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La historia de la cadena de muebles quebrada y cómo el 'barón meme' acabó denunciado por tuitear una luna

Ryan Cohen y una tienda de Bed Bath & Beyond

Carlos del Castillo

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Sucedió hace un año. Una cadena de tiendas que vendía muebles y productos de bricolaje en EEUU y México quiebra. La compañía cotizaba en bolsa y se lleva por delante a un buen número de pequeños inversores que metieron su dinero en ella poco antes de que se fuera a pique. Lo hicieron porque un conocido empresario-influencer había comprado acciones y decidieron imitarlo. Él salió a tiempo y ganó 70 millones de dólares. Sus imitadores, no. Algunos le denunciaron por, entre otras cosas, tuitear el emoji de una luna (🌝). Ahora, un juez de la Corte de Distrito de Columbia (Estados Unidos) cree que ese emoji puede ser un indicio de fraude bursátil.

Es el resumen de una rocambolesca historia que podría dar con el ejecutivo canadiense Ryan Cohen, famoso como el 'barón meme', sentado en el banquillo. Una historia que podría suponer un importante precedente para el fenómeno conocido como las 'meme-acciones' y la gran capacidad de las redes sociales para influir en el mercado bursátil. Pero para entenderla, antes hay que conocer quién es Cohen y por qué hay inversores aficionados que analizan al detalle todos sus movimientos para emularle.

El barón meme

Ryan Cohen se hizo famoso como emprendedor por fundar la tienda online de artículos para mascotas online Chewy y venderla por 3.350 millones de dólares en 2017. Desde entonces, se convirtió en una especie de gurú del comercio electrónico y se dedicó a invertir. Llegó a ser el mayor inversor individual de Apple.

Su título nobiliario de las redes sociales llegó en 2021, a raíz de la guerra entre inversores aficionados foreros de Reddit y la clase alta de Wall Street que desembocó en la burbuja especulativa de GameStop. Esta cadena de venta de videojuegos atravesaba serios problemas debido a sus dificultades para adaptar su modelo tradicional, basado en tiendas físicas, hacia la venta online y los productos digitales.

Algunos fondos de inversión olieron la sangre y adoptaron una estrategia para lucrar basada en hundir aún más las acciones de GameStop. En Reddit lo identificaron y consiguieron disparar el precio de los títulos de los 15 dólares hasta cerca de los 500, haciendo perder mucho dinero a los fondos y obligándolos a retirarse.

Cohen fue clave en la decisión de los foreros, ya que poco antes había comprado un 12,9% de GameStop y enviado una serie de propuestas a su junta directiva sobre cómo llevar a cabo su transformación digital. El movimiento fue visto por esos inversores aficionados como una oportunidad para desafiar la dinámica tradicional de Wall Street. Cohen fue elevado más tarde a la junta directiva. El pasado mes de junio se convirtió en el CEO.

GameStop sigue en dificultades, pero consiguió sobrevivir. Hoy su acción vale 20 veces más que antes de que él tomara posiciones en la compañía. Y Cohen se convirtió en el barón meme, uno de los influencers con más peso para mover meme-acciones, como pasaron a conocerse a partir de ese momento los títulos de compañías como GameStop.

Todos tienen en común su escasa valoración (1 dólar, en el caso de la tienda de videojuegos), poseer marcas muy reconocidas y muchos seguidores en redes sociales, características que las hacen proclives a captar el interés de grandes grupos de inversores aficionados, que usan la fuerza de su número para especular con ellos.

“Es algo que llega a tener muchísima influencia en los valores, cuando entran son como un torbellino”, explica Víctor Alvargonzález, director de estrategia de la firma de asesoramiento independiente Nextep Finance.

“Es algo que en el fondo siempre se ha hecho pero que ahora tiene mucha más potencia porque se puede coordinar a través de plataformas globales. Terminan siendo movimientos muy especulativos que se concentran en apostar en corto, tanto a favor como en contra de la acción”, detalla.

De GameStop a la tienda de muebles

El rol de Cohen en GameStop le convirtió en uno de los influencers para la comunidad de meme-inversores. No tanto como Elon Musk, que puede provocar una subida de un 11.700% en la cotización de una empresa con un solo tuit (y por error), pero en esa línea. Cuando el empresario tomó posiciones en la cadena de muebles y productos de bricolaje Bed Bath & Beyond, bastante conocida en EEUU pero en serias dificultades para digitalizar su negocio, muchos meme-inversores vieron que la jugada de GameStop se repetía y también quisieron participar.

