Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Vox intenta desmarcarse ahora de los mensajes radicales contra el feminismo en los que basó su proyecto político

Santiago Abascal y Francisco Serrano

Laura Galaup

Francisco Serrano lleva años cargando contra el feminismo o las políticas de género. El diputado de Vox en Andalucía critica siempre que puede lo que denomina “hembrismo, feminismo radical” o incluso “yihadismo de género”. Hace un par de años llegó a bromear con la violación en grupo de una mujer. De esta forma quería apoyar a la portavoz de Ciudadanos en el Congreso, Inés Arrimadas, después de que una ciudadana le desease por otra red social, Facebook, que le ocurriera esto.

Serrano ya fue el cabeza de lista a las elecciones andaluzas del 2015, por lo tanto sus posiciones no son desconocidas para la formación de extrema derecha. De hecho, el partido de Santiago Abascal ha asumido gran parte de sus argumentos, así como la pretensión de eliminar la ley contra la violencia de género, planteamientos en los que basó sus últimas campañas electorales y su proyecto político.

Sin embargo, con la institucionalización del partido, sus primeros pactos para apoyar gobiernos municipales y las negociaciones para formar parte de ellos, Vox ha decidido desmarcarse de las últimas declaraciones del juez Serrano y del discurso más incendiario contra el feminismo que reivindicó hasta hace apenas unas semanas.

Tras el fallo del Tribunal Supremo contra La Manada, el portavoz del partido de extrema derecha en Andalucía sorprendía asegurando que “es una sentencia dictada por la turba feminista supremacista”. “A partir de esta sentencia, si una mujer dice sí pero en cualquier momento posterior dice no, inclusive varios días después, el denunciado será condenado a prisión por violación”, apuntó en su perfil de Facebook, tras la condena emitida contra los cinco hombres miembros de 'la manada' a quince años de cárcel por un delito continuado de “violación”.

A pesar de que los magistrados determinaron que los hechos sucedidos el 6 de julio del 2016 fueron un “auténtico escenario intimidatorio” en el que la víctima “en ningún momento consiente”, el diputado de Vox llegó a asegurar que este fallo aboca a que “la relación más segura entre un hombre y una mujer, será únicamente a través de la prostitución”. Posteriormente estos mensajes desaparecieron de su perfil de Facebook y optó por emitir un comunicado en el que señalaba que con esos mensajes no trataba de defender a los miembros de La Manada.

Ante estos comentarios, el partido decidió tomar distancia. Este sábado el equipo de prensa de la formación difundía una “nota aclaratoria” en la que aseguraban que “la versión del partido en Andalucía” sobre este fallo era únicamente la publicada por “Alejandro Hernández como portavoz de Vox en Andalucía”. “De manera que cualquier comentario o valoración realizada al margen de lo oficial es lógicamente a título personal de quien los suscriba”, reseñaban para desvincularse de los comentarios de Serrano.

Hernández, al que citaban en el comunicado, optó por un tono aséptico y alejado de la polémica, en el que se limitaba a manifestar su “máximo respeto por las resoluciones” judiciales. “Desde VOX pedimos ya hace tiempo un endurecimiento de las condenas para los delitos de violación. Seguiremos luchando por un poder judicial autónomo e independiente”, añadió. Este mensaje fue retuiteado por las cuentas oficiales del partido.

Los portavoces de la formación no se pronunciaron sobre este tema, a excepción del ahora eurodiputado Hermann Tertsch, que salió en defensa de Serrano. Este lunes, el partido trataba de poner fin a la polémica reseñando, también a través de su perfil de Twitter, que les “preocupa la politización que han hecho de este caso la izquierda y el feminismo radical” y que mostraban su apoyo a todos los jueces, “incluido el juez del voto particular, Ricardo González, víctima de una campaña de acoso infame”.

La llegada de Vox a las instituciones y su insistente petición de entrar en los gobiernos que está apoyando ha coincidido con la desautorización a Serrano. El juez ya hizo frente a cambios en el grupo parlamentario, pasando de ser portavoz a presidente. Actualmente la persona que ocupa la portavocía es Hernández, el mismo diputado al que remitieron desde Vox como emisario de la versión oficial del partido.

Serrano fue el cabeza de lista en las elecciones autonómicas y protagonizó el primer éxito electoral para la formación de extrema derecha. Encabezó la candidatura con la que se inició la entrada de Vox en parlamentos autonómicos. Para Vox Serrano no es un representante más, lidera uno de los ejes programáticos de la formación de extrema derecha y la desautorización del partido ha generado desconcierto entre algunos de sus seguidores de base. 

Etiquetas
stats