Vecinos del Polígono Sur claman contra la pobreza en los barrios: “Se puede erradicar, pero no hay voluntad política”

“La pobreza y la desigualdad no son inevitables, son el resultado de decisiones deliberadas o de la falta de medidas que niegan a los más pobres y marginados de nuestras sociedades y violan sus derechos fundamentales”. Partiendo de esta premisa que atribuyen a Naciones Unidas, la Asociación Andaluza de Barrios Ignorados (AABI), junto a la plataforma Nosotros también somos Sevilla, se ha sumado este 17 de octubre a las acciones por el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza que cada año convoca la propia ONU.

Con el afán de denunciar una “realidad que siguen padeciendo aproximadamente un millón de personas en numerosos barrios de Andalucía”, varios vecinos y colectivos de Sevilla se han congregado este martes en el barrio de menor renta neta media anual por habitante de toda España, según los últimos estudios estadísticos: el Polígono Sur de la capital andaluza.

De esta forma, Nosotros también somos Sevilla ha tratado de visibilizar que la pobreza no es “algo abstracto”, sino la consecuencia de una política ineficaz ante las necesidades de unos barrios en los que “cada vez hay más familias empobrecidas”, tal y como manifiesta a SevillaelDiario.es Rosario García, portavoz de la plataforma y delegada de AABI en la ciudad hispalense.

Pobreza en todas sus formas

Rosario llegó al Polígono Sur hace más de 40 años con una pancarta en la mano. “Y todavía no la he soltado”, afirma en un intento de reflejar la incesante lucha que llevan décadas librando “para que la calidad de vida de los vecinos mejore”, sin haber percibido avances desde entonces. De hecho, de acuerdo con la presidenta de Barrios Ignorados, María del Carmen Picón, los índices de pobreza “han empeorado” en los últimos años, pues la crisis derivada de la Covid y la inflación posterior que ha provocado la guerra en Ucrania, entre otras circunstancias, han dificultado especialmente que quienes habitan estas zonas puedan salir del riesgo de exclusión social que los acecha.  

“Las personas de nuestros barrios tienen la menor renta económica de toda España, situación que se mantiene año tras año sin que se atisbe solución alguna”, condenan desde Barrios Ignorados. Pero más allá de la pobreza en términos estrictamente económicos (alimentada por la “abismal” tasa de paro y la precariedad laboral que denuncian los vecinos), la asociación convocante ha puesto el foco en las múltiples variantes que adopta la pobreza en estas zonas desfavorecidas, donde “sólo por nacer, vivir, en un lugar determinado, se excluye a las personas al acceso a un trabajo, a los servicios sociales, a la justicia... y nos conducen al aislamiento, a la segregación y a la falta de recursos que en otras zonas de la ciudad sí existen”.

Apagones y absentismo escolar, síntoma de la “discriminación estructural”

Junto a la pobreza laboral y urbana, señalan la pobreza social como obstáculo para “poder satisfacer necesidades básicas” como “la vivienda o la sanidad”. De ahí que se hayan concentrado frente al centro de salud de Las Letanías, en aras de protestar contra las deficiencias que acumula la atención primaria y que se traducen en demoras a la hora de pedir citas, según expone la portavoz de Nosotros también somos Sevilla.

Otro de los síntomas de pobreza que preocupa a los colectivos sociales y vecinales del Polígono Sur es el elevado grado de absentismo, abandono y fracaso escolar que se registra en el barrio. Así lo trasmiten a este periódico Pepa Borrego, Natividad Escalante y María del Carmen Gómez, miembros de la coordinadora de Educación de Polígono Sur y antiguas profesionales de la enseñanza. Todas ellas coinciden en lamentar el deterioro que perciben en los centros educativos. “Con lo que eran antes los colegios...” comenta Natividad, que fue directora de uno de ellos y ahora percibe que se han convertido en “guetos dentro de un gueto”. Su colega Pepa, en línea similar, deplora que ahora en el contexto del aula “los niños ven lo mismo que en el barrio” y difícilmente conocen “otro modo de vida”.

