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Varios institutos madrileños se encierran contra “el desmantelamiento” de ESO y Bachillerato

Alumnos del IES Carlos María Rodríguez de Valcárcel durante su encierro el pasado lunes./ SOSValcarcel

Laura Olías

La comunidad educativa mantiene el pulso a la Consejería madrileña de Educación. Después de casi dos meses desde que la Comunidad comunicase a varios centros públicos la supresión progresiva de su oferta de ESO y Bachillerato para convertirse en centros especializados en Formación Profesional, las movilizaciones continúan. La última acción: un encierro simultáneo este miércoles por la noche en cinco institutos afectados y la asistencia a la manifestación del 8 de mayo, unidos, con la misma reclamación.

#ElChacelnosecierra es una de las etiquetas que circula por las redes sociales. Los vecinos de barrio de Hortaleza se enteraron de que el próximo curso el IES Rosa Chacel no impartirá primero de Secundaria ni de Bachillerato por casualidad, porque los alumnos no pudieron seleccionar el centro en su solicitud de prematrícula, recuerda Pablo Salcedo, tesorero del AMPA del centro.

La incidencia respondía a un plan de “reordenación” de la oferta educativa de la Consejería dirigida por Lucía Figar, mediante la que el IES Rosa Chacel de Hortaleza, el Barrio de Bilbao de Ciudad Lineal, el Carlos María Rodríguez de Valcárcel de Moratalaz, el Alonso de Avellaneda de Alcalá de Henares y el Luis Buñuel de Alcorcón reducirán sus cursos de ESO y Bachilerato progresivamente hasta convertirse en centros específicos de Formación Profesional. En todos ellos hay convocados encierros durante esta noche.

Con más o menos movilización, padres, profesores y alumnos de los centros afectados manifestaron su oposición a Educación, pero se han topado con “una decisión inamovible”, indica Carmen Marina, profesora de Tecnología del instituto Luis Buñuel. Pablo Salcedo coincide en la poca disposición de diálogo de la Consejería respecto al IES Rosa Chacel. “Hemos hecho actos todas las semanas, hablado con Dirección del Área Territorial, llevado nuestras propuestas a través de los partidos de oposición, pero no hemos conseguido que nos den ninguna explicación acerca de este desmantelamiento”, se queja.

Por su parte, desde la Comunidad han negado en todo momento que las medidas afecten a los alumnos, porque las ofertas de otros centros podrán acoger a los estudiantes sin superar las ratios. Se trata de una reordenación “lógica” con “5.500 centros educativos y 1.200.000 alumnos” cada curso escolar, apuntan.

Una reivindicación por la educación pública

El optimismo de los centros varía, pero la denuncia es la misma. Mientras que el AMPA del Rosa Chacel apuesta por mantener las acciones hasta que la Consejería revierta la decisión –“hasta incluso el próximo curso”, señala Salcedo–, la profesora Carmen Marina no es tan optimista con la situación del Buñuel. “Los alumnos han tenido que hacer sus matriculaciones y no han podido seleccionar el instituto”, dice. El IES Carlos María Rodríguez de Valcárcel de Moratalaz, por su parte, tiene una activa reivindicación de los alumnos de FP, que protagonizan encierros nocturnos desde el lunes.

En el caso del centro de Alcorcón, el colegio Miguel de Cervantes, lindante con el IES Luis Buñuel, se convertirá el próximo curso en un CEIPSO (Centro de Enseñanza Infantil, Primaria y Secundaria Obligatoria) y acogerá a los alumnos de Secundaria del instituto.

Marina, sin embargo, considera que aún hay motivos para movilizarse: “Todavía hay asuntos importantes que la Consejería no ha detallado y que afectan a los profesores, como el traspaso de profesores con plaza fija del instituto al CEIPSO”. La docente explica que, Educación no ha precisado si los profesores podrán pedir el cese voluntario para impartir clase en otro instituto y no un traslado, en los casos en los que no quieran quedarse en el Miguel Hernández. La diferencia entre ambas fórmulas reside en que la segunda supone una pérdida de puntos para los docentes, “cuando el cambio de su plaza fija no ha sido tomada por los profesores”, señala Marina.

Además, Marina concibe esta última acción de protesta como una forma más para “denunciar ante la opinión pública cómo todas estas pequeñas medidas están degradandola escuela pública”. Al instituto Luis Buñuel asisten muchos alumnos “de especial dificultad” que, según la profesora, verán afectadas sus perspectivas educativas al no contar con una oferta completa en el CEIPSO, que incluya Bachillerato.

Para Elvira Gómez, estudiante de Grado Superior de Imagen en el Valcárcel, la lucha para mantener Secundaria y Bachillerato en el instituto ha alimentado una batalla más amplia que persigue la asamblea de alumnos desde hace tiempo. “Mi módulo hace tres años era gratuito y este año he pagado una matrícula de 400 euros. Nos hemos organizado para denunciar la subida de tasas, los escasos recursos, la reducción de profesores”, enumera.

Gómez asegura que tienen profesores saturados, obligados a impartir materias fuera de su especialidad, y que los alumnos están desplazados de sus aulas por unas obras que comenzaron el agosto pasado. “Es mentira que cierren cursos para mejorar la Formación Profesional, mira cómo nos tratan en el Valcárcel”, afirma.

Esta noche, todas las reivindicaciones tendrán su espacio entre las paredes de los centros y se unirán mañana en la manifestación de la huelga estudiantil que parte de la Plaza de Neptuno, a las 18.30 horas. “Hay que educar a los alumnos para que defiendan aquello en lo que creen”, dice Carmen Marina.

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