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Sobre este blog

El caballo de Nietzsche es el espacio en eldiario.es para los derechos animales, permanentemente vulnerados por razón de su especie. Somos la voz de quienes no la tienen y nos comprometemos con su defensa. Porque los animales no humanos no son objetos sino individuos que sienten, como el caballo al que Nietzsche se abrazó llorando.

Editamos Ruth Toledano, Concha López y Lucía Arana (RRSS).

Policías que protegen a los animales

El educador canino Nacho Sierra durante su intervención en el curso para agentes en La Rioja. Foto: Red de Protección Canina

Laura L. Ruiz

En los últimos años ha crecido el número de intervenciones de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado relacionadas con animales. Casos de abandono, de maltrato, problemas de convivencia. El resultado de todas esas llamadas ha dependido muchas veces de la buena fe del agente, puesto que la ausencia de protocolos hace más difícil llegar a una solución correcta. Por eso, los propios agentes demandan cada vez más formación al respecto. ¿Qué hacer en caso de encontrar a un animal herido o muerto? ¿Cuál es la normativa en mi ayuntamiento sobre la tenencia de perros? ¿Qué es maltrato y cuándo intervenir?

Para responder a todas estas preguntas han sido varias las iniciativas en los últimos meses para que tanto los policías o guardias civiles como los ciudadanos y los animales se sientan más seguros. La última, y una de las más completas, se ha llevado a cabo en Logroño. Auspiciada por el Gobierno de La Rioja a través de su Escuela Riojana de la Administración Pública, y apoyada por la Red de Protección Canina, ha formado a 20 agentes durante cuatro días. Lo destacable del curso, además del apoyo institucional y haber llenado las plazas disponibles, ha sido el carácter multidisciplinar de los ponentes.

“Lo que se pretende es que los agentes no tengan miedo y se reduzca al máximo el uso del arma”, explica Eduardo Justa, impulsor de la Red de Protección Canina y policía de Logroño. Muchos de sus compañeros de cualquier parte de España no saben qué hacer cuando alguien les llama por un perro atropellado o por un ave herida. La sensibilidad de Justa y de otros agentes, y su empeño por llamar la atención de las administraciones cuando tienen que actuar para proteger a un animal ha ido atrayendo a otros muchos policías.

Para que el efecto imitación no se reduzca a los agentes que tienen contacto personal con otros más sensibilizados, la Administración tomó la decisión de llevar a cabo un curso de formación integral que tiene voluntad de repetir. Una de las intervenciones más esperadas fue la del veterinario Ángel Lalinde Ramos, que enseñó a los agentes unas pautas básicas, como tomar el pulso a un perro en la ingle o coger a un gato herido para no empeorar sus lesiones y tranquilizarlo. Igualmente práctica fue la doble sesión de Nacho Sierra. El conocido adiestrador mostró a los alumnos las diferentes causas por las que un perro puede mostrarse agresivo, para poder identificarlas y actuar correctamente. “La seguridad en sí mismo de un perro es un factor muy positivo para interactuar sin problemas con él”, aseguró, pidiendo a los agentes que lo tuvieran en cuenta en sus intervenciones.

La parte legal supone el 50% de la intervención de un policía, de ahí la importancia de que todos los cursos expliquen bien las distintas normativas. “Tenemos la obligación de comprobar la identificación de los cadáveres de animales domésticos hallados tanto en espacios públicos como en terrenos privados”, explicó Justa, en referencia no solo a tratar de ayudar a una

familia que busca a su ser querido desaparecido, sino a la obligación de hacerlo por si pudiera ser un hecho constitutivo de delito.

“Desde el punto de vista policial, restar importancia al maltrato hacia los animales es un error, en primer lugar porque el maltrato hacia los animales está proscrito tanto por vía penal como administrativa y, por otra parte, porque puede permitir identificar o prevenir otros delitos violentos”, dejó claro Nuria Querol. “Por este motivo, el FBI ha incluido el maltrato hacia los animales como delito contra la sociedad”, indicó esta experta en la vinculación entre violencia hacia los demás animales y violencia interpersonal.

Este punto es crucial en la formación de los agentes. No solo hay que perseguir el abandono, sino tener en cuenta que que por omisión también hay que actuar. “Con la regulación del artículo 337 del Código Penal, no hace falta que haya un resultado lesivo para considerar un delito el abandono de animales en condiciones de peligro”, indicó el fiscal riojano Santiago Herráiz España, que durante su ponencia resaltó las diferentes leyes que se han implementado al aumentar la concienciación social sobre nuestra responsabilidad hacia los animales.

