Una obra maestra por menos de 20 euros como 'Silksong' deja en evidencia la gran estafa de la industria de los videojuegos
Los precios crecientes de los videojuegos se han asumido de manera gradual, incluso cuando algunos títulos llegan al mercado incompletos o con errores técnicos que afectan a la experiencia. El público ha aceptado esa dinámica con resignación y ha terminado pagando cantidades cada vez más elevadas, aunque a menudo reciba un producto que requiere parches posteriores.
Esa tendencia ha generado tensiones en la industria porque los costes de producción se utilizan como argumento para justificar las tarifas. La polémica ha vuelto a la primera fila tras la salida de Hollow Knight: Silksong, cuyo precio contrasta con lo habitual en un sector que multiplica cifras sin detenerse.
El precio de Silksong descolocó a la industria al situarse muy por debajo de lo habitual
El lanzamiento de Silksong fue recibido con entusiasmo por la comunidad internacional y, en cuestión de días, se convirtió en uno de los juegos más comentados en redes y foros. El punto de debate no fue su calidad, que se daba por segura, sino el coste final fijado en 19,99 euros. En un contexto de precios cada vez más altos, el anuncio de Team Cherry sorprendió a buena parte de los jugadores y generó malestar entre estudios que trabajan con presupuestos limitados.
El desarrollador RJ Lake, responsable de la banda sonora de I Am Your Beast, explicó en declaraciones recogidas por Eurogamer que “Silksong debería costar 40 dólares. No diré que sea malo, pero tendrá consecuencias, y no todas ellas serán buenas”. Con esa frase quería advertir de que un precio tan bajo puede crear falsas expectativas en el público sobre lo que debe costar un juego independiente de larga duración.
Otros estudios han tenido que modificar sus planes por la llegada de Silksong al mercado. BastiArtGames, creador de Lone Fungus, reconoció que dudó sobre mantener el plan de vender su título a 20 dólares. En paralelo, Toukana, responsables de Dorfromantik, retrasaron Star Birds del 4 al 10 de septiembre y revisaron su precio para evitar coincidir con Silksong.
El propio cofundador Zwi Zausch explicó que “intentamos no competir demasiado directamente con Silksong, tanto en fecha como en precio. Eso complica las cosas, sobre todo porque Star Birds es un proyecto conjunto de dos estudios que emplean a más personas que Team Cherry”.
Devolver Digital también optó por retrasar el lanzamiento de Baby Steps para evitar quedar eclipsado por Silksong, un título que ya ha reunido a millones de jugadores en varias plataformas. El director ejecutivo de la editora señaló que el debate sobre los precios solía estar dominado por los grandes lanzamientos triple A como Grand Theft Auto VI, aunque en esta ocasión Team Cherry ha sorprendido por ser teóricamente demasiado barato.
El impacto del precio también llevó a Mike Rose, fundador de No More Robots, a reflexionar en declaraciones recogidas por Eurogamer sobre la evolución del mercado: “La gente ahora tiene menos dinero y compra menos juegos, así que hay que prepararse para ser el único juego que compren cuando tengan dinero, y si el precio es más alto, ahora resulta un poco desalentador”
Su opinión coincidía con la de Bram van Lith, que apuntó que un precio de 25 euros habría dado margen para aplicar descuentos, mientras que los 20 euros facilitan un éxito inmediato con un gran número de compradores.
El contexto de Silksong es particular porque Team Cherry ya contaba con el colchón económico que le dejaron los 15 millones de copias vendidas del Hollow Knight original. Esa circunstancia permitió prolongar el desarrollo, ampliar el contenido y asumir riesgos que otros estudios independientes no pueden permitirse.
RJ Lake insistió en esa diferencia estructural cuando comentó que pocos proyectos tienen capacidad de sostenerse tantos años para luego venderse a un precio tan reducido.
Los expertos ven poco probable que Silksong cambie de forma duradera el coste de los juegos independientes
A pesar de las inquietudes iniciales, algunos analistas dudan de que el precio de Silksong llegue a modificar de forma permanente la percepción sobre cuánto debe costar un juego independiente. La mayoría de estudios carece de la visibilidad, la base de fans y el margen financiero que han convertido a Team Cherry en una excepción. Por eso, el debate actual se interpreta más como un choque puntual que como un cambio definitivo en la economía del sector.
Algunos lanzamientos recientes demuestran que la estrategia de precios sigue siendo diversa y que la experiencia de Silksong no se puede trasladar de manera automática. Cada estudio se enfrenta a su propia realidad de ventas, inversión y tiempo de desarrollo.
El resultado es un mercado en el que conviven fórmulas muy distintas y en el que Silksong, por su singularidad, ha abierto un debate que seguirá vivo mientras el coste de los videojuegos continúe subiendo.
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