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The Guardian en español

De asesino a youtuber: un temido sicario del cártel de Medellín quiere ser una estrella de Internet

John Jairo Velásquez, el sicario más temido de Pablo Escobar

Sibylla Brodzinsky

Bogotá —

Durante el tiempo que fue el sicario más temido de Pablo Escobar, el hombre conocido como Popeye mató alrededor de 300 personas, ordenó el asesinato de miles y planeó la explosión de unos 200 coches bomba durante la guerra del cártel de Medellín contra sus rivales y el Estado de Colombia. Ahora, después de más de dos décadas en prisión, John Jairo Velásquez está intentando transformarse en una estrella de Youtube.

A través de su canal 'Popeye Arrepentido', Velásquez asegura que está intentando aconsejar a la gente joven para que se mantenga lejos de la vida criminal. Pero su recién estrenada fama ha provocado dolor y ofensa a los familiares de sus víctimas.

En libertad condicional desde 2014 después de 22 años en prisión, Velásquez inauguró su canal de Youtube a principios de este año por sugerencia de un amigo. “De un momento a otro conseguí 1.000 seguidores, después 2.000”, comenta en una entrevista telefónica desde Medellín.

Nueve meses después, su canal tiene más de 100.000 suscriptores. En cierto modo muy por detrás de las cuentas de las grandes estrellas, que tienen millones de seguidores, pero suficiente, dice, para ganar unos modestos beneficios.

Sus vídeos empiezan con la imagen a cámara lenta del vuelo de un disparo de bala. “Puede parecer una glorificación al crimen pero es para atraer a la gente joven”, dice el hombre que confesó crímenes incluida la bomba en una aerolínea comercial por la que murieron 110 personas. “Hay cierto grado de morbosa curiosidad en torno a los asesinatos, especialmente por parte de la gente joven”, admite.

Aunque Velásquez solo fue condenado por un asesinato –por el homicidio en 1989 del candidato presidencial Luis Carlos Galán– ha reivindicado la responsabilidad de miles de muertes, incluidas las de algunos de los 500 policías que fueron disparados a cambio de una recompensa por parte del cártel.

En un post, el hermano de un oficial de policía asesinado le pregunta a Velásquez que cuándo se reunirá con las familias de sus víctimas. “Es una pregunta dolorosa para mí”, responde el antiguo sicario. “Es importante que pudiéramos reunirnos, así podría pedir su perdón cara a cara y aceptar mi responsabilidad”.

Velásquez asegura que pasa 14 horas diarias respondiendo preguntas que le envían, grabando nuevos posts y resolviendo interrogantes de los investigadores sobre la delincuencia.

“No debemos ser un modelo a seguir”

Todavía se refiere a Escobar como “mi jefe”, aunque al comienzo de uno de los posts en el que relata la vida del capo descarga responsabilidades: “Antes de empezar quiero decir que todo lo que hizo Pablo Emilio Escobar Gaviria fue malo. Es importante que la nuevas generaciones no tengan una fijación en la figura de Pablo Escobar y menos en la mía. No deberíamos ser un modelo para nadie. Fuimos bandidos”.

Su post más visto con diferencia es una bronca contra Diosdado Cabello, antiguo presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, titulada “De bandido a bandido”, el cual tiene más de 751.000 visualizaciones. En la que desató duras críticas contra Cabello y el gobierno de Venezuela.

Algunos de los que sufrieron los crímenes de Popeye están molestos por su recién estrenada fama. Gonzalo Rijas, cuyo padre estaba a bordo del vuelo 203 de Avianca cuando fue destrozado por una bomba del cártel, ve el canal de Youtube del antiguo sicario como una afrenta contra todas sus víctimas.

“Que se presente como un experto o como un asesor es una bofetada en la cara para todos nosotros cuando ni siquiera ha presentado ningún remordimiento por lo que nos hizo”, protesta Rojas que dice también que cuando intentó acercarse a él en busca de respuestas le dijo que hablase con su “director”. “Se ha convertido en una celebridad por sus crímenes”, añade.

Velásquez, que en la cima de su poder llegó a recibir hasta un millón de dólares por asesinar a personas de gran importancia, asegura que desperdició gran parte de su fortuna en pagos por protección mientras estaba en prisión. Lo que le queda lo ha depositado en una cuenta a nombre de otra persona porque ningún banco le abriría una cuenta.

Con el canal de Youtube espera ganarse la vida. “Es dinero limpio ganado por un trabajo honesto”, concluye.

Traducido por Cristina Armunia Berges

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