El Vaticano investiga la posible financiación ilegal del ático de lujo del cardenal Bertone
Casi medio millón de euros. Esta es la cantidad que los responsables de la Fundación Hospital Bambino Gesú (un centro dependiente de la Santa Sede que supuestamente dedica sus fondos a curar a niños enfermos y sin recursos) habrían entregado al exsecretario de Estado vaticano Tarcisio Bertone para la reforma de un ático de lujo de 700 metros cuadrados en mitad del Vaticano, y muy cerca de la residencia del papa Francisco.
Y es que la austeridad promovida por Bergoglio no cuenta con grandes defensores entre los que detentaron el poder en la Iglesia antes de la llegada del argentino. El Pontífice, que vive en un modesto apartamento de 60 metros cuadrados, contempla cómo, a pocos metros, quien fuera su número dos reside en un apartamento de lujo de 600 metros, más otros 100 de terraza. Una situación similar a la que en Madrid llevó al cardenal Rouco a ocupar otro ático, de casi 500 metros cuadrados, en la confluencia de las calles Bailén y Mayor. En el caso del purpurado gallego, la reforma -financiada por la diócesis- costó cerca de medio millón de euros. En el de Bertone, 422.000.
Con todo, lo más escandaloso del caso Bertone es que los fondos para la reforma de su departamento podrían provenir de una fundación hospitalaria dependiente del Vaticano. La denuncia vio la luz hace meses, pero fue tras la publicación de los libros Avarizia de Emiliano Fittipaldi, y Via Crucis, de Gianluigi Nuzzi, cuando se destapó el escándalo. Por estas y otras revelaciones, obtenidas de filtraciones de documentos secretos vaticanos, los dos periodistas están siendo juzgados en el proceso del Vatileaks II.
Este jueves a mediodía, la Santa Sede ha admitido la apertura de una investigación sobre la polémica financiación. El número dos de la Sala Stampa, Greg Burke, apuntó las sospechas contra los antiguos gerentes del Hospital Bambino Gesú, Giuseppe Profiti y Massimo Spina, acusados de derivar 422.000 euros del centro sanitario para las reformas en los apartamentos de lujo. Por el momento, añadió el portavoz vaticano, el purpurado “no está siendo investigado”.
Donaciones para niños dilapidadas
La investigación se inició después de que el propio Fittipaldi publicara en L'Expresso los justificantes de los pagos, firmados por los antiguos responsables del hospital. El semanario apunta que una parte de la reestructuración del ático al que se mudó Bertone tras ser sustituido por Francisco como secretario de Estado fue sufragada por la fundación que sostiene el hospital del Papa, y que se sustenta con donaciones para niños enfermos y sin recursos económicos.
Según el periodista, los jueces acusan a Profiti y Spina de “malversación y apropiación y uso ilícito de dinero”. Entre la documentación que se investiga se encuentran mensajes entre Profiti y Bertone que probarían que el expresidente del hospital ofreció el dinero al cardenal, y que éste se lo agradecía. Esto vendría a desmentir la versión de Bertone, que siempre ha asegurado desconocer el origen del dinero.
En diciembre pasado, Bertone anunció su intención de devolver 150.000 euros al Bambino Gesú, según informó la nueva presidenta del hospital, Mariella Enoc. “El cardenal Bertone, aunque no se considera responsable de lo que ha sucedido, ha reconocido que el caso ha constituido un daño para el hospital y por tanto ha decidido que devolverá una suma de 150.000 euros”, señaló en su día.
Bertone ha asegurado siempre que había pagado de su bolsillo las obras del apartamento. La presidenta del centro pediátrico, uno de los más importantes de Italia, explicó entonces que, si se probaba que ese dinero había salido de los fondos del hospital, pedirían un resarcimiento por los daños económicas y morales sufridos.
