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The Guardian en español

El canadiense que pasó cinco años secuestrado por los talibanes, arrestado por agresión sexual

Joshua Boyle se enfrenta a 15 acusaciones, todas transcurridas en los últimos meses, después de su retorno a Canadá

Ashifa Kassam

Calgary (Canadá) —

Joshua Boyle, el canadiense secuestrado por talibanes durante casi cinco años, ha sido arrestado en Ottawa y se enfrenta a más de una docena de cargos, entre ellos abuso sexual, aislamiento forzado y proferir amenazas de muerte.

Boyle fue rescatado a finales de 2017 en Pakistán junto a su esposa estadounidense, Caitlan Coleman, y sus tres hijos pequeños, todos ellos nacidos en cautividad. La pareja fue secuestrada mientras viajaban por una zona montañosa de Afganistán. Coleman estaba embarazada de más de seis meses cuando ocurrió.

Poco después de llegar a Canadá, Boyle, de 34 años, contó a los periodistas que su mujer fue violada y que uno de sus hijos fue asesinado. Las acusaciones fueron negadas más tarde por los talibanes.

La policía de Ottawa presentó esta semana 15 cargos contra Boyle, incluidos ocho por agresión, dos por agresión sexual, dos por confinamiento ilegal y uno por lanzar amenazas de muerte.

Boyle también ha sido acusado de forzar a una persona a ingerir una sustancia nociva, descrita como un antidepresivo, y de mentir a la policía, según documentos judiciales citados por el Toronto Star. Ninguna de las acusaciones ha sido aún probada en los tribunales.

Los incidentes ocurrieron, supuestamente, en los últimos meses, después del retorno de la familia a Canadá. Una decisión judicial impide que se identifique a las presuntas víctimas.

Boyle permanece bajo custodia después de una breve comparecencia en los tribunales el 1 de enero. Su abogado Eric Granger comunicó a the Guardian que no es necesario que acuda a un procedimiento judicial programado para el miércoles.

“Boyle es inocente mientras no se demuestre lo contrario. Nunca antes se ha metido en problemas”, dijo Granger en un correo electrónico. “Todavía no se ha presentado ninguna prueba, algo normal en esta fase inicial (del caso). Esperamos a que lleguen estas pruebas para defenderlo contra los cargos”.

Cuando se contactó con la esposa de Boyle, ésta señaló que no podía hablar sobre los cargos y que ella y sus hijos estaban “sanos y aguantando lo mejor que podemos”.

Cuando Boyle fue arrestado, la familia estaba viviendo en un apartamento en Ottawa. La familia volvió a aparecer en los titulares en diciembre, después de que se hiciera público que reunieron con Justin Trudeau en la oficina del primer ministro en Parliament Hill.

Fotos publicadas en las redes sociales muestran a Trudeau con el hijo más joven de la familia en brazos. La familia dijo en las redes que habían aprovechado la reunión para hablar sobre la pérdida de su hija en cautividad, así como de la Red Haqqani, un grupo relacionado con los talibanes.

Traducido por Marina Leiva

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