Quién es José Luis Acosta, el nuevo presidente de la SGAE
Al guionista José Luis Acosta (Úbeda, Jaén, 1961) no le conoce casi nadie fuera del mundo del cine. Los periodistas apenas sabían quién era cuando fue elegido presidente de la SGAE, por 20 votos frente a los 16 que ha conseguido el otro candidato, José Miguel Fernández-Sastrón en la Junta Directiva que se ha celebrado esta mañana. Él mismo no tenía mucho que decir en la rueda de prensa posterior: que comenzó en el cine sirviendo cafés a los 16 años y que su mayor logro es continuar en la profesión desde entonces. Ha trabajado a las órdenes de Elías Querejeta y ha participado en guiones de series como Los ladrones van a la oficina. Su último trabajo es la tv-movie Barreiros, sobre el gallego que inventó el sistema para convertir el motor de gasolina en diesel. Acosta da muestras de ser un hombre templado, muy lejos de la verborrea de su predecesor, Antón Reixa, de la agresividad dialéctica de su oponente en estas votaciones y del autoritarismo de Teddy Bautista. Hoy, de hecho, ha vuelto a repetir las palabras que dijo a eldiario.es el pasado lunes: “Ha habido un presidencialismo excesivo estos años y se necesita un presidente de perfil bajo, que tiene que delegar y no estar perenne en todos los sitios”.
No obstante, Acosta no es ningún recién llegado a la SGAE. Conoce de cerca a la institución, ya que forma parte de la actual Junta Directiva. Él fue uno de los que apoyó a Reixa hasta que decidió que no había llevado bien la gestión y le retiró la confianza, un acto que considera de notable salud democrática. “La SGAE ha cumplido un requisito democrático y si no se está de acuerdo la Junta elige a otro presidente. Ahora faltan tres años de legislatura para corregir errores”, ha señalado haciendo un guiño, quizá, a los socios que piden elecciones inmediatas.
El guionista, el primer miembro del sector audiovisual que se pone al frente de esta entidad de gestión de derechos, no parece así temer el ambiente de desunión que reina en la casa. En relación con los apenas cuatro votos de diferencia que le han separado de Fernández-Sastrón (más dos abstenciones) ha manifestado que durante las votaciones el clima “ha sido cordial y maravilloso. La unión y la mesura son lo adecuado para salir adelante”. Además, ha indicado que todos los socios “estamos en el mismo proyecto y lo que se ha discutido esta mañana ha sido el tipo de presidente que se quería, qué perfil. No hay una división, sino una diferencia de matices. Hay una coincidencia general en cuáles son los problemas que nos afectan”, señalando la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual, las desinversiones de Arteria, que han provocado que la SGAE tenga una deuda de más de cien millones de euros, y el IVA cultural al 21% que ha hecho que se pierdan más de 1500 empleos en el mundo del teatro. “Tenemos que conseguir el porcentaje que tienen otros países europeos ya que el nuestro es ahora el triple”, ha apuntado.
Por esta razón, Acosta no ha abordado la posible escisión de un grupo de músicos que podrían poner en marcha una entidad de gestión de derechos propia: “Aquí no hemos hablado sobre si dos colegas se han enfrentado, sino de dos conceptos distintos de presidencia. Podrían haber sido dos miembros del grupo de Pequeño Derecho (músicos) o Gran Derecho (teatro y audiovisual)”. Y ha ganado el pausado, el tranquilo. Con Acosta, la SGAE parece que quiere tranquilizar sus aguas.