De tapas, clásicos y con estrella: 10 restaurantes que no perderse en Ávila

Patatas revolconas con torreznos.

Pilar Virtudes

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Ávila, la ciudad amurallada, la vieja, en la que hace frío, la de las yemas, la de Santa Teresa y la capital de provincia más alta del país (a 1.131 metros sobre el nivel del mar). Esa a la que nos escapamos para huir de Madrid es también la acogedora localidad que en cada esquina conserva locales emblemáticos, que ofrece un suculento catálogo de pichos para acompañar la caña o el vino y que siempre invita a tomar otra.

La cocina de esta capital es una muestra fiel de la recia gastronomía castellana, donde la carne de raza avileña, las revolconas con torreznos y las judías de la localidad de El Barco son ley. Sin embargo, esta ciudad en la que parece que el tiempo se ha detenido, ve en los últimos años cómo surgen nuevas propuestas con una cocina heredera de esta tierra pero renovada que sorprende con toques frescos que dan una vuelta a lo que parecía inamovible.

Así, tanto la capital como la provincia ofrecen cada vez más un panorama que invita a indagar sus tesoros no sólo culturales, también gastronómicos.

Ávila, la ciudad en la que tapear, comer o cenar con estrellas —de las Michelin y de las otras—.

Para ir de tapas

La calle San Segundo es una buena opción para ir de local en local, tomar un aperitivo y salir ya comido.

La Bodeguita de San Segundo

Se presenta a sí mismo como “un refugio para los amantes del vino y la cultura en Ávila”. Esta bodega situada en la Calle San Segundo es el centro de reunión al que acuden aquellos que buscan buenas referencias de vinos y probar cosas nuevas. La copa de vino puede acompañarse con algo de picar como buenos embutidos, latas de referencia o tomar un menú completo (incluido un chuletón de Ávila regado con alguna de las referencias de su extensa carta de vinos).

Calle de San Segundo, 19 (Ávila)

Casa de Postas

Al lado de La Bodeguita está la Casa de Postas, un asador tradicional donde se puede tapear en el centro. Tiene una extensísima carta de raciones donde encuentras todas las clásicas: las revolconas, las bravas, el revuelto de morcilla, quesos de la zona o ibéricos.

Calle de San Segundo, 40 (Ávila)

El Rincón del Jabugo

Un local donde seguir de pinchos por esta calle abulense. Parase a descansar y disfrutar de sus torreznos, una tortilla notable, un buen tomate aliñado y jamón.

Calle de San Segundo, 28 (Ávila)

Para disfrutar de la cocina autóctona

Alcaravea

El discreto encanto de una típica casa de comidas desde donde se contempla la catedral y donde el tiempo parece haberse parado. Quedan pocas con un ambiente tan genuino. En compensación al bullicio de la zona, la ubicación, las vistas y una cocina tradicional con proveedores de proximidad. Sopa de cocido, sopa castellana y, cómo no, carnes locales y postres caseros con un precio que no te desbarata el presupuesto.

Pl. de la Catedral, 15, Piso 1 (Ávila)

Para algo distinto

Soul Kitchen

En Ávila también hay sitio para una cocina más desenfadada, lo que sin duda se agradece. También dentro del casco histórico, Soul Kitchen es un restaurante informal donde comer o picar algo sin pretensiones. Destacan las hamburguesas de buena carne para todos los gustos (ternera, cerdo o pollo) y otras opciones como las ensaladas o las bruschettas. Para terminar (o para empezar) también tienen una carta de cócteles.

Calle Caballeros, 13 (Ávila)

La Repera

En un edifico céntrico, con buenas vistas y una agradable terraza se encuentra este restaurante discreto donde puedes disfrutar de una cocina moderna y de platos veganos como el timbal de quinoa, mango y aguacate o el pudding de chía.

Se adentra también en otros territorios y da una vuelta a la vichyssoise o al salmorejo, y ofrece además un arroz meloso de verduras de temporada.

No obstante, no renuncia a las carnes de avileño y se puede optar por una hamburguesa con teja de parmesano o un steak tartar de esta raza autóctona para terminar con una extensa carta de postres.

Plaza Mosén Rubí, 5 (Ávila)

Para ocasiones muy especiales

El Almacén

Situado junto al río Adaja, en un viejo almacén construido en 1880 como panera de trigo de la ciudad de Ávila, se abre este espacio que ofrece una cocina moderna dirigida por la chef Isidora Beotas. No sólo uno de los mejores restaurantes de Ávila sino también de los más destacados en la zona centro. El Almacén es un restaurante completo, un lugar elegante, con unas impresionantes vistas a la Muralla de Ávila, una cocina que siempre invita a volver y una carta de vinos inabarcable. Menos mal que cuenta con la ayuda del sumiller, Julio Delgado, nariz de oro, que guía en la elección.

El Almacén, de la mano de su chef, camina por esa difícil senda entre la cocina tradicional y la renovada. En este caso es un acierto, se puede degustar un guiso de pochas con cocochas o unos torreznos sobre revolconas con un toque distinto, pero también unos arenques con mostaza o un tataki de atún rojo con ajoblanco de cacahuate. Sin duda, donde alcanza la cima es en las carnes, y es siempre un acierto dejarse recomendar entre la extensa oferta de cortes de avileño, las manitas de cerdo o el cochinillo. Y para que siempre quede sitio para el postre, en El Almacén este es lo primero que se pide, ya que su elaboración que lleva un tiempo.

Ctra. Salamanca &, Calle Cuatro Postes (Ávila)

Restaurante Barro

El primer establecimiento en conseguir una estrella Michelin en Ávila (ocurrió en la última edición) es una de las apuestas más prometedoras y personales del panorama nacional. El chef Carlos Casillas, liderando un equipo muy joven, apuesta por una cocina apegada al terreno, con productos reconocibles, que hace una revisión de su entorno y que resulta una bocanada de aire fresco en una tierra presidida por la cocina castellana de carne y legumbre.

El menú sorprende de los entrantes a los postres, hace pleno con la carta de vinos  y merece la pena para una ocasión muy especial porque el precio no es para permitírselo con frecuencia.

Calle de San Segundo, 6 (Ávila)

En la provincia

Torre del Mayorazgo

Un lugar con un ambiente realmente especial. Restaurante del hotel de mismo nombre donde se ha conseguido la armonización entre la adustez de la piedra y la modernidad del metal y el cristal. La cocina ofrece una carta algo corta pero suficiente, donde no falta ni la sopa castellana ni las carnes, pero se intenta la renovación de estos platos tradicionales. Buen ambiente y un comedor realmente bonito que invitan a quedarse.  

Carretera de Vadillo, 28, (Villatoro, Ávila)

Asador Siboney

Lugar muy conocido en la zona centro, punto de peregrinaje para degustar la cocina castellana. Un restaurante que no sorprende por la innovación pero que ofrece calidad en sus elaboraciones tradicionales. Sin duda lo más sobresaliente son los asados, en especial el lechazo y el cochinillo, de los mejores que se pueden tomar en Castilla, y una buena propuesta de vinos.

Calle Figones, 4 (Arévalo, Ávila)

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