La nuera de Miguel Hernández: “Podemos velar su tumba, pero los que están en las cunetas no tienen quien les lleve flores”
Lucía Izquierdo, nuera de Miguel Hernández, ha dado un aplaudido discurso en el acto con motivo del homenaje a las víctimas de la Guerra Civil y la dictadura organizado este martes por el Gobierno, en el que este ha entregado una veintena de declaraciones de reparación a víctimas del franquismo, entre ellas al poeta alicantino. “Podemos velar su tumba, es la sepultura más visitada de toda la provincia, pero los que están en las cunetas y en las fosas no tienen quien les lleve flores. Esa es la tristeza de sus familiares, que se están marchando de este mundo”, ha dicho.
La nuera de Hernández ha recordado que de los tribunales franquistas “salían nuestros seres queridos con condenas de muerte y cadenas perpetuas” y “se llenaron las fosas y las cunetas”. Y ha explicado que en el caso del poeta “tuvimos más suerte si se puede llamar así” porque Josefina, su viuda, “pudo despedirse de su cuerpo y velarlo y se le entregó en el cementerio de Alicante gracias a la ayuda de Vicente Aleixandre, al que quisismos y queremos con toda el alma”. El Nobel de Literatura, también homenajeado en este acto, recaudó el dinero para que Josefina pudiera comprar la sepultura del poeta: “Sin él no hubiera estado enterrado donde está, hubiera ido a una fosa u osario, ese era su destino”.
Izquierdo ha hablado por todas las víctimas para afirmar que “ha sido este un camino muy largo” para llegar a que el Estado reconozca y homenajee a las víctimas de la dictadura: “Se nos ha entregado un documento en el que dice que se reparar la memoria de nuestros héroes porque es lo que fueron, héroes que lucharon por la libertad”, ha afirmado. Además, en el caso de Miguel Hernández y otros represaliados sobre los que pesaban condenas, la declaración reconoce que sus sentencias son nulas, ha celebrado. Ha cerrado leyendo un verso del último poema de Hernández antes de morir: “Hay un rayo de sol en la lucha que siempre deja la sombra vencida”.
Por Marta Borraz