En el curso se abordaron también las recientes sentencias de penas de prisión a condenados por maltrato animal. La pionera en estos fallos, la jueza de Palma de Mallorca María Jesús Campos Barciela, también quiso poner su granito de arena a la formación de estos agentes. Para ello recordó los casos Mix y de Sorky, en los que sentenció la pena de cárcel como respuesta al delito de maltrato.

Una de las reclamaciones que surgen de este tipo de cursos es la necesidad de aprobar protocolos de actuación. Con el recuerdo in mente de lo que ocurrió con Excálibur y de otros casos, el experto en emergencias Juan Luis de Castellví recomendó a los agentes que tengan en cuenta una serie de pautas antes de que se produzca la intervención y que vean a otros colectivos (bomberos, protectoras, protección civil­...) como aliados en una situación de emergencia. “Si no se contempla la evacuación de los animales domésticos, los servicios públicos se encontrarán con un problema añadido: la negativa y falta de colaboración de los propietarios a ser evacuados sin sus animales”, añadió.

Esta falta de protocolos no solo afecta a una situación de emergencia generada por un incendio, una inundación o una explosión en una vivienda, sino que se amplía a situaciones como un accidente de carretera o algo tan común como la indisposición o caída de una persona en la calle mientras pasea con su perro. ¿Quién se hace cargo de él? Una vez más, queda patente que es la voluntad de la persona, y no las normas, lo que guía el comportamiento del agente. Así lo plasmó el periodista riojano Diego Marín, que explicó un caso que vivió en primera persona. “Cubrí una noticia sobre el incendio en un domicilio nombrando en primer lugar al gato de la casa, que fue quien dio la voz de alarma bufando insistentemente y puso sobre aviso a la familia. La policía actuó de forma brillante rescatando a la familia, pero el rescate del gato lo llevó a cabo momentos después un familiar de las víctimas”.

De la misma manera, aunque son muchos los expertos que alertan de la relación entre violencia contra los animales y otros tipos de violencia en el entorno familiar, no existen protocolos para detectar o prevenir un delito a través de otro. “Que las víctimas no puedan llevarse a su mascota a la casa de acogida puede aumentar su victimización. Existen casos en los que se producen delitos de coacciones a través de los animales de compañía”, explicó en su intervención la fiscal del Juzgado de Violencia sobre la Mujer María Teresa Coarasa Lirón de Robles.

En ese mismo sentido, hay que tener en cuenta que los animales de la casa pueden ser una baza para los especialistas que investiguen delitos relacionados con la infancia. “El menor, a través de su colchón emocional, su mascota, aumentará su resiliencia ante la adversidad, y será un aprendizaje para gestar de nuevo la confianza en vínculos emocionales y de apego”, explicó la psicóloga forense Encar Pardo Fernández.

Además de la riojana, otra administración que ha dado pasos firmes para formar a sus servidores públicos en protección animal es la de Fuenlabrada (Madrid). Desde el pasado 1 de junio, el Ayuntamiento cuenta con una patrulla especializada en perseguir este tipo de delitos. Se llama 'Antón', en homenaje al perro asesinado a palos que encontró la policía abandonado en este municipio. Desde el consistorio subrayan que no han hecho más que escuchar a los ciudadanos. La concejala de Seguridad Ciudadana, Raquel López, asegura que el nuevo grupo de trabajo nace como respuesta a “una reclamación social cada vez mayor”.

En Galicia también se están dando los primeros pasos para formar a agentes en la lucha contra el maltrato animal y las situaciones de intervención con animales. Recientemente, una treintena de agentes y empleados públicos asistieron a un curso en A Pobra (A Coruña), donde recibieron información legislativa y práctica con la implicación de asociaciones como la protectora Vox Ánima o el despacho especializado en derecho animal DeAnimals. Una formación similar recibieron policías locales el pasado mes de marzo en Palma de Mallorca, donde estuvo de nuevo presente María Jesús Campos Barciela, conocida coloquialmente como 'la jueza de los animales'.

Igual de destacable es el trabajo de la Asociación de Policias por la Defensa Animal (APDA), que de manera continuada ha ido elaborando manuales y protocolos para ayudar a las administraciones y a los agentes en su día a día, así como con cursos e índices de maltrato que ayudan a hacerse una idea de lo que queda por luchar aún para erradicar de forma definitiva el abuso sobre los animales.

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El caballo de Nietzsche es el espacio en eldiario.es para los derechos animales, permanentemente vulnerados por razón de su especie. Somos la voz de quienes no la tienen y nos comprometemos con su defensa. Porque los animales no humanos no son objetos sino individuos que sienten, como el caballo al que Nietzsche se abrazó llorando.

Editamos Ruth Toledano, Concha López y Lucía Arana (RRSS).

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