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El veto definitivo del PSOE a entrar en el Gobierno de Ceuta empuja a Vivas a acercarse de nuevo a los localistas

El presidente de Ceuta, Juan Jesús Vivas.

Gonzalo Testa

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La negativa de la Ejecutiva Federal del PSOE a mantener los tratos abiertos por su secretario general en Ceuta, Juan Gutiérrez, para cerrar el gobierno de coalición que había exigido al PP a cambio de garantizar su estabilidad y los vetos cruzados entre 'populares' y Vox ha empujado al presidente de la Ciudad, Juan Vivas, a buscar en las formaciones localistas con representación institucional, el MDyC y Ceuta Ya!, un “gran acuerdo” que le asegure los cuatro diputados que le faltan para navegar sin contratiempos la legislatura que acaba de comenzar.

Los próximos cuatro años se presumen clave para, entre otros retos, rematar el encaje de la localidad española norteafricana en la UE (con su entrada o no en la Unión Aduanera y el Comité de las Regiones o la aplicación íntegra en la frontera del Tarajal del acervo Schengen sin excepción de visado para ningún marroquí), la consolidación de un nuevo modelo económico (ligado a las nuevas tecnologías) o la ejecución de inversiones estratégicas como la interconexión eléctrica submarina con Andalucía, que costará más de 250 millones de euros.

Pese a gobernar en minoría, Vivas querría afrontar este ciclo tras ganar seis elecciones consecutivas con el mayor respaldo posible en la Asamblea, pero no ha vuelto a saber de los socialistas tras el portazo de Ferraz al Gobierno de coalición que le exigía formar el PSOE local y tampoco quiere saber nada de Vox, que se ha ofrecido al PP ceutí si este prescinde de su líder.

Los socialistas de Ceuta han literalmente “cerrado por vacaciones” desde que, el jueves de la semana pasada, Ferraz exigió que paralizasen y renunciasen de inmediato a las negociaciones que habían entablado con el PP local para, con su acceso a consejerías y empresas municipales ya perfilado, cerrar una “gran coalición” inédita a nivel nacional.

Feijóo y los suyos han intentado sacar rédito partidista a nivel nacional al portazo de la federal de Sánchez a las ambiciones de su líder en la ciudad autónoma con el objetivo de caricaturizar al PSOE como un partido “irresponsable” hasta en territorios que concentran “riesgos y amenazas sin parangón” como Ceuta, donde llevan sosteniendo al PP desde 2020.

Fuentes de Ferraz han explicado a elDiario.es su disposición a seguir alcanzando “apoyos puntuales”, pero hasta ahí: “Con este PP, el de Feijóo, que nos insulta cada dos palabras, difunde bulos a diario y tiene un nulo respeto por el presidente del Gobierno, no hay nada que hacer a nivel de pactos... Otra cosa serán acuerdos puntuales como se ha venido haciendo, por lo que no podrá decir nadie que el PSOE no contribuye a la gobernabilidad de Ceuta”, han zanjado.

PSOE: “El PP solo puede pactar con la ultraderecha”

Según la dirección nacional socialista, “no es un problema del PSOE: el PP de Feijóo nunca ha estado más solo y solo puede pactar con la ultraderecha”. Al otro lado del Estrecho, representantes del PSOE ceutí, que teme perder toda su capacidad de influencia, siguen susurrando al entorno de Vivas que no se precipite, que las aguas podrían volver a su cauce a la vuelta de las vacaciones.

Pero el presidente del PP de Ceuta, que ya había salido de la campaña de las municipales convencido de que los socialistas de Juan Gutiérrez no son una pareja deseable, ha reactivado los contactos con las formaciones localistas de las que poderes económicos y mediáticos le exigieron alejarse por “islamistas” y “comunistas”.

