el nombre de Una Comunidad en Movimiento. El espacio tiene como germen el Manifiesto por Madrid, que ha reunido unas 700 firmas desde que se lanzara con el apoyo de concejales de Carmena, diputados autonómicos de Podemos y personalidades de la cultura madrileña.

La asamblea se celebró en una de las naves del Matadero de la capital. Entre los ponentes iniciales: Ruiz-Huerta, su compañero de escaño Raúl Camargo, la activista ecologista María Ángeles Nieto y el concejal de Ahora Madrid Pablo Carmona.

Los cuatro plantearon en sus intervenciones rasgos comunes: una crítica a la “institucionalización” del espacio del cambio; la consiguiente separación entre representantes y representados; la pérdida del impulso programático inicial de Podemos, que reclamaba por ejemplo la auditoría de la deuda o la nacionalización de las empresas eléctricas.

Por encima de todos sobrevolaba el temor que ha atenazado a la izquierda española desde los primeros años 80: su relación con un PSOE que ahora, además, gobierna. Frente a los mensajes de sostén y empuje al Gobierno de Pedro Sánchez lanzados por los dirigentes de Podemos, sin divisiones palpables entre los planteamientos de Irene Montero, Íñigo Errejón y el propio Iglesias. 

Fuera del acuerdo Podemos-IU-Equo

Ambos encuentros sirvieron para hacer un análisis de situación. Y para lanzar un reto: agrupar el mayor número de fuerzas posibles de aquí al otoño para darle la vuelta a las candidaturas de 2019.

Anticapitalistas optó por quedarse fuera de las primarias que ratificaron a Errejón como candidato a la Comunidad de Madrid. Reglamentariamente, sus opciones de repetir en las listas electorales del año que viene son nulas.

El acuerdo que fragüe Errejón con IU y con Equo, con quienes ya se ha cerrado un pacto autonómico, estará más cerca de una coalición a la vieja usanza que de las experiencias de 2015, con Ahora Madrid a la cabeza. “Dicen lo mismo que decía la IU de Cayo Lara”, aventuraba en la puerta de la nave Terneras del Matadero uno de los dirigentes de Anticapitalistas en Madrid.

El acuerdo estatal a tres todavía no se ha trasladado formalmente a la Comunidad de Madrid. Pero este sábado ha tenido su primera concreción en forma de acto programático. Un encuentro llamado Hola Madrid en el que han participado representantes de Podemos, IU y Equo. Y también de Anticapitalistas.

La intención de partida, aseguran desde el sector más izquierdista de Podemos, no es lanzar una candidatura alternativa. Es algo que reclaman desde sectores afines pero que, hoy por hoy, no está en sus planes.

La situación interna entre la dirección estatal de Podemos y Anticapitalistas es delicada y nadie de este sector quiere poner en riesgo el proyecto que Teresa Rodríguez y Antonio Maíllo (IU) están lanzando en Andalucía y que ha generado una serie de encontronazos que están pendientes de resolver.

Más cerca de la realidad estaría la opción de configurarse como una suerte de cuarta pata de Unidos Podemos. De ahí su presencia “como sector” en el encuentro programático de este sábado.

El autodenominado “espacio del cambio” ha pasado así en cuatro años de apostar por una serie de marcas blancas que alcanzaron el gobierno de algunas de las ciudades más importantes de España (Madrid, Barcelona, Valencia, A Coruña, Santiago, Ferrol, Cádiz y un largo etcétera) a una suerte de reafirmación de las partes que integraron esas experiencias.

El proyecto de una unidad orgánica del bloque histórico que Pablo Iglesias quiso construir con ayuda de Alberto Garzón y otros alrededor de Unidos Podemos ha quedado en suspenso. Y las partes se preparan para reclamar su espacio en el intenso ciclo electoral que arranca con unas elecciones andaluzas cuya fecha de celebración es un misterio.

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