La imagen de la Esperanza Macarena reaparece en Sevilla rodeada de cientos de fieles tras su polémica restauración
Cientos de devotos han acompañado desde primera hora de este lunes a la Esperanza Macarena en su reposición al culto una vez que ha concluido el proceso de restauración que la Hermandad de la Macarena encargó a Pedro Manzano tras la polémica suscitada en el mes de julio ante los trabajos que hiciera sobre la imagen el profesor Francisco Arquillo.
La respuesta del barrio ha estado a la altura de la expectativa que se barruntaba con la vuelta al culto de María Santísima de la Esperanza Macarena. Ante la previsión de una gran afluencia de devotos alrededor de la Basílica la Hermandad anunció que desde las 06,00 de esta mañana se abrirían las puertas del templo.
La Esperanza Macarena estará ante los ojos de sus fieles de forma ininterrumpida este lunes hasta las 23,00 horas. Así permanecerá la Virgen también este martes y miércoles, días 9 y 10, aunque en este caso el horario se acota entre las 7,00 y las 21,00 horas, según ha informado la Hermandad por medio de su página web.
La Hermandad de la Macarena ha detallado que hermanos y devotos tendrán dos modalidades de acceso a la Basílica. En el caso de quienes deseen pasar ante la Esperanza Macarena y realizar una meditación accederán por la puerta situada a la derecha de la reja del atrio y seguirán el itinerario habitual en los besamanos. Saldrán por la puerta de la tienda de recuerdos de la Basílica.
Para los fieles que no deseen situarse ante la imagen accederán a la Basílica libremente a través de la puerta principal y se situarán en un amplio espacio en el centro del templo y ahí poder contemplar a María Santísima de la Esperanza.
Las personas con movilidad reducida tendrán acceso preferente, para lo cual deben dirigirse al personal de seguridad, que les indicarán cómo llegar hasta la Macarena.
La carta del restaurador
La Hermandad de la Macarena ha publicado en su página web una carta del restaurador de la imagen de la Virgen. Pedro Manzano asegura en este texto que “haber servido a la Esperanza Macarena ha sido un honor profesional y humano que difícilmente podré olvidar”, al tiempo que confiesa haber comprendido “de inmediato la magnitud del desafío y la responsabilidad que se me confiaba”.
“Durante este tiempo cada jornada ante la imagen ha sido un acto profundo compromiso”, ha proseguido explicando el restaurador, quien de igual forma ha señalado haber procurado “con la mayor sensibilidad posible restituir su integridad devocional y devolver esa mirada que tantos reconocen como refugio, consuelo y promesa”.
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