El MDyC, cuya líder, Fatima Hamed, formó parte del núcleo fundacional de Sumar, del que se ha alejado; y Ceuta Ya!, que antes de su refundación hace un año con el politólogo Mohamed Mustafa al frente se asoció con Podemos, fueron los grandes triunfadores de los comicios del 28M, cuando elevaron su presencia en la Asamblea a tres y dos escaños, respectivamente. Aunque sus diputados por separado no sirven al PP (9) para alcanzar una mayoría suficiente (13), aglutinados ahora son la tercera alternativa aritmética de gobernabilidad al margen del PSOE (6) y Vox (5).

Pese a estar lejos de llevar una estrategia de negociación común y tener diferencias notables a todos los niveles, actualmente comparten discreción. Llevan, de hecho, en silencio desde que comenzó la campaña de las generales. Entonces, como les pidió el PP, evitaron respaldar a los socialistas igual que en abril de 2019, cuando gracias a su apoyo el PSOE ganó el diputado y los dos senadores de la circunscripción en las Cortes Generales, que tras pasar por Vox el 23J han vuelto a teñirse de azul.

Tanto Hamed como Mustafa, que cosechan la mayoría de sus votos en las barriadas de la periferia, las de menor poder adquisitivo y población eminentemente árabo-musulmana, han rechazado hacer ninguna declaración o valoración a elDiario.es sobre el conflicto interno del PSOE y su distanciamiento del PP o el estado de sus negociaciones con Vivas, que hace dos meses estaba dispuesto a conformar un gobierno plural con ambos.

PP: “Con Vox, ni ahora ni nunca”

“Seguimos trabajando en un gran acuerdo que nos dé estabilidad y gobernabilidad y en él podrá entrar cualquier grupo político que respete las líneas estratégicas y los objetivos que nos marcamos al inicio de la legislatura”, resumió este martes el portavoz del Gobierno de la ciudad, Alejandro Ramírez, que en rueda de prensa recibió con una sonrisa irónica la pregunta sobre la “mano tendida” por Vox al PP de Ceuta para entenderse a cambio de la cabeza política de Vivas.

“El tema de Vox no es una cuestión personal del presidente, sino de todo el Gobierno y de todo el PP... Ninguno vamos a acordar nada con Vox, ni ahora ni en un futuro, y no es algo personal, es unánime”, replicó el también consejero de Fomento al presidente de la formación ultraderechista en la ciudad, Juan Sergio Redondo, que ha querido pescar en el río revuelto de populares y socialistas y ha asegurado conocer a “personas decentes y bienintencionadas” cerca de Vivas que sí tienen a “Azcón, Mañueco o Mazón” como “referentes”.

“Vivas es su verdadera rémora, un cáncer para Ceuta, y se ven en la obligación de comulgar con ruedas de molino y de tragar con los cachorros de Sánchez y una suerte de islamistas radicales blanqueados bajo la etiqueta de localismo progresista”, ha despreciado al resto del arco parlamentario local el extremista, que durante 2020 fue efímero aliado del PP ceutí hasta que este rompió con los de Abascal por sus ataques a la españolidad de los musulmanes caballas, la mitad de la población local.

Ahora intentan maquillarlos: “En absoluto vamos a dejar de denunciar que en Ceuta hay musulmanes promarroquíes y quintacolumnistas, algo que incluso reconocen infinidad de musulmanes que sí que son y se sienten profundamente españoles, pero tampoco de señalar a todos esos 'españolitos' que, sin ser musulmanes, sirven directamente a los intereses anexionistas marroquíes y marroquinizadores”, ha intentado distinguir Vox esta semana.

Con el presidente de la ciudad investido el pasado 17 de junio como cabeza de lista más votado con la abstención del PSOE y Vox, la próxima votación trascendente en la Asamblea regional está prevista para principios de septiembre. Será la primera modificación del Presupuesto de la administración local de este año, que suma más de 400 millones de euros. Aunque querría tenerlo abrochado cuanto antes, Vivas aspira a cerrar como muy tarde en octubre un acuerdo por escrito para elaborar las cuentas de 2024 y hacer planes hasta 2027 con certidumbres. Según su versión, que el próximo inquilino de La Moncloa sea Sánchez o Feijóo no importa, pues su “lealtad institucional” y sus “reivindicaciones” al Estado serán “idénticas” con uno u otro.

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