Un profesor asturiano cobra 500 euros al mes menos que uno vasco
Un profesor de Secundaria de Euskadi gana unos 500 euros más al mes que uno asturiano. En Primaria, las diferencias entre los maestros que más cobran de España y los que menos son algo menores: unos 400 euros mensuales, también entre estas mismas dos comunidades, según datos recopilados por UGT.
Dejando fuera de esta comparativa las islas y Ceuta y Melilla –por sus características especiales incluyen un complemento extra de residencia–, Euskadi, Castilla-La Mancha y Navarra son las comunidades que mejor pagan a sus docentes, con diferencias de hasta el 20% respecto a Asturias o Aragón. Entre las tres regiones con peores salarios destaca la presencia de Catalunya y Madrid, dos de las regiones con un mayor coste de vida.
El estudio de UGT señala además que “la evolución de los salarios en los últimos nueve años se caracteriza por la progresiva pérdida de poder adquisitivo”, aunque también refleja que en 2019 hubo un incremento del 2,25% fijo. Aún así, en la última década los salarios han subido entre un 4% en Euskadi y un 1% en Andalucía.
“El informe refleja una progresiva pérdida de poder adquisitivo, consecuencia de la política de recortes, la congelación salarial y la parálisis presupuestaria”, valora el sindicato, que exige la equiparación salarial en todo el Estado. “Resulta difícil retener al profesorado en una tarea tan comprometida si no existe al mismo tiempo un reconocimiento económico a la altura de esas responsabilidades”, añade.
El salario de los profesores y maestros se compone de un sueldo base, complementos varios (de destino, de comunidad autónoma, en las islas de residencia) y trienios. El salario base bruto es el mismo en toda España (1.020,28 euros el mes para Primaria, 1.179,96 para Secundaria) excepto Navarra, donde asciende hasta los 1.616,27 y 1.921,24, respectivamente. Es en los complementos donde aparecen las diferencias entre docentes de cada comunidad autónoma.
El complemento de destino depende de los gobiernos regionales y del nivel del funcionario, explica UGT. El específico tiene un complemento general, también en función del nivel, otro singular según el cargo y uno en función de la formación permanente (los sexenios).
Las diferencias entre los salarios de docentes en España entre los que más ganan y los que menos van desde los 2.485 euros al mes de un maestro en Euskadi hasta los 2.050 de Asturias, un 17,5% menos. Estos datos incluyen el salario base y los complementos para 12 pagas, quedan fuera para la comparación las extras y los trienios.
En el cuerpo de Secundaria, las dos mismas comunidades autónomas abren y cierran la tabla. En el País Vasco un profesor gana 2.876,11 euros brutos al mes (el estudio excluye las pagas extras y los trienios), uno asturiano 2.328,53, una diferencia de 550 euros cada mes (un 19,1% menos).
Entre medias de ambas comunidades se sitúan todas las demás, excepto las Islas Baleares y las Canarias. En estas regiones se aplica un complemento de residencia que oscila entre los 78,65 euros mensuales que se pagan en la isla de Mallorca a un maestro hasta los 461 de las islas no capitalinas en Canarias. Para Ceuta y Melilla el complemento de residencia llega a casi 1.000 euros al mes, por lo que estos docentes son los que más ganan.
Más allá de esta particularidad, también destacan por abajo Madrid y Catalunya, que se sitúan entre las regiones que menos pagan a sus profesores, pese a la mayor carestía de la vida. Solo los docentes aragoneses y asturianos cobran menos que los madrileños y catalanes.
En el otro lado, una región con menos renta per cápita como Castilla-La Mancha se sitúa entre las que mejor retribuyen a sus docentes. Un maestro de Primaria castellano manchego cobra casi 200 euros al mes más que uno madrileño y solo es superado por un vasco, mientras uno de Secundaria gana 150 euros más que uno catalán.
“Cuando entras nuevo, con la oposición recién aprobada, tienes un buen salario”, comenta Alejandro Barrio, profesor de Tecnología recién jubilado en Alcorcón respecto al caso madrileño. “Pero después, con 30 o más años trabajados, sumando todos los trienios y los sexenios (complementos por antigüedad y por formación, respectivamente), nada, una subida escasa”, añade.
Cuenta que un profesor de Secundaria recién ingresado cobra unos 1.800 euros netos mensuales (hay que recordar que la información de UGT es de salarios brutos, sin extras y sin trienios), que subirán a 2.300 al final de su carrera profesional.
“En general, en el cuerpo de funcionariado de la enseñanza nos sentimos agraviados”, sostiene Barrio. “Creo que tendría que haber uniformidad. La labor que realizamos es idéntica, pero los salarios no, y no hay motivos que justifiquen esta disparidad”, se molesta.
Cuando se le pregunta a este profesor si siente que su reivindicación es similar a la de los policías (que piden cobrar lo mismo en todo el Estado e independientemente del cuerpo al que pertenezcan), admite la comparación, pero añade: “Pero aquí [en relación al colectivo de docentes] no se mueve nadie y la administración no está por la labor ante los pocos que tenemos inquietudes”.