El “limbo académico” de universitarios que pidieron un traslado de expediente: “Lo mismo no sé si estoy admitido hasta diciembre”
“Hemos estado de vacaciones”. Ha sido la respuesta este mismo lunes de una responsable de administración de la Facultad de Medicina de la Universidad de Sevilla al padre de un estudiante que solicitó formalmente, en tiempo y forma, un traslado de expediente desde la Universidad Autónoma de Madrid. Este mismo lunes, sus futuros compañeros (o no) de la facultad sevillana comienzan las clases con normalidad, pero él, con todas las asignaturas aprobadas del primer curso en la capital de España, se encuentra en “un limbo académico” pese a haber tramitado el papeleo en su momento, tal y como se le pedía. “Y si no le admiten en Sevilla, ¿va a tener que estar un año en blanco? ¿No pueden organizarse las vacaciones del personal de otra manera? Han empezado las clases universitarias y hay un armario lleno de traslados de expedientes pendientes de resolverse. Es sonrojante”, lamenta el padre del estudiante.
La respuesta oficial (recordemos, el mismo día que empiezan las clases) ha sido la siguiente, según ha podido comprobar este periódico: “Cuando tengamos una respuesta a su solicitud, se le enviará por correo postal a la dirección indicada en la misma. Como todos los años, se han presentado muchas solicitudes de traslados de expedientes de universidades nacionales. Al finalizar el plazo de solicitud el 31 de julio, y en agosto hemos estado de vacaciones, es ahora en septiembre cuando se empiezan a estudiar estas solicitudes”, le indican desde Administración.
A esta respuesta se le añade que el propio estudiante se ha dirigido nuevamente esta mañana al centro, donde le han comunicado verbalmente, no sin esfuerzo para ser atendido porque esta vez acudía sin cita previa, que “hasta primeros de octubre no se empezará a resolver su expediente”. No era la primera vez que se presentaba el joven en el lugar donde ha pedido estudiar, ya que han sido “varias” las ocasiones en que se ha acercado para interesarse por su petición de traslado. En todas ellas “la respuesta era siempre la misma: la persona que lleva esto está de vacaciones”. Incluso “a primeros de septiembre”, tras ir personalmente, la respuesta seguía siendo idéntica.
Número limitado de plazas
El joven tuvo que trasladarse a estudiar en Madrid porque la nota no le alcanzó para hacerlo en su ciudad, Sevilla, por una “ponderación distinta” en la nota de matemáticas en Selectividad. Ahora, con un “expediente inmaculado, con buenas notas”, solicitó el pasado 17 de julio el traslado a la capital hispalense para continuar en la US sus estudios de Medicina. “En el mejor de los casos, empezará 15 días o un mes después que el resto de sus compañeros, sin contar con que hubiera que presentar otra documentación o solventar alguna cuestión concreta, dentro de un proceso que no sabemos cuánto va a tardar y con la incertidumbre de si va a poder estudiar o no. Lo mismo no sabe si está admitido hasta diciembre”, denuncia.
El tiempo, en todo caso, corre en su contra. De hecho, la web de la US, en el apartado de 'cambio de estudios y/o Universidad', advierte que “en las titulaciones que se imparten en las Facultades de Medicina y Odontología, existe una normativa específica del Consejo de Gobierno que limita el número de estudiantes que pueden acceder anualmente por esta vía”.
De lo que no avisa la web es de lo que reconocen a este periódico fuentes oficiales de la Universidad de Sevilla: “Agosto es inhábil y se establecen tres meses de plazo de respuesta por lo que, una vez que a finales de julio se cierra el plazo, se pasa el tema a los centros afectados y disponen de tres meses para resolver e informar”. Un máximo de tres meses durante los que este estudiante tan solo podrá esperar a que su centro resuelva su petición, sin poder asistir a clase, sin estar matriculado en ningún centro, con la posibilidad de pasar un año en blanco o, en el mejor de los casos, empezar con un notable retraso las clases respecto al resto de sus compañeros de curso.
Acerca de qué ocurriría si la Universidad de Sevilla resuelve en contra de su solicitud, es decir, si la Hispalense inadmite su petición de traslado de expedientes, las fuentes de la US sostienen que “lo normal es que permanezca en su universidad de origen”. “Si consigue el traslado, las universidades hacen los correspondientes traslados de expedientes, con todas las garantías de legalidad. Las personas que solicitan traslado conocen bien estos procedimientos. El número de plazas por traslado es muy limitado”, señalan desde la Universidad de Sevilla.
“¿Está pasando esto en el resto de facultades o de universidades?”, se pregunta este hombre, que apunta que su hijo tratará de acudir a las clases de segundo de Medicina “si le dejan entrar como oyente”, pero indignado al ver que su hijo no sabe aún si está o no admitido y ante la posibilidad de que tenga que regresar a la Autónoma, una situación que, a juzgar por las respuestas oficiales desde la US, parecen vivir muchos más estudiantes y que va más allá de este caso particular.
eldiario.es ha solicitado información de este tipo de procesos en otras universidades. Fuentes de la Universidad de Cádiz (UCA), por ejemplo, indican que existen dos procedimientos a realizar: en primer lugar una solicitud de reconocimiento de al menos 30 créditos, con un plazo de presentación del 1 de febrero al 10 de mayo y dos meses para resolver tras la finalización del plazo; en segundo lugar se plantea la solicitud de admisión en un período de matrícula ordinario, de septiembre al 15 octubre. El plazo máximo para la resolución de la solicitud es el 30 octubre.
Un mínimo de 30 créditos
Preguntado por esta circinstancia en el estudiante de Medicina afectado, su padre comenta que fue entregada toda la documentación “para que le hiciesen las convalidaciones”. “Sin 30 créditos no hacen el traslado”, reconoce el estudiante, tal y como se advierte en la web de la US: “Si no te reconocen un mínimo de 30 créditos, deberás presentar solicitud de preinscripción y obtener plaza”, dice la Universidad.
Por su parte, desde el Sindicato de Estudiantes, su portavoz en Sevilla Ainhoa Murcia señala que las universidades sevillanas, tanto la US como la Pablo de Olavide, “desde que acabó el curso y hasta ahora están teniendo retrasos en la resolución de determinados procesos”. “Muchos estudiantes han estado a punto de no entrar en plazo para algunas cuestiones”, añade, sin que esta representante estudiantil pueda ofrecer mayor detalle de los traslados de expedientes como el del estudiante de Medicina.
Lo que sí recomienda al afectado que protagoniza esta información es “que no espere a octubre y que siga presionando”. Indica que la mayoría de las facultades, al menos las de la Universidad de Sevilla, comienzan sus clases el lunes 23. No es el caso de la Facultad de Medicina, que este lunes ha dado por iniciadas las clases, según un reciente anuncio del Decanato.
Algunos de los plazos establecidos para algunos procedimientos son “un sinsentido”, apunta la representante estudiantil, que señala en todo caso que “no debería haber solo una persona que se encargue del tema de los traslados”. Lamenta que este afectado “no sepa a estas alturas si ha sido admitido por la Universidad de Sevilla”.