UPyD traslada su crisis al grupo parlamentario
La tensión que vive UPyD se ha trasladado al grupo parlamentario en el Congreso en el que hasta ahora convivían en buena armonía la portavoz, Rosa Díez, y los otros cuatro diputados de la formación magenta. La dimisión de Irene Lozano y Álvaro Anchuelo de sus cargos en el Consejo de Dirección y la postura crítica que, junto a Toni Cantó, han adoptado ambos contra Díez por no asumir responsabilidades políticas tras el batacazo andaluz han hecho añicos esa armonía.
El mal ambiente que reina en el grupo parlamentario ha quedado patente este jueves en el Congreso, justo el día en el que eran aprobadas por el pleno las medidas de “regeneración democrática”, de las que UPyD ha hecho bandera en esta legislatura. Además del paquete de propuestas contra la corrupción, se han debatido y aprobado en el pleno la reforma del Código Penal, la ley de Seguridad Ciudadana y las enmiendas al Código Penal para combatir el terrorismo yihadista, pactadas entre el PP y el PSOE.
A pesar de ser un día importante, durante la larga jornada la bancada de UPyD ha estado a medio gas. Carlos Martínez Gorriarán apenas ha empleado cinco minutos en defender la postura de su partido en contra del Código Penal. Pero lo que más ha llamado la atención ha sido que el grupo ha dado por defendidas las enmiendas presentadas a la ley de control sobre la actividad económico-financiera de los partidos, en la que la formación magenta ha puesto mucho énfasis durante toda su tramitación.
Llegada la hora de las votaciones, en sus escaños solo estaban Irene Lozano, Álvaro Anchuelo y Martínez Gorriarán. Ni Rosa Díez –que sí acudió a la Cámara por la mañana– ni Toni Cantó votaron las reformas. Fuentes de UPyD han explicado que la portavoz se tuvo que marchar a casa por culpa de una gripe y que Cantó no pudo acudir en todo el día al Congreso por cuestiones familiares.
Lo cierto es que desde que estalló la crisis interna entre los diputados de la formación magenta hay una palpable tensión. Incluso una visible frialdad entre Díez y Lozano. La propia diputada reconoció el pasado martes que a partir de ahora la convivencia entre ellos iba a ser “muy difícil”.
La cercanía del Consejo Político extraordinario que UPyD celebra este sábado también está contribuyendo a que no se relaje la tensión existente.
Los fieles a Rosa Díez creen que la portavoz saldrá airosa de su arriesgada apuesta de someter en ese Consejo Político extraordinario una resolución sobre la estrategia electoral a seguir de cara a las elecciones autonómicas y municipales. La portavoz pedirá a sus compañeros que pospongan el debate sobre cambios en la dirección hasta después de las elecciones del 24 de mayo, según informa la agencia Europa Press, que ha tenido acceso al borrador del texto.
También defenderá la autonomía del proyecto de la formación magenta, con lo que implícitamente queda descartada la posibilidad de reabrir las negociaciones con Ciudadanos para llegar a acuerdos electorales en mayo, como aboga ahora un sector del partido.
Como contrapeso, Rosa Díez hará algo de autocrítica y reconocerá los “numerosos errores de táctica política y de comunicación” que les han impedido “aprovechar a fondo el éxito de sus ideas”. “No hemos conseguido que la mayoría de la ciudadanía conozca las propuestas y actividad de UPyD en las instituciones ni el acierto de nuestras alternativas políticas”, afirman en la resolución.