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Opinión - Vivir sobre un polvorín. Por Rosa María Artal

Las denuncias de dos abogados a los que echó Podemos desatan una tormenta interna en plena negociación del bipartito

El secretario de organización de Podemos, Alberto Rodríguez, el pasado 10N.

Aitor Riveiro

El despido de dos abogados de Podemos, uno de ellos acusado de acoso sexual y laboral a una trabajadora del partido, y el contraataque de ambos denunciando “graves irregularidades” en la organización política –de las que no han aportado pruebas de momento– ha estallado en medio de las negociaciones con el PSOE para lograr el primer Gobierno de coalición de la democracia.

El detonante de la bronca interna es el despido de dos letrados que han liderado el departamento legal de Podemos desde la fundación del partido, en 2014: José Manuel Calvente y Mónica Carmona. Dos colegas cuya relación personal y profesional es previa al nacimiento de Podemos. Ambos, según fuentes del partido consultadas por eldiario.es, habían perdido peso en las decisiones de la formación con los cambios que se han producido tanto en la Gerencia de Podemos como en la Secretaría de Organización, que el pasado mes de junio pasó de Pablo Echenique a Alberto Rodríguez.

Las rescisiones contractuales han ido seguidas. Primero, la de Calvente, quien se había convertido en el máximo representante legal del partido. Y luego, la de su mano derecha, que Podemos justifica en una “reordenación del departamento” tras el cese anterior.

Carmona, tras hacerse efectivo el despido de Calvente por un burofax remitido el pasado lunes 2 de diciembre, envió una carta a los miembros del Consejo Ciudadano Estatal (CCE) de Podemos, el máximo órgano de dirección entre asambleas.

En ella, asegura que el despido de su compañero es una “represalia” por una investigación abierta por ellos dos ante un abanico de supuestas “irregularidades” que van desde el incumplimiento de la norma en “materia de Protección de Datos y de Cumplimiento Normativo Penal” hasta “irregularidades financieras, en materia laboral y de limpieza en la realización de las consultas y primarias del partido que de confirmarse pondrían en cuestión los elementos centrales de la organización”.

Carmona llega a advertir de que tiene información sobre supuestas irregularidades y que, en caso de que el despido acabe en una demanda contra el partido, habrá “graves consecuencias” ya que “saldrán a la luz hechos tremendamente comprometedores para algunos cargos internos y responsables del partido”.

En la misiva, donde se alude a supuestos ilícitos penales, no se aportan datos ni pruebas que permitan determinar qué hechos concretos se estarían investigando por parte de los dos abogados. Pero en declaraciones a El Mundo, el propio Calvente señala que hay personas que han “cobrado sobresueldos”, parte de ellos “en dinero negro”. E incluso apunta a un posible “robo de datos” del censo de Podemos que habría ido a parar a Más País, el partido de Íñigo Errejón que compitió con el de Pablo Iglesias en las elecciones del 10 de noviembre. Calvente ha anunciado además una “querella criminal” contra algunos responsables del partido.

Sin embargo, en declaraciones al Telediario de TVE este mismo jueves, Calvente aseguró que esos supuestos pagos no los recibía la ejecutiva del partido: “No, de la cúpula no, no, no. De la cúpula, nadie. No Pablo Iglesias y toda esta gente. Es decir, por empleados, por técnicos”. Sobre el supuesto acoso sexual y laboral, Calvente se quita de encima las acusaciones: “Era ella la que me perseguía a mí”.

eldiario.es ha tratado, sin éxito, de ponerse en contacto con Calvente, quien en la misma entrevista citada asegura: “Nadie me ha dicho que tengo una denuncia de una compañera de trabajo”. eldiario.es ha podido confirmar que en la carta de despido remitida por burofax al ya exabogado de Podemos se alude de forma amplia y documentada a un supuesto caso de acoso, primero sexual y luego laboral, que habría cometido Calvente sobre una subordinada suya. Casi la mitad de la carta de despido, que ocupa una veintena de páginas, se dedica a explicar los hechos de forma pormenorizada.

No es el único motivo que Podemos alude para el despido de Calvente. El partido también refiere lo que considera actos de desobediencia a sus responsables directos de la Gerencia y la Secretaría de Organización, departamento del que depende el de Legal. Son los motivos que aduce la formación para el despido disciplinario.

En la carta que su compañera en el departamento de legal de Podemos remitió a la dirección estatal y que ha acabado en los medios, la también extrabajadora de Podemos señala que los despidos obedecen “única y exclusivamente a una torpe estrategia de represalia de la Gerencia y de la Secretaría de Organización Estatal por exigir el cumplimiento de la ley y por no aceptar la investigación honesta” que ellos habrían iniciado.

En las filas de Podemos han sorprendido tanto el despido como los hechos que se relatan en él. Calvente y Carmona eran dos de las personas que se habían mantenido durante los casi seis años de Podemos dentro del partido. En el caso de Calvente, era además el responsable de la organización ante la Agencia de Protección de Datos, un puesto muy delicado y de la máxima confianza de la dirección. Él mismo se vanagloriaba antes de ser despedido de haber conseguido que la AEPD nunca les hubiera sancionado, a diferencia de lo ocurrido con otros partidos.

La tormenta se ha desatado en medio de la negociación de Unidas Podemos y el PSOE para formar gobierno y ha llegado a la sala de prensa del Consejo de Ministros. Preguntada sobre si este asunto puede dificultar el entendimiento entre los socios que han firmado un preacuerdo de gobierno, la portavoz del Ejecutivo, Isabel Celaá, ha rechazado hacer ningún comentario. Fuentes del PSOE y de Unidas Podemos descartan que las acusaciones de los abogados despedidos tengan algún efecto sobre la negociación del bipartito.

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