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Opinión - Vivir sobre un polvorín. Por Rosa María Artal
Sobre este blog

UNRWA es la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina en Oriente Medio. Desde 1949 trabajamos para proporcionar asistencia, protección y defensa a más de 5 millones de refugiados y refugiadas de Palestina, que representan más de la quinta parte de los refugiados del mundo y que actualmente viven en campamentos de refugiados en Jordania, Líbano, Siria y el territorio Palestino ocupado (la franja de Gaza y Cisjordania), a la espera de una solución pacífica y duradera a su difícil situación.

“Nunca tuve un lugar permanente llamado hogar”

Gaza
Burose Alsafee, refugiado de Palestina de 58 años

La población de la franja de Gaza ha sufrido cinco ofensivas militares israelíes en los últimos 15 años. El enclave costero aún no se había recuperado de la devastadora ofensiva israelí de mayo de 2021, cuando en agosto de 2022 volvieron a enfrentarse de nuevo al horror de la muerte, una ofensiva que se llevó por delante la vida de 16 niños y niñas. 

Tristemente, los ataques israelíes son una recurrente en Gaza, la ciudadanía vive con el miedo de no saber cuándo va a ser la siguiente, ni si van a sobrevivir. En el mejor de los casos serán desplazados a escuelas de UNRWA, que ante tal amenaza sirven de refugio, o tendrán que abandonar sus hogares destruidos por un misil.  

Se dice que Gaza es una ciudad de lo más nueva, pues Israel la destruye constantemente y una vez tras otra tiene que volver a construir sus torres, edificios, casas o pavimentos. Está en constante reconstrucción.  

En la última ofensiva de 2022, un total 1.761 viviendas se vieron afectadas, de las cuales se estima que el 60% pertenecían a familias de refugiados y refugiadas de Palestina. 1.662 familias, unas 7200 personas, se vieron afectadas por daños en sus hogares.   

Tal y como dice el director de cine gazatí, Arab Nasser, no solo destruyen hogares: “destruyen la vida de las personas, hablamos de sentimientos, esperanza, ilusión. Necesitan tiempo para reconstruir y para reconstruirse por dentro”.  

Ante tales circunstancias, el propio sentimiento de pertenencia a una casa o barrio de la infancia se tambalea entre las vidas de quienes viven en el desplazamiento constante, así lo explica Burose Alsafee, refugiado de Palestina de 58 años. 

Tras la Nakba, el episodio en el que fueron expulsados de sus hogares miles de palestinos y palestinas, la familia de Burose fue obligada a abandonar su ciudad, Lod, y se asentó en Cisjordania, la franja de Gaza y Jordania. En la franja de Gaza, la familia acampó en una antigua prisión británica, donde vivían entre cientos de otros refugiados y refugiadas de su ciudad y de Jaffa.“Solo una cortina elaborada con ropa vieja separaba las zonas de intimidad donde permanecía cada familia ”. En ese momento la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina, UNRWA, trasladó a muchas familias a 25 km, al campamento de Rafah.  

“Me crié en una casa que compartíamos cuatro familias. En cuatro cuartos pequeños vivíamos mis padres, mis tíos con su familia y mis abuelos. Sufríamos mucho los inviernos, cuando el campamento se inundaba de agua de lluvia por la pobre infraestructura”. 

“Una noche, el ejército israelí vino y evacuó a todo nuestro vecindario mientras sus excavadoras demolían nuestra casa y las casas nuestros vecinos. No nos avisaron con antelación. Cuando vi las excavadoras me sentí completamente desarraigado de todo el planeta. Nunca tuve un lugar permanente llamado hogar”. 

Una vez más la familia tuvo que viajar unos kilómetros hacia el sur donde construyeron una nueva casa. “Pensamos que esto podría ser un nuevo comienzo y que podríamos vivir en paz después de todo el sufrimiento anterior, pero mientras exista la ocupación, nuestras vidas y nuestras casas seguirán amenazadas”. 

La familia de Brouse encontró consuelo en una iniciativa de UNRWA que les proporcionó una casa nueva. Pero casa no siempre es sinónimo de hogar. Este año se cumplirán 54 años ocupación israelí sobre Palestina, 16 años de bloqueo israelí sobre Gaza y 75 años desde que palestinos y palestinas fueron expulsados de sus hogares por el ejército israelí en lo que ellos denominan la catástrofe o Nakba.  

Los años pasan y los números crecen mientras la población refugiada de Palestina sigue esperando una solución justa y definitiva a su situación. Brouse tiene una casa gracias a la ayuda humanitaria, pero le han arrebatado su derecho a sentir un hogar. 

Sobre este blog

UNRWA es la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina en Oriente Medio. Desde 1949 trabajamos para proporcionar asistencia, protección y defensa a más de 5 millones de refugiados y refugiadas de Palestina, que representan más de la quinta parte de los refugiados del mundo y que actualmente viven en campamentos de refugiados en Jordania, Líbano, Siria y el territorio Palestino ocupado (la franja de Gaza y Cisjordania), a la espera de una solución pacífica y duradera a su difícil situación.

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