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MEMORIA HISTÓRICA
Bohórquez Vecina, el desconocido secundario de Queipo de Llano que también saldrá de la Macarena

Francisco Bohórquez

Javier Ramajo

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Francisco Bohórquez fue el hombre de confianza y brazo derecho del jefe de la Segunda División Militar, Gonzalo Queipo de Llano, y sus restos mortales reposan cerca de él, en la basílica de la Macarena que se prepara para la exhumación, tal y como ha ordenado el Gobierno de España, y avanzó elDiario.es. Bohórquez Vecina, natural de Ubrique, era el auditor encargado de ratificar las sentencias de los tribunales militares creados en tiempo de guerra en nuestro país. Más desconocido, bajo la dirección de Queipo aprobó numerosas sentencias de muerte, como demuestra el historiador Francisco Espinosa en su libro 'La justicia de Queipo'. “Todos los procedimientos, causas, consejos de guerra sumarísimos, etc. pasaban por él”, comenta el autor a este periódico. Llevaba la “estructura jurídica” de las decisiones de Queipo, apunta el también historiador José Villa.

“Al final de cada sumario, siempre aparecía su firma y justo debajo la de Queipo”, señala Espinosa. “Acompañados después de muertos, en la basílica. Fueron dos figuras claves del fascismo sevillano, con un papel primordial en el golpe y en los años siguientes. Bohórquez daba instrucciones en Sevilla y en otras provincias acerca de la manera en la que había que actuar, con directrices que producen escalofríos por la manera en que animaba a que se cumpliese toda la depuración que se estaba haciendo. Eran tal para cual”, explica el historiador.

Elegido Hermano Mayor de la Hermandad de la Macarena apenas un mes antes del golpe, Bohórquez acercó a su superior al aparato cofrade, según los historiadores consultados, que hizo que Queipo fuera nombrado Hermano Mayor Honorario, como reza en su lápida, un par de meses después del levantamiento militar. El general Bohórquez, responsable de los consejos de guerra instruidos desde el 18 de julio de 1936, “señalaba a la gente que había que fusilar con base a una justicia militar que obedecía a una revancha”.

El último alcalde republicano de Cortes

Una de esas “revanchas” está detallada en el libro 'Las fosas comunes del Marrufo'. Uno de sus autores es Fernando Sigler, doctor en Historia, residente en la propia Ubrique y autor de muchas publicaciones relativas a la memoria histórica, quien dedicó un capítulo a “la venganza del auditor Bohórquez contra el último alcalde republicano de Cortes de la Frontera (Málaga)”, pueblo limítrofe con Ubrique. Andrés Pérez del Río, tras huir de su pueblo, se trasladó a Cartagena como segundo jefe de un batallón de Infantería de Marina. Después, y una vez caída la ciudad de Málaga en manos rebeldes, y sin perspectivas de progresar, se entregó a las fuerzas nacionales en Granada.

El 21 de febrero de 1937 ingresó en una prisión de Sevilla. Al día siguiente, se relata en la publicación, el auditor Bohórquez encomendó a un alférez que instruyera un juicio sumarísimo en su contra, dictándose procesamiento y auto de prisión el mismo día. El consejo de guerra se celebró dos días después. Según la sentencia, notificada en Sevilla, durante el mandato de Pérez del Río se cometieron numerosos asesinatos y saqueos y, posteriormente, ejerció el mando de una compañía contra el ejército nacional, imputándole un delito de rebelión militar y siendo condenado a muerte. Bohórquez aprobó la pena máxima contra el alcalde.

Familiares de las víctimas derechistas de Cortes se dirigieron a Queipo de Llano para que la pena capital se le aplicara en su propio pueblo, calificando al alcalde de “monstruo” o de “odioso criminal”. “Queipo accedió gustoso a la sed de venganza de los familiares de los fusilados”, se narra en el libro. Así, Pérez del Río fue fusilado el 24 de febrero de 1937, siendo “uno de los actos de venganza institucional que se registraron en Cortes tras el triunfo del golpe. Además, la gestora municipal acordó rotular la calle hasta entonces llamada 14 de abril con el nombre del auditor de guerra Francisco Bohórquez, en agradecimiento por sus gestiones para ordenar el traslado de Pérez del Río a Cortes para ser ejecutado en ese pueblo pese a haber sido sentenciado en otra plaza.

La Asociación Papeles de Historia, a la que pertenece Sigler, precisamente elaboró un informe sobre el auditor que sirvió de base para que el Ayuntamiento aprobara el 30 de mayo de 2006 retirar su nombramiento como Hijo Predilecto de Ubrique, distinción que le fue concedida el 30 de enero de 1937, en plena Guerra Civil. El portavoz municipal de IU, Manuel Ramírez Ordóñez, recordó que “del despacho de Sevilla de Bohórquez salieron órdenes de instruir consejos de guerra sumarísimos contra cientos de represaliados republicanos de la provincia y de toda Andalucía”. El Pleno aprobó otra petición de IU por la que se eliminó el nombre del auditor Bohórquez de la calle popularmente conocida como 'del Perdón'.

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