La comarca española que es perfecta para visitar este verano: tiene un castillo y más de 40 piscinas naturales
Hay lugares que no necesitan artificios para brillar. Rincones que no aparecen en las listas de los destinos más visitados, pero que, una vez descubiertos, se graban en la memoria y dejan huella. La Vera, un rincón escondido entre montañas y gargantas al norte de Cáceres, es uno de ellos. No presume de playa, pero tiene más de 40 piscinas naturales de agua cristalina. No tiene rascacielos, pero sí un castillo medieval donde durmió Carlos V. No es masiva, pero quienes la conocen no dudan en volver.
En un país donde el calor aprieta y las costas se saturan, esta comarca extremeña ofrece un refugio perfecto: frescura sin aglomeraciones, historia y paisajes que parecen salidos de una postal. Con pueblos de postal y rutas entre castaños, robles y agua que corre río abajo, La Vera no solo es un simple destino.
Este verano, si buscas algo más que sol y sombra, si te apetece sentir el agua helada de una garganta en los pies mientras oyes cantar a la fauna, si te atrae la idea de dormir donde lo hizo Carlos V o perderte entre calles empedradas y balcones de madera, La Vera te espera.
Un paraíso natural a los pies de la Sierra de Gredos
La Vera se extiende a lo largo de la vertiente sur de la Sierra de Gredos, un entorno privilegiado donde la naturaleza es la gran protagonista. La comarca está compuesta por 19 municipios, entre los que destacan Jarandilla de la Vera, Cuacos de Yuste, Garganta la Olla o Valverde de la Vera, entre otros. Todos ellos comparten un entorno exuberante, con bosques frondosos , gargantas de agua cristalina, rutas de senderismo y un microclima templado durante todo el año.
Las más de 40 piscinas naturales que se reparten por toda la comarca son, sin duda, el gran reclamo veraniego. Ya sabemos que en la mancomunidad que se extiende a orillas del Tiétar hay más de 40 piscinas en las que darse un chapuzón este verano, pero ¿y el número exacto? Según la web oficial de la Comarca de La Vera, hay un total de 47.
Estas piscinas se forman en las numerosas gargantas que descienden de la sierra, como la Garganta de Jaranda, la de Alardos o la de Pedro Chate. A diferencia de algunas playas costeras, estas pozas ofrecen aguas limpias, frescas y sin aglomeraciones, lo que las convierte en una alternativa ideal para quienes buscan un baño reparador en plena naturaleza.
Entre las más populares se encuentran la piscina natural de la Garganta de Cuartos, en Losar de la Vera, con su icónico puente de piedra; la piscina de El Trabuquete, en Guijo de Santa Bárbara, perfecta para los más aventureros; o la de Alardos, en Madrigal de la Vera, ideal para familias con niños.
Un castillo con historia: el Parador de Jarandilla
Pero La Vera no solo es naturaleza. La historia también tiene un papel protagonista en esta comarca, especialmente en Jarandilla de la Vera, donde se alza uno de los castillos medievales mejor conservados de la región: el castillo de los Condes de Oropesa. Esta fortaleza del siglo XV es hoy en día el Parador Nacional de Turismo de la localidad, lo que permite a los visitantes dormir entre muros cargados de historia.
El castillo fue, además, residencia temporal del emperador Carlos V cuando decidió retirarse a vivir en el Palacio de Yuste. Durante varios meses, el monarca habitó estas estancias mientras se ultimaban las obras en su residencia definitiva. Este vínculo real añade un atractivo especial al edificio, que se puede visitar incluso sin estar alojado en el parador, ya que su patio de armas está abierto al público.
Patrimonio cultural y arquitectura tradicional
Los pueblos de La Vera son un auténtico espectáculo. Pasear por sus calles es encontrarse con balcones de madera, casas de piedra, soportales y empedrados que han sobrevivido al paso del tiempo. Uno de los ejemplos más representativos es Garganta la Olla, declarado Conjunto Histórico Artístico en 1983 por el excelente estado de conservación. Allí, casas como la de las Muñecas, con sus colores vivos, y calles con nombres tan evocadores, como la calle del Chorrillo, invitan a perderse sin prisas.
Cuacos de Yuste, por su parte, es otro de los grandes atractivos de la comarca, también declarado Conjunto Histórico Artístico. Además de su casco antiguo, muy bien conservado, alberga el monasterio de San Jerónimo de Yuste. El conjunto monástico, gestionado por Patrimonio Nacional, se puede visitar y ofrece una mirada íntima al retiro del Emperador Carlos I de España y V de Alemania.
Valverde de la Vera y Villanueva de la Vera, con sus tradiciones ancestrales como “Los Empalaos” durante la Semana Santa, o Robledillo de la Vera, enclavado entre robles y castaños, completan una ruta cultural que combina historia, arquitectura y autenticidad.
Turismo sostenible, sin prisas y con una dosis de adrenalina
Uno de los aspectos que más valoran quienes descubren La Vera es su tranquilidad. A diferencia de otros destinos masificados, aquí el turismo es aún mayoritariamente nacional, familiar y respetuoso con el entorno. Muchos alojamientos rurales están integrados en la arquitectura tradicional, y los ayuntamientos han apostado por un modelo de desarrollo sostenible que pone en valor el patrimonio sin comprometer su conservación.
La comarca cuenta con una buena red de senderos señalizados, rutas en bicicleta, zonas de observación de aves y actividades de turismo activo como barranquismo, piragüismo o rutas a caballo. Todo ello sin renunciar a la calma que caracteriza al turismo de interior y que cada vez más personas buscan como alternativa a las vacaciones convencionales.
Cómo llegar y cuándo ir
Llegar a La Vera es más sencillo de lo que muchos imaginan. Desde Madrid, por ejemplo, se puede acceder en coche en poco más de dos horas y media por la A-5 en dirección a Navalmoral de la Mata, desde donde se toma la EX-203 que recorre toda la comarca.
Si se sale desde Cáceres, el primer destino del camino será Plasencia, una ciudad que actúa como puerta de entrada a la comarca de La Vera. Para llegar hasta allí, basta con tomar la autopista A-66 en dirección norte. Una vez en Plasencia, tienes varias opciones para continuar el trayecto hacia La Vera. La ruta más directa es seguir por la carretera EX-203. Otra alternativa es tomar la EX-A1 hasta Navalmoral de la Mata y desde allí incorporarte a la EX-392 en dirección a Malpartida de Plasencia, saliendo por el desvío 42.
Aunque cualquier época del año es buena para visitar la zona, el verano es especialmente recomendable por el atractivo de sus piscinas naturales. Sin embargo, la primavera y el otoño también ofrecen paisajes espectaculares, especialmente durante la floración del cerezo y la caída de las hojas, cuando el Valle del Tiétar y La Vera se tiñen de los colores del atardecer.
2