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Casado integra al círculo de Santamaría en puestos parlamentarios cómodos y sin relevancia política

Sáenz de Santamaría junto a Cristobal Montoro, en una imagen de archivo

Gonzalo Cortizo

Los principales apoyos de Soraya Saénz de Santamaría han dado el paso para integrarse en el equipo parlamentario que ha configurado Pablo Casado para hacer oposición a Pedro Sánchez. Poco a poco, desde el resultado de las primarias la nueva dirección del PP ha ido convenciendo a exministros como Cristóbal Montoro o Álvaro Nadal, muy significados con la exvicepresidenta, para que ocupen puestos cómodos y mejor remunerados en el Congreso de los Diputados.

Montoro irá a Economía y Nadal a la Comisión del Estatuto del Diputado. La última incorporación es la de Jose Luis Ayllón, exsecretario de Estado de Relaciones con las Cortes, y probablemente el dirigente más cercano a Santamaría, que esta misma semana ha aceptado quedarse el cargo que deja libre el propio Casado: la vicepresidencia de la Comisión Mixta para la Unión Europea.

Dirigir una comisión en el Congreso es un trabajo cómodo y sin apenas perfil político. Los presidentes de comisión reciben un complemento salarial de algo más de 3.000 euros mensuales, además de otros 6.000 euros para gastos de representación que deben justificar.

José Luis Ayllón, principal apoyo de Santamaría, será vicepresidente en la Comisión Mixta para la Unión Europea. En su caso, el complemento es menor (alrededor de los 1.200 euros sobre el salario base de diputado). Como relata un veterano diputado de la formación conservadora, la vicepresidencia de una comisión “tiene un papel político cercano a cero”.

Santamaría se resiste a dar el paso y a integrarse en el equipo de Casado. El presidente del PP ha pensado en ella para la presidencia de una comisión y le ha dado a elegir todo el abanico que ofrece el Congreso en ese nivel de poder. Santamaría no ha respondido. Dice que decidirá su futuro tras hablar con el líder del PP en persona. El encuentro todavía no tiene fecha. Por el momento la exvicepresidenta sigue como diputada rasa.

Lo único que sí ha cambiado para la exvicepresidenta es el lugar en el que se sentará en el Congreso. La dirección del Grupo Popular ha decidido apartarla al pasillo opuesto al que ocupan Casado y el resto de dirigentes con poder. Muy alejada del lugar en donde las cámaras se centran cuando pasa algo relevante en la bancada popular. Mientras, el partido especula con una salida como candidata en Madrid o incluso de número uno para las listas europeas.

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