Además de exponer estos ejemplos de “discriminación estructural”, Barrios Ignorados ha querido poner el foco en esta ocasión en “los apagones” que vienen sufriendo desde hace años los vecinos del Polígono Sur. Rosario García reivindica el término apagón frente al de cortes de luz porque “es un servicio que pagamos y Endesa nos lo apaga”. En este mismo sentido, señalan la pobreza energética como otra variable que hace que “muchos hogares por sus escasos ingresos, por los altos precios de la electricidad o por falta de infraestructuras adecuadas, no puedan tener luz para alimentar los distintos dispositivos vitales domésticos, utilizar aparatos y máquinas eléctricas sanitarias, o acceder a internet”.

¿Un barrio con futuro?

Todo ello se presenta como “un grave impedimento para el desarrollo de nuestras personas jóvenes”, en la medida en que afecta “al desarrollo vital de niños y niñas de nuestras zonas, manifestándose en estados de desnutrición, mala alimentación, falta de desarrollo motor y psicomotor”. Por eso, Rosario García ha pedido en nombre de todo el vecindario “que nuestros niños tengan las mismas oportunidades” que aquellos que se crían en otros distritos de la ciudad.  

Uno de esos jóvenes que encarnan “el futuro del barrio” es Raúl Sánchez. Este integrador social y vecino del Polígono Sur reconoce que el código postal lastra de forma considerable a quienes nacen en esta barriada y quieren desarrollarse como profesionales. Aunque no se considera “pesimista”, sostiene que el futuro se antoja “muy complicado” en el barrio, a tenor del entorno desestructurado en el que se crían los más pequeños. “En vez de desayunar Cola Cao, se toman un Red Bull”, menciona por poner un ejemplo.

“Aquí los niños sobreviven como pueden”, comenta Toñi Gómez, quien se muestra preocupada por “la impunidad” con la que actúan algunos de los que habitan la zona. A ojos de esta vecina, la única solución pasa por abandonar el barrio, pero en cuanto formula esta opción se contesta a sí misma con indignación: “¿Por qué me tengo que ir si llevo aquí viviendo desde los cuatro años?”.

El papel del Comisionado

Por eso, María del Carmen Gómez entiende que “no hay nada que celebrar”, en referencia al acto que se llevó a cabo en ese mismo enclave hace una semana con motivo del 20 aniversario de la creación del Comisionado del Polígono Sur de Sevilla. “Es una contradicción”, apunta, pues esta figura surgió hace dos décadas con el cometido de coordinar e impulsar las actuaciones de las tres administraciones (Gobierno central, Junta de Andalucía y Ayuntamiento de Sevilla) en la rehabilitación integral del barrio y, sin embargo, “la gente cada vez es más pobre, y cada vez estamos más excluidos y apartados de la sociedad”, según apostilla esta vecina.

Precisamente, el acto de este martes ha concluido con una visita al Comisionado y con la entrega por parte de la delegada provincial de Barrios Ignorados del manifiesto realizado por el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, así como de un sobre con cables en señal de protesta por la falta de renovación de las instalaciones eléctricas, que los vecinos achacan a los continuos fallos en el suministro eléctrico.

Aún con esperanzas

A pesar de radiografiar con tanta crudeza la realidad que perciben en el día a día, los vecinos del Polígono Sur que se han concentrado este martes en pro de erradicar la pobreza, dicen tener “esperanzas” de alcanzar mejoras. Para ello, Pepa entiende que, al margen de las ayudas económicas, se necesita “intervención” y “seguimiento” por parte de las autoridades. “La pobreza se puede erradicar, pero no hay voluntad política”, opina esta integrante de la coordinadora de Educación del barrio.

De su lado, la Asociación Andaluza de Barrios ignorados ha aprovechado esta efemérides para hacer un nuevo llamamiento al Gobierno de España, a la Junta de Andalucía y a los ayuntamientos “para que trabajen de una manera coordinada e integral sobre la situación de nuestros barrios”. Concretamente, abogan por la creación de una Ley de Planes Integrales Comunitarios “que dé soporte legal a la intervención real y eficaz en nuestros barrios” a fin de que, “de una vez por todas”, las familias que habitan estas zonas puedan salir de la pobreza y la exclusión.