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Quemar rastrojo asfixia a Delhi y prohibirlo ahoga a los agricultores

Quemar rastrojo asfixia a Delhi y prohibirlo ahoga a los agricultores

EFE

Panipat (India) —

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Todos los años a finales de octubre el aire de Nueva Delhi se vuelve casi irrespirable a causa de la contaminación provocada por el cambio de estación, los petardos, el tráfico y la quema de rastrojos en las regiones del norte de la India.

Mientras en la capital india los ciudadanos engalanan sus casas para celebrar el Diwali, la Navidad hindú, columnas de humo se elevaban hoy sobre pilas de rastrojos quemadas por agricultores afanados en dejar los arrozales listos para la próxima siembra.

Pese a que esta práctica está prohibida y perseguida legalmente, cada año se repite porque los Gobiernos central y regionales siguen sin ofrecer una solución definitiva a un problema que no tiene nada de nuevo.

Quemar rastrojos fue vetado en 2015 por el Tribunal Verde Nacional de la India (NGT), especializado en casos medioambientales.

Desde entonces los agricultores denuncian que el Gobierno no les ha ofrecido ningún tipo de alternativa a la quema de los restos de sus cosechas, que los animales no pueden comer y cuya recogida a mano sería demasiado costosa, y por ello reclaman ayudas económicas para tratar el problema.

“Tan solo tenemos 10 o 15 días entre la recogida de un cultivo y la siembra de otro, así que estamos obligados a quemarlo o hacer algo rápidamente” con él, aseguró a Efe Mahavir Singh, un campesino de 51 años que se dedica a la agricultura desde hace tres décadas.

Sentado en la cabaña de su propiedad cerca de la ciudad de Panipat, en el corazón de la región de Haryana, Singh no ve otra solución.

“No podemos recoger el rastrojo a mano porque los salarios han aumentado, y, aunque hemos intentado todas las soluciones que se nos han ocurrido, como apartarlo con un tractor, no hemos tenido éxito”, explicó.

A pocos kilómetros, varios cientos de campesinos se congregaron hoy en Panipat para protestar contra la falta de ayudas y la prohibición, en una manifestación convocada por la Unión de Campesinos de la India (BKU, por sus siglas en hindi).

Aunque la opinión unánime era que la quema sí hace aumentar la contaminación en Delhi, muchos de los reunidos culpan de que el aire de esta ciudad de 17 millones de personas se vuelva irrespirable al polvo, al descontrol en la actividad constructora y, sobre todo, al tráfico.

“No espero que el Gobierno nos escuche, porque ya hicimos una protesta el año pasado y no pasó nada, pero estamos en una situación desesperada y ni siquiera logramos recuperar el dinero que hemos invertido” en la cosecha, se lamentó Prem Chand, de 73 años.

“Los agricultores están pidiendo pacíficamente que el Gobierno les ayude, pero de momento no ha habido ningún contacto entre ambas partes”, aseguró a Efe Daljit Singh Samana, uno de los miembros de la BKU en el estado de Punyab, al norte de Delhi.

“En general, no tienen mucho dinero y no pueden asumir el coste de mover los rastrojos, pero tampoco pueden hacer frente a las multas”, se lamentó.

El activista medioambiental que consiguió que el NGT prohibiese quemar rastrojos en India, Vikrant Tongad, subrayó a Efe que “ni el Gobierno ni los estados tienen un plan para gestionar este problema, y no están ayudando a los agricultores de forma adecuada”.

“Los agricultores no tienen ni los conocimientos ni el tiempo para tratar unos rastrojos que podrían ser descompuestos en el propio campo para fabricar abono”, añadió.

Según Tongad, ambos “deberían trabajar juntos durante todo el año para acabar con este problema”, pero en vez de ello “el Gobierno ha decidido recurrir a las multas”.

Para el director del organismo gubernamental que vigila la contaminación en Punyab, Ravinder Singh, los esfuerzos por acabar con la quema indiscriminada están dando sus frutos.

“Este año se han reportado menos incidentes que el anterior, y el número de fuegos se ha reducido gracias al apoyo de los agricultores y a una campaña de sensibilización muy agresiva, así como a las medidas punitivas contra aquellos que infringen las normas”, comentó a Efe.

No obstante, el organismo encargado de controlar la polución en todo el país mantuvo recientemente una reunión con varios funcionarios de Delhi durante la cual, según reportaron medios locales, afirmaron que “la quema de rastrojos en 2017 ya era mucho peor” que la del año anterior.

Por David Asta Alares

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