Un 21% de la España rural sobrevive sin conexión a Internet

Los habitantes de zonas rurales se conectan un 10% menos a Internet al día que la media española. Usan un 9% menos las aplicaciones de mensajería instantánea y un 13% menos el email, escuchan un 12% menos de música en streaming y ven un 10% menos de vídeos, consultan un 8% menos las páginas web de medios de comunicación y hacen un 13% menos de videollamadas. Son los resultados del primer informe sobre el consumo de Internet en la España vaciada, que arroja una posible consecuencia de ello: el 21,7 de los habitantes de zonas rurales (el 12,3% de la población) no tiene conexión a Internet.

La mayor brecha digital aparece cuando se introduce la variable de edad. El 40% de los mayores de 60 años que habitan la España vaciada sobrevive sin acceso a Internet. En el lado opuesto se sitúan las personas de 14 a 25 años, el segmento de edad que impulsa la conexión estas áreas, con un 91%. La cifra, aunque mucho más alta, sigue siendo 8 puntos menor que la media nacional, que se sitúa en un 99% para estas edades.

El estudio ha sido elaborado por la consultora Kantar para Eurona, una empresa de conexiones a la red por satélite. Los datos se recogieron en el año 2020, por lo que recogen las tendencias de uso de Internet entre la población rural durante los confinamientos masivos.

Entre esos consumos asociados al contexto pandémico se pueden encontrar cifras como el aumento del 200% del consumo de webs de citas entre los mayores de 60 años de la España vaciada. En el segmento de edad de 24 a 45 años, las descargas legales de música (un 539%), de programas informáticos (367%) o de ebooks (319%). También aumentó un 139% el consumo de juegos tipo casino y apuestas con dinero.

“La brecha digital es una barrera latente, que priva a las personas que viven en pequeños municipios de tener acceso a los mismos servicios y a las mismas oportunidades”, avisa el estudio. “Internet puede convertirse en un revulsivo para todas las zonas rurales que están sufriendo una reducción de servicios básicos”, alega, defendiendo que unas mejores conexiones digitales también pueden ayudar a revertir las tendencias de despoblación que sufren las zonas rurales, como atrayendo teletrabajadores, algo para lo que “muchas no están preparadas”.

La estrategia del Gobierno en este sentido es extender la banda ancha al 100% de la población española. Este tipo conexión, considerada la mínima para los actuales requerimientos de los servicios digitales, llega al 95% de la población y al 90% en zonas rurales (un aumento de uno y tres puntos respectivamente respecto a las cifras de 2019). El Internet de alta velocidad (fibra óptica) está disponible para el 87% de la población española, pero solo para un 63% de las personas que viven en áreas rurales.

“Estamos desarrollando programas específicos para el mundo rural, que de soluciones a sus necesidades concretas para la transformación digital”, ha manifestado Francesc Boya, secretario general para el Reto Demográfico, durante la presentación del informe. Entre ellas, Boya ha mencionado proyectos para impulsar el teletrabajo o centros de conexión regional para áreas rurales.

“La colaboración público-privada también es fundamental”, ha añadido. En este sentido, en la presentación del estudio se ha destacado el programa de subvenciones de Red.es para llevar Internet por satélite a zonas desconectadas. El organismo público financia la instalación de la antena y del router wifi necesario para este servicio (hasta 400 euros), por lo que el usuario final solo debe pagar la tarifa de conexión que oscila entre 25 y 45 euros.