Una mujer denuncia al Clínic por usar fórceps en su parto sólo para que varios residentes aprendieran
Nancy Álvarez tenía 24 años cuando, en 2011, acudió al Hospital Clínic de Barcelona para dar a luz. Nada salió como esperaba. Durante el parto, hasta tres médicos residentes trataron de extraer a su bebé con fórceps, algo que, finalmente, tuvo que hacer la médica adjunta que se encontraba con ellos. La niña sufrió una fractura craneal severa, hemorragia intracraneal, un infarto y convulsiones. Álvarez y la asociación El Parto es Nuestro han denunciado al hospital porque consideran que el uso de fórceps no era necesario en este caso y que se hizo tan sólo con una intención didáctica, es decir, para que los residentes practicaran, algo que finalmente acabó causando graves perjuicios a madre e hija.
La asociación adjunta varias pruebas a su denuncia. Por un lado, el testimonio de la amiga que acompañó a Nancy en el parto, Zunilda López. “La cabecita de Valeria ya se veía. La doctora y los practicantes se fueron a otra sala con otra parturienta y le dejaron sola a Nancy como 40 minutos con la cabecita de la bebé que ya se veía. Después volvieron y trajeron unas pinzas y dijeron que iban a tener que usarlas. Cuatro veces le practicaron fórceps. Tres veces los estudiantes y una vez la doctora”, explica López, que asegura que en una ocasión la médica adjunta advirtió a uno de los residentes que “así, no, que le puedes romper la cabeza”.
Como consecuencia de las dolencias, la niña recién nacida fue trasladada al Hospital Sant Joan de Déu de Esplugues de Llobregat. La denuncia aporta el diagnóstico que allí le hicieron, en el que se constata que el bebé “presentaba un hematoma epidural secundario a trauma obstétrico por parto instrumentado”, falta de tono muscular y un infarto isquémico en la zona de la fractura craneal. Las lesiones le provocaron daños neurológicos en la mitad derecha de su cuerpo.
El Parto es Nuestro subraya que se trata de un caso de “fórceps didácticos”: “Esta práctica anacrónica debe ser erradicada por completo de los paritorios, por cuanto supone un atentado contra la integridad física y moral de madre e hijo y puede tener consecuencias irreparables para la salud de ambos. Además, es innecesario adiestrar a los estudiantes utilizando el cuerpo de mujeres reales a quienes no se pide su consentimiento, ya que en el mercado existen modelos y maniquíes preparados para que se practique con ellos”, manifiesta la asociación, que quiere sacar a luz este caso para demostrar que esta práctica sigue llevándose a cabo “de manera habitual”.
Francisca Fernández, abogada del caso, señala que el hospital no les ha proporcionado toda la información que han solicitado. De hecho, en la denuncia piden una copia íntegra de la historia clínica de Nancy Álvarez y su hija, así como un informe del departamento de informática y el archivo de historias clínicas para comprobar cualquier eliminación o modificación de datos. “Después de insistir nos han dado una historia clínica incompleta, en la que falta información que debe contener, tal y como contempla la Ley de Autonomía del Paciente”.
El Hospital Clínic ha declinado hacer comentarios sobre el caso. Sin embargo, en el historial clínico que hasta ahora ha proporcionado a la denunciante, se asegura que el uso de fórceps fue prescrito por “alivio de expulsivo”, es decir, para facilitar la última fase del parto, ya que consideraban que el tiempo de espera era excesivo.
Partos instrumentales
“Antes se hacían muchos fórceps por alivio de expulsivo, ahora sólo se deberían emplear en casos en los que ha pasado mucho tiempo, dos o tres horas, y se dan ciertas circunstancias”, explica Emilio Santos, ginecólogo y miembro de El Parto es Nuestro. En el expediente con el que cuentan las denunciantes consta, no obstante, que en el caso de Nancy tan solo habían transcurrido 40 minutos.
Santos destaca que hasta hace unos años sí se practicaban “fórceps didácticos, sólo para que aprendieran los residentes”, algo que es ilegal desde que entró en vigor la Ley de Autonomía del Paciente. “Hoy día, usar fórceps sólo como práctica docente es ilegal. Los médicos residentes aprenden viendo al adjunto y, llegado el momento, interviniendo bajo la supervisión del experto, tal y como se hace en cualquier otra práctica. En ningún caso se debe hacer si no está médicamente indicado y sólo para que los residentes practiquen”.
Una ginecóloga del servicio de obstetricia del Hospital de Fuenlabrada consultada por eldiario.es asegura que los partos instrumentales (en los que se usan, por ejemplo, fórceps) representan entre el 20 y el 25% del total, por lo que los residentes tienen sobradas oportunidades de entrenarse en ellos. “No tiene sentido hacer uno adrede; si esto es así, es innecesario y nada ético”, sostiene la ginecóloga, que insiste en que todos deben hacerse bajo prescripción médica, que debe figurar por escrito en la historia clínica de la paciente.
La abogada del caso subraya que cuentan también con el informe pericial de un ginecólogo y de un pediatra en los que defienden, entre otras cosas, que para llevar a cabo la práctica de los fórceps es fundamental la pericia y que no se entiende que hicieran falta cuatro intentos para sacar a la niña. En su denuncia solicitan la identificación de todos los profesionales sanitarios que intervinieron en la atención a la denunciante, el protocolo de atención al parto del hospital, el registro de partos del servicio de maternidad en el primer semestre de 2011 y el itinerario formativo de los residentes de ginecología y obstetricia.