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100 retratos, 100 historias, la vergüenza colectiva frente a la pederastia: “Fue como un hachazo, no me dejaba vivir”

Fotografías y testimonios de víctimas en la exposición "Shame"

Paula del Toro

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“Los abusos sexuales comenzaron cuando tenía 12 años y continuaron durante mi adolescencia. La última vez que pasó fue cuando tenía 20 años. Hoy, tengo pesadillas todas las noches y aún me resulta difícil hacer frente a las secuelas psicológicas. Tengo ataques de pánico con frecuencia. Siempre pensé que era culpa mía y me avergonzaba. También sentía que si me ocurrían más agresiones sexuales sería culpa mía”. Es la historia de Saga, una joven sueca de 23 años, víctima de abusos sexuales y explotación en su infancia.

Su rostro es uno de los que recoge la muestra “Shame, Historias Europeas”, un total de cien imágenes y testimonios que documentan y dan voz a víctimas maltrato y abuso sexual infantil en toda Europa. De ellas, cuatro testimonios y retratos son españoles; dos de ellos, vascos. La denuncia de Pepe (49 años), desenmascaró a un entrenador de fútbol de Basauri que abusaba de menores a los que entrenaba. “El año en que empezaron los abusos fue como un hachazo en mi vida. Hasta entonces era un niño valiente y feliz, pero empecé a tener miedo, terrores nocturnos y manías. Era una situación que no me dejaba vivir, que me angustiaba, que me ahogaba. No podía hablar de ello y también abusó de mis hermanos, entonces la carga se hacía cada día más pesada porque me sentía culpable y cómplice. Me sentía responsable de los actos del pederasta. Con los años y la terapia entendí que bastante hice con sobrevivir”, expone Pepe.

La exposición, que forma parte de la iniciativa europea Justice Initiative y ha sido fotografiada por el italiano Simone Padovani, ha pasado por Rumanía, Italia, Portugal, Finlandia y Alemania. En febrero se pudo ver en Bilbao y, ahora, hasta el 21 de julio se podrá visitar en el Espacio para las Artes y la Palabra O_Lumen de Madrid. Después viajará a Barcelona. El objetivo de esta muestra es dar visibilidad a la problemática de las víctimas del maltrato infantil y abusos sexuales en la infancia para que, a nivel europeo, se realice una labor de prevención del problema y que las víctimas sean reconocidas como tal. Juan, de 25 años, es otro de los españoles protagonistas de esta muestra. En su testimonio coincide con las demás víctimas y supervivientes en que hace falta voluntad política y una legislación para combatir y prevenir esta lacra: “Estuvimos mucho tiempo en silencio, incomprendidos, discriminados y victimizados de nuevo. Imploro a la Unión Europea que sea el escudo que los niños necesitan. La infancia es intocable, es el ‘futuro’, debemos protegerla”, defiende. 

Juan Cuatrecasas, padre de una víctima superviviente de abusos en el colegio Gaztelueta de Leioa (Vizcaya), presidente y fundador de Asociación Nacional Infancia Robada (ANIR) y diputado socialista en el Congreso, también pone en valor un necesario y urgente compromiso de los poderes públicos con la gestión de la defensa de los menores. “Esta exposición es un icono visual necesario dentro de una campaña contra la pedofilia que se está llevando a cabo en Europa. Se ha hecho una moción en el Consejo Europeo para que se reconozca a estas víctimas. Dentro de esta Comisión se está recomendando a todos los Estados miembros una cooperación contra estos delitos y la creación de un fondo de presupuestos para la investigación de los abusos en la infancia y la adolescencia”. Destaca el papel de las redes sociales e internet como espacios inseguros: “Es necesario presionar a las grandes plataformas digitales para que retiren de Internet todo el contenido pedófilo, ya que se calcula que cada minuto de media y a nivel global, se publican 160 imágenes y vídeos relacionados con la sexualización infantil”, sostiene Cuatrecasas.  

“La magnitud del problema no hace más que crecer a medida que los agresores son capaces de aprovechar el poder de internet. Ahora los niños corren el riesgo de sufrir abusos sexuales y captación de menores en internet, abusos físicos en sus hogares y comunidades, y el material de abusos a niños y niñas circula a un ritmo alarmante”, defienden desde Infancia Robada. En ese sentido, los supervivientes de abusos sexuales animan a la sociedad a dar un paso al frente y firmar la petición de la campaña SafeForKids que busca que las plataformas digitales tengan obligación de retirar de las redes todo el material de contenido sexual que afecte a menores.

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