Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Como lobos

Begoña Villacís

Antón Losada

Begoña Villacís solo es la primera víctima de una lista que se antoja larga y rezumada en abundante casquería política. Vendrán muchas más piezas cazadas, servidas y abiertas en canal por el fuego amigo y los medios afines. No tienen pinta de ir a hacer prisioneros en la guerra de las derechas por demostrar quién es más duro e implacable. Si Albert Rivera cree que le va a proteger su juramento mágico de no pactar ni con Pedro Sánchez ni con el PSOE, va listo. Pablo Casado no ha podido decirlo mejor: ni barones, ni moderados, los suyos quieren sangre. Los lobos ya están sueltos y han salido de cacería.

A Partido Popular, Ciudadanos y Vox les une a sangre y fuego la voluntad de echar como sea a Pedro Sánchez y el convencimiento de que sus electorados no les perdonarían que, por su acción u omisión, una hipotética mayoría de derechas no cuajase en un gobierno de derechas. Pero, amigo, antes de llegar a eso van a correr ríos de sangre entre los futuros socios para ver cómo se reparten exactamente los porcentajes de la sociedad; sea por lo civil o por lo penal.

Haber ocultado que era administradora de una sociedad mientras ejercía de concejal e impartía lecciones de ética pública a los demás; que a través de esa sociedad se construyera su casa y se dedicara a la inversión inmobiliaria, hasta sumar más de dos millones de euros; y que, finalmente, se lo traspasará todo a su marido dos días antes de las elecciones, en 2015, alegando un supuesto “error” que duró hasta 2018, ofrece la historia perfecta para ir a la yugular de la candidata de Ciudadanos, casualmente justo al día siguiente de que los naranjas lo apostaran todo a ser los primeros en la derecha. Súmenle a eso la hipérbole que aporta el voluminoso patrimonio inmobiliario de la madre de la candidata y ya tenemos el esperpento servido. Ahora solo se trata de facturar el coste político a pagar y comprobar si Villacís conserva crédito suficiente para pagarlo sin que le cueste la candidatura...

Cuestiones morales aparte, hay que ver la facilidad con que se equivocan y despistan tantos aspirantes a la hora de llevar sus papeles y sus cosas. Si así administran sus negocios y su patrimonio, produce hasta escalofríos imaginar el volumen del daño que esos “errores” y “despistes” tan frecuentes pueden infligir al patrimonio público; si así llevan su casa, imagínense cómo van a llevar el Ayuntamiento.

Etiquetas
stats