Rosa Díez se atrinchera en la portavocía de UPyD al sentirse apoyada por “una mayoría” de la dirección

Rosa Díez ha confirmado este martes que no está dispuesta a tirar la toalla. Así lo ha asegurado en el Congreso, donde ha hecho unas breves declaraciones, en pleno pasillo, en las que ha manifestado que su continuidad fue sometida a votación durante el tenso Consejo de Dirección de UPyD, que se prolongó hasta la madrugada de este martes.

“Eso se votó y hay que tener respeto a las mayorías y a las minorías. Esas cosas son importantes. Cuando se gana una votación, se asume y, cuando se pierde, también. Y mis compañeros lo asumen igual que yo”, ha añadido la portavoz de la formación magenta.

No obstante, no ha querido desvelar por cuántos votos de diferencia salió la propuesta de que continuara como portavoz, aunque fuentes de UPyD aseguran que fueron por “tres o cuatro votos” de diferencia de los 20 miembros que forman el Consejo de Dirección.

En la reunión también se sometió a votación la posibilidad de reabrir las negociaciones con Ciudadanos para una posible alianza en las municipales y autonómicas de mayo pero también fue rechazada.

Sobre la posibilidad de que Irene Lozano y Álvaro Anchuelo dejen sus escaños como diputados después de dimitir de sus cargos en la dirección de UPyD, Díez ha dicho: “Desde luego, yo no se lo voy a pedir. Son buenos diputados y hacen un buen trabajo. Y estoy segura de que vamos a seguir haciendo muy buen trabajo en el Congreso de los Diputados”.

Sin embargo, la propia Lozano había reconocido poco antes de estas declaraciones que a partir de ahora “va a ser muy difícil” la convivencia dentro del grupo parlamentario. La diputada ha manifestado que todavía no ha pensado qué va a hacer en el futuro, dejando con ello la puerta entreabierta al abandono también de su escaño.

La cascada de opiniones y declaraciones ha continuado este martes. Empezando por la diputada Irene Lozano, que en declaraciones a la Cadena Ser ha pedido la dimisión de Rosa Díez y ha asegurado que ve “necesaria una renovación del partido”.

Contra ella se ha revuelto Carlos Martínez Gorriarán, número dos de UPyD y fiel a la portavoz magenta. Gorriarán ha arremetido en su cuenta de Twitter contra quienes “apuñalan por la espalda” y “abandonan el barco cuando hay tormenta”. “Llamar 'vieja política' a apuñalar por la espalda y abandonar el barco cuando hay tormenta. Hundir como 'renovar'. Viejo no, es fósil, ha escrito el diputado.

A su juicio, “no merecen la confianza de nadie” quienes piensan que “el contrato político solo te vale cuando va bien” y lo rompen “cuando va mal”.

También ha defendido a Díez el responsable de Regeneración Democrática, Andrés Herzog. El abogado ha manifestado que plantear su dimisión ahora “sería un suicidio y una irresponsabilidad”.

Más prudente ha sido Toni Cantó, que fue el primero en criticar la rueda de prensa que ofreció el lunes la portavoz magenta antes de comenzar la reunión del Consejo de Dirección de UPyD. Cantó ha manifestado que “es obvio” que la dirección del partido debe “asumir responsabilidades por el descalabro” andaluz. Además, ha aclarado que su comentario tildando de “decepcionante” la comparecencia de Rosa Díez fue simplemente un mensaje a la militancia de UPyD para que sepan que “hay gente que cree que las cosas pueden y deben ser de otra manera”.

Pero, dicho esto, ha advertido que lo que tenga que decir lo dirá en la reunión que celebra este sábado el Consejo Político de UPyD, que es donde a su juicio deben pedirse cuentas por lo ocurrido.

El diputado Álvaro Anchuelo, uno de los dimisionarios, ha aclarado que aunque ya no forme parte del Consejo de Dirección no ha dejado UPyD porque sigue “creyendo” en el proyecto del partido, que está “lleno de gente magnífica”.

UPyD ha convocado un Consejo Político para el próximo sábado donde se sustituirá a los miembros dimitentes –cuyos nombres serán a propuesta de Rosa Díez– y se debatirá y aprobará el programa electoral para las municipales y autonómicas de mayo.