A principios de 2022, el barón meme pagó 121 millones de dólares para hacerse con el 9,8% de Bed Bath & Beyond, a aproximadamente 15 dólares por acción. Esto no se reveló hasta marzo del mismo año, cuando envió una carta a la junta directiva con una serie de proposiciones para llevar a cabo cambios estratégicos. Su movimiento destapó el interés de los meme-inversores, que se subieron al barco y elevaron el precio de la acción un 35% en un solo día.

El problema fue que, en esta ocasión, las sugerencias de Cohen no tuvieron éxito y la compañía siguió en caída libre. En agosto de 2022, las acciones ya habían caído por debajo de los 15 dólares que él había pagado por ellas. Aquí empieza una jugada, maestra para algunos, fraudulenta para otros. Para intentar frenar la sangría, Bed Bath & Beyond recompra algunas acciones y las saca del mercado, lo que se traduce en que el porcentaje de Cohen aumenta dos puntos, hasta el 11,8%. Una circunstancia que aprovechó para escapar.

“En la mañana del 16 de agosto, Cohen volvió a revelar que poseía esas acciones”, expone el analista de Bloomberg Matt Levine. “En realidad, nada había cambiado: no había comprado más títulos desde marzo, pero como Bed Bath & Beyond había hecho algunas recompras de acciones (¡mal aconsejadas!) en el ínterin, su propiedad había subido”. El barón meme comunicó de manera oficial ese aumento de dos puntos, pese a que no tenía por qué hacerlo. En su carta, Cohen detalló que no había comprado más títulos en los últimos sesenta días, pero los meme-inversores se quedaron con el titular: su participación había aumentado del 9,8% al 11,8%.

“Nadie leyó eso, por supuesto: los inversores en meme-acciones vieron que Ryan Cohen había revelado una mayor participación en Bed Bath & Beyond y, siendo inversores en meme-acciones, decidieron que eso debían ser buenas noticias”, ironiza Levine: “Las acciones subieron, cerrando a 23,08 dólares el 17 de agosto, el día después de su comunicado”, dice.

Y a la luna

Lo que sucedió entonces se puede resumir como una gran escabechina de meme-inversores. Cohen vendió toda su participación en Bed Bath & Beyond entre el 16 y el 17 de agosto de 2022, con la cotización de nuevo en máximos y generando una plusvalía de unos 70 millones de dólares sobre sus 121 millones iniciales. Cuando hizo público el movimiento, los títulos de la compañía se despeñaron. Unos meses después se declaró en bancarrota.

Un grupo de pequeños inversores denunció a Cohen por haber manipulado el precio de las acciones. Reconocen que informó de que no había comprado más títulos, pero le acusan de haber intentado hacer creer que sí lo había hecho, tanto con la comunicación oficial sobre el aumento de su participación en la compañía como con una serie de comentarios en Twitter, donde tiene más de 300.000 seguidores. Uno de ellos incluye el emoji de la luna, que puede salirle caro al barón meme.

El 12 de agosto de 2022, antes de vender sus acciones, Cohen contestó con ese emoji y la frase “Al menos su carrito está lleno” a una noticia publicada por la CNBC que informaba de que la caída de Bed Bath & Beyond parecía ya irrecuperable.

El juez, al aceptar la demanda contra él, recoge el significado que ese emoji en concreto puede tener para los meme-inversores: “Algunas comunidades online entienden que el emoji de la luna sonriente significa 'A la luna' [”to the moon“] o 'Llévalo a la luna'. En otras palabras, según el demandante, Cohen estaba diciendo a sus cientos de miles de seguidores que las acciones de Bed Bath & Beyond estaban subiendo y que debían comprarlas o mantenerlas. Así lo hicieron, disparando el precio”, afirma en su auto.

El caso se encuentra aún en su fase inicial, pero podría terminar sentando precedente sobre cómo hasta un mínimo detalle puede provocar una manipulación de mercado. Algo que se convirtió en extremadamente habitual en el mundo desregularizado de las criptomonedas pero que podría ser perseguido en los mercados tradicionales.

“Yo no sé si este hombre lo hizo con una intención o no, pero sí que puedo decir que este tipo de calentones de la acción, en muchas ocasiones, son provocados”, afirma Víctor Alvargonzález.

“Hay varios inversores famosos que anuncian cuando han tomado posiciones para que su apuesta se conozca y arrastre a más gente. Esto hace que suba y ellos aprovechan ese calentón para salir. Es algo al borde de la ley”, dice el experto. Ahora, un juez dictaminará si se coloca tan al borde que se cae al terreno ilegal.

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