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Educación marca el camino de los alumnos con “especial dificultad”: directo a la FP

Profesoras del IES Luis Buñuel en la manifestación de educación del pasado 27 de marzo./ Comunidad IES Luis Buñuel

Laura Olías

“Formamos muy buen equipo. Muy trabajador”. Carmen Marina habla con ilusión de un proyecto educativo que, para su desgracia, se desmontará al año que viene. El IES Luis Buñuel de Alcorcón se suma a la lista de institutos públicos madrileños que eliminarán progresivamente ESO y Bachillerato para especializarse en Formación Profesional (FP).

Jorge Araujo y Omayma El Haddouchi pensaban que terminarían el Bachillerato en el Luis Buñuel, cuentan en una carta destinada al resto de alumnos de un instituto que acaban de estrenar. Sin embargo, la decisión de la Comunidad de Madrid ha torcido sus planes. “No nos vamos a quedar con los brazos cruzados”, escriben los estudiantes.

El curso que viene no habrá grupos de primero de ESO y Bachillerato en el Buñuel, los primeros pasos para eliminar estas ofertas del centro, al igual que en los IES Rosa Chacel de Hortaleza, Barrio de Bilbao de Ciudad Lineal y Carlos María Rodríguez de Valcárcel de Moratalaz.

El colegio Miguel de Cervantes, lindante con el instituto Luis Buñuel, acogerá a los alumnos de Secundaria, y se convertirá en un CEIPSO (Centro de Enseñanza Infantil, Primaria y Secundaria Obligatoria). “Este tipo de centros son un recurso excepcional que, por ejemplo, se utiliza en zonas rurales. No entendemos un CEIPSO en una ciudad como Alcorcón”, afirma Carmen Marina, profesora de Tecnología del centro. En la localidad madrileña están empadronadas 169.773 personas, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística.

El AMPA y el colectivo de madres y padres de alumnos del IES Luis Buñuel también se oponen a la medida, para lo que han iniciado una campaña de recogida de firmas por escrito y en internet, con más de 1.800 personas suscritas. “Esto va a convertir el CEIPSO Miguel de Cervantes en un gueto donde aparcar a los alumnos de bajo rendimiento o que presenten alguna necesidad especial”, critican los padres.

Estudiantes con dificultades especiales

Las necesidades del alumnado del Luis Buñuel surgen rápido en la conversación con la profesora Carmen Marina. “El instituto es un proyecto en el que intentamos tirar para delante con los alumnos, muchos con necesidades especiales –congnitivas, intelectuales y físicas– y situaciones socioeconómicas complicadas”, explica por teléfono.

Mientras la Consejería argumenta la medida con cifras de ratio y alumnos por aula, Marina piensa en nombres, en alumnos. Recuerda que el instituto fue un descubrimiento para ella cuando llegó hace un año. “Me pareció precioso, por sus árboles y zonas verdes. El equipo directivo es muy participativo. Es un centro con una labor social muy importante y en el que se trabaja muy duro”.

A día de hoy, 21 alumnos ocupan las sillas del único grupo de 1º de la ESO del centro, tres de ellos con necesidades especiales y cuatro con problemas de absentismo. El mismo número de estudiantes han comenzado este curso el Bachillerato, siete más que los que se enfrentan a segundo.

“Esta semana nos reunimos en un claustro especial con la Dirección Territorial, que nos dejó muy claro que la decisión estaba tomada”, relata Marina. Los profesores expusieron los criterios de “viabilidad educativa” para mantener una formación completa en el centro.

Además, consideran que los argumentos de la cantidad de alumnos tampoco se corresponden con la realidad porque, de hecho, el número de estudiantes de 1º de Bachillerato ha aumentado del curso pasado al actual y la previsión de la Comunidad es crear dos grupos de primero para el curso 2014/2015 en el Miguel de Cervantes (ahora solo existe uno), según han conocido los docentes.

Los padres critican la limitación de la libertad de elección de centro que reconoce la Comunidad de Madrid. “Llevamos bastantes años con un alumnado que conforma un crisol de nacionalidades (fiel reflejo de la población de la zona de influencia del centro) que no hace sino enriquecer como personas a nuestros hijos, aspecto tan importante o más como el rendimiento académico”, recogen en una carta.

La variedad de nacionalidades queda reflejada en un vídeo protagonizado por estudiantes del centro para frenar la decisión de Educación. En el curso 2011-2012, según los datos publicados este año por el Ministerio de Educación, un 82,5% del alumnado extranjero cursaba sus estudios no universitarios en centro públicos.

Segregación en zonas deprimidas

Carmen Marina considera que la eliminación de la oferta pública de Bachillerato tendrá consecuencias negativas para los alumnos con más dificultades, especialmente aquellos con una situación económica complicada. “Es curioso que tomen estas medidas de reordenación en institutos de zonas más deprimidas económicamente, como en la UVA de Hortaleza”, dice.

Asunción López Manjón, una de las madres del AMPA del Rosa Chacel, habla de “segregación”. “Separar a los alumnos de FP en centros especializados es una decisión política fundamentada en razonas ideológicas en la que los alumnos con peores calificaciones van siendo apartados del resto”, critica. Los vecinos de la UVA de Hortaleza siguen movilizándose para frenar la decisión. Este martes seguirán recogiendo firmas –ya suman más de 7.500– entre los antiguos profesores del centro y el miércoles 9 han convocado un paro para los alumnos.

Por su parte, la consejera Lucía Figar ha apuntado que es “lógico” que con 5.500 centros educativos y 1.200.000 alumnos haya una reordenación cada curso escolar.

Marina apunta que esta no es la única piedra en el camino de los chicos con dificultades. “Hace años el Luis Buñuel ofrecía programas de Compensación Educativa, en los que se desdoblaban las clases para reforzar los contenidos con los estudiantes a los que les costaba más seguir el ritmo de la clase”. Estos apoyos ya no están disponibles.

“Los refuerzos son propios de los colegios públicos. Hay profesores que han elegido el Luis Buñuel para trabajar con estos chicos, porque les interesa el proyecto educativo. Cuando se eliminen los grupos serán reasignados a otros centros, y los que no tengamos plaza fija estaremos pendientes a ver dónde podemos ir”, indica Marina.

Los institutos públicos más cercanos son el de La Arboleda y Prado de Santo Domingo, ambos a unos dos kilómetros. “El argumento de la Dirección Territorial es que los chicos de 17 años son mayores para coger el transporte público si quieren ir a estos centros”, cuenta Marina.

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