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Feijóo llama a la unidad y a eliminar “la revancha y el rencor” tras ser encumbrado como nuevo líder del PP

El candidato a la presidencia del PP, Alberto Núñez Feijóo (c), saluda a Pablo Casado (d) ante la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, durante la segunda jornada del XX Congreso Nacional del PP que se celebra en Sevilla.

Aitor Riveiro / Alberto Ortiz

Sevilla / Madrid —

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“Si tengo que dejar Galicia no es para presentarme a un juego”. “Fuera la revancha, el rencor y la división”. “Lo vamos a arreglar todos juntos”. “Nos queda una larga tarea por delante. Pero ya la hemos iniciado”. “Basta ya de polémicas forzadas, de enfrentarnos, de crear problemas. Cerremos los debates estériles y abordemos los reales”. “Sacar la política del enfrentamiento, de la hipérbole. Mi proyecto es de entendimiento, de entendimiento interno. Si no te apoyan en casa, mal puedes acreditarlo fuera”. Con estas frases en clave interna ha iniciado Alberto Núñez Feijóo su mandato al frente del Partido Popular tras lograr el apoyo casi unánime de los compromisarios que han votado en la última jornada del XX Congreso Nacional celebrado este fin de semana en Sevilla.

La presidenta del XX Congreso Nacional del PP, Teófila Martínez, ha anunciado al filo del mediodía el triunfo de Feijóo, único candidato a suceder a un Pablo Casado que ha asistido durante la tarde del viernes y la mañana de este sábado a su propio funeral en primera fila del auditorio del Palacio de Congresos y Exposiciones de la capital andaluza. Los compromisarios han ratificado al gallego, que logró 36.781 votos entre la militancia en unas primarias sin rivales. Los delegados han confirmado la apuesta de los barones para sustituir a Casado tras su derrota en la guerra con Isabel Díaz Ayuso: de los 3.111 compromisarios acreditados a votar, 2.670 han ejercido su derecho. 2.663 han sido votos válidos. Ha habido 7 nulos y 44 en blanco. 2.619 han votado a Feijóo, lo que supone el 98,35% de los votos emitidos.

“Gracias por elegirme presidente del PP, pero esta elección solo es el principio, porque lo importante de verdad ahora es seguir juntos para que los españoles nos elijan para gobernar su futuro. Gracias a todos de corazón”, ha dicho tras subir a la tribuna para brindar su discurso como presidente electo del partido.

El tramo final del congreso extraordinario, el vigésimo en apenas tres décadas de existencia del PP, ha confirmado el nacimiento del tándem Feijóo-Moreno para dirigir el partido. El nombramiento de Cuca Gamarra como secretaria general vino acompañado de la designación de la mano derecha del presidente andaluz, Elías Bendodo, como coordinador general. Una táctica, la de colocar a dos personas por debajo a un nivel parecido, que Feijóo ha heredado de Mariano Rajoy.

El viernes Feijóo hizo un discurso, como candidato, supuestamente en clave interna. El sábado, una vez proclamado presidente, llegaba el turno del “proyecto de país”. Pero el dirigente gallego, que desde el lunes ocupará el despacho de la séptima planta del número 13 de la madrileña calle Génova (todavía formalmente en venta), ha dedicado buena parte de su alocución, que ha superado la hora de duración, a aleccionar a los suyos y a pedirles que dejen atrás las pugnas internas. La última de ellas le ha propiciado el salto a Madrid que no dio en 2018.

“Si tengo que dejar Galicia después de 13 años, con la confianza mayoritaria de los gallegos, no es para presentarme a un juego. Vengo a hacer una política seria”, ha dicho Feijóo. El viernes se expresaron en términos similares sus predecesores en el cargo: José María Aznar, Mariano Rajoy y Pablo Casado. Cada uno con su estilo y sus términos, los tres reclamaron al partido colocarse detrás del gallego. “Es irreversible”, dijo Aznar. El presidente saliente se reivindicó y dejó claro que él va a salir del foco para no entorpecer al sucesor.

También en clave interna Feijóo ha insistido en una idea que ya dejó caer el viernes: que no es un líder temporal ni “con fecha de caducidad”. Será él quien decida cuándo y cómo se va, y no lo hará necesariamente si pierde las próximas elecciones generales, previstas para 2023. “Soy tenaz y no voy a parar hasta que a los españoles se les ofrezcan soluciones”, ha dicho. “Hasta que puedan recuperar un Gobierno del que fiarse. Hasta que devuelva la confianza que este partido ha depositado en mí”, ha concluido. Un día antes, Isabel Díaz Ayuso sí metió un poco de prisa a su nuevo jefe de filas: “No nos hemos reunido aquí para ganar un congreso sino para ganar elecciones”.

Fuera del marco interno que ha dominado todo el congreso, Feijóo no ha desvelado más que el cambio de estilo que se le presuponía. El presidente del PP ha hecho gala de una retórica muy similar a la que empleó durante años Mariano Rajoy, plena de lugares comunes y frases hechas sin contenido real. “España merece más que un Gobierno dividido, y nosotros hemos demostrado que estamos unidos. España merece más que un Gobierno que rompa sus consensos básicos, y estamos aquí para garantizar a la gente que no vamos a jugar nunca con ellos. España merece más que un Gobierno triunfalista que si algo le sale mal es por culpa de los demás”, ha dicho. “España merece más, merece lo mejor”, ha concluido.

“Estamos aquí para ofrecer fiabilidad, madurez, sentido de Estado y un rumbo claro”, ha planteado. “Para garantizar una alternativa de gobierno e incluso una alternativa a la actual política española”, ha añadido. “Lo vamos a demostrar con responsabilidad y sosiego. No se trata de esperar por el turno, que seguro que va a llegar. No vamos a esperar a que caiga el Gobierno por su propia ineficacia, demostrar a los españoles que no hay que resignarse, que hay otra manera de gobernar. No estamos para asistir como meros espectadores a la autodestrucción de los partidos del Gobierno”, ha planteado.

También ha ofrecido su apoyo al Gobierno mientras su momento llega. Pero sin concretar en qué se traduciría dicho apoyo. “Para rectificar lo que se hace mal, garantizamos nuestro apoyo al Gobierno. Para dejar de ocultar los problemas que hay y los que vendrán. Para agilizar las medidas que los españoles necesitan. Para cesar a los ministros que hacen oposición desde el Gobierno. Para bajar impuestos a la energía. Para proteger nuestros servicios públicos con una economía que crezca de forma sana. Para no depender de los que quieren fracturar y dividir nuestro país”, ha asegurado.

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