Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

¿Cómo pueden los estudios de ingeniería atraer a más mujeres?

Estudiantes de ingeniería en la UPNA

Pau Rodríguez

“Yo quería estudiar ingeniería pero la mayoría me parecían demasiado mecánicas, de trabajo físico, me parecía que les faltaba un ámbito más social”. Quien habla es Tatiana Ramírez, estudiante a punto de graduarse de Ingeniería Biomédica, titulación con la que sí vio que podía tener un impacto más “real” sobre la vida de las personas. Frente a un alarmante promedio del 25% de mujeres que cursan ingenierías, Biomédica tiene alrededor de un 60% de alumnas en las universidades catalanas.

Esta semana, universidades como la Politècnica de Catalunya (UPC) se han llenado de alumnas de ESO a las que se trata de acercar hacia la ingeniería con motivo del Dia Mundial de la Mujer y la Niña en la Ciencia (11 de febrero). Actividades como presentarles casos de profesionales que puedan servirles de referente y romper así sus prejuicios son las más habituales, aunque algunas facultades se plantean también resaltar la utilidad social de estos estudios para seducir a más mujeres.

“Ingenierías como Informática o Eléctrica tienen más consecuencias sobre la vida de la gente de lo que pensamos, y resaltar eso puede ser útil para atraer a mujeres, a la vez que se rompen los estereotipos que asocian estos estudios a los hombres”, comenta Núria Castell, exdecana de la Facultad de Informática de Barcelona (FIB) y responsable del grupo Mujeres y Tecnología de la universidad.

Las únicas tres ingenierías de la UPC con mayoría de mujeres son Biomédica (60,8), Alimentaria (57,9%) y de Sistemas Biológicos (50,9%), todas ellas con una clara vinculación con las ciencias de la salud y la biología, ámbitos donde ellas son mayoría. “El prefijo 'bio' neutraliza la palabra ingeniería”, constata Sara Gómez, exvicerrectora de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM).

Para Gómez, responsable ahora de Mujeres e Ingeniería en la Real Academia de Ingeniería, es “fundamental” para conseguir la paridad que los jóvenes conozcan que con los conocimientos de informática se puede desarrollar un software para un ojo biónico (una prótesis para que los ciegos puedan ver), y con los de Ingeniería Civil, hacer más sostenible la movilidad de una ciudad.

Estos grados están al otro extremo en cuanto a paridad. Informática, Electrónica Industrial y Automática o Mecánica rondan el 10% de mujeres en la UPC.

¿Aprovechar la fórmula o reforzar estereotipos?

Pese a ser una vía efectiva para captar a ingenieras, ¿no es esta una forma de asumir que las mujeres siempre se decantan por aquello que tiene una aplicación social? ¿No responde esto a un estereotipo?

Este es el debate que suscitó un artículo en el New York Times de Lina Nilsson, directora de Innovación del Centro Blum para Economías en Desarrollo de la Universidad de California, que defendió que estos estudios debían “replantear” la investigación y los currículos de Ingeniería para estar más orientados a las necesidades sociales, y así avanzar hacia la igualdad de género en los estudios “y hacer una mejor ingeniería para todos”, concluía.

El artículo, en el que esta ingeniera de la Universidad de California daba varios ejemplos de estudios y programas de ingeniería con ánimo de transformación social y mayoría de mujeres, levantó críticas en el mismo diario. La profesora de física Mary Beth Ruskai respondió que el objetivo debía ser conseguir que las mujeres se sintieran atraídas por las matemáticas, la física o la ingeniería por lo que son.

“La ingeniería debería ser más social de entrada, enfocada al bien y al interés común, por encima de la participación que haya de mujeres, que sin duda es anómala y preocupantemente baja”, opina Miquel Carrillo, presidente de la Federación Española de Ingenieros sin Fronteras.

Para Carrillo, habría que dar la vuelta al argumento de resaltar los aspectos sociales de la ingeniería por encima de los técnicos. “Hay que atraer a más mujeres hacia este campo para que se parezca más a la sociedad a la que sirve”, sostiene, “así la ciencia y la tecnología quizás tendrían una mayor orientación hacia esa idea”.

Los estereotipos, la batalla principal

Al grupo de estudiantes de Ingeniería Biomédica de la UPC que se ha reunido esta semana en el campus pese a estar de vacaciones, lo que les preocupa de la falta de mujeres es sobre todo los estereotipos asociados a este campo. “El gran problema es que desde pequeños asociamos los videojuegos y los coches a los hombres, y luego de mayores los asociamos a ciertas ingenierías”, sostiene la estudiante Laura Villar.

“Lo mismo con los juegos de construcciones, que solo los niños crecen jugando con ellos”, se lamenta Daniel Solà. En Ingeniería Civil solo una de cada tres son chicas. Estos jóvenes, que tienen mucho más cerca su paso por el colegio, están convencidos de que cualquier campaña que trate de incidir en los estudiantes de instituto.

No les sorprende que ya en Secundaria las chicas se consideren menos competentes en ciencias y matemáticas que los chicos pese a obtener mejores notas, según constató un estudio de la UOC recientemente. “Nos vemos menos técnicas, yo he tenido esa sensación, aunque es evidente que tenemos las mismas capacidades”, sostiene Villar.

La batalla contra la desigualdad de género en las ingenierías, convienen, ya está perdida en el bachillerato. La mayoría de los que estudian Ingeniería Biomédica provienen de la modalidad de Científico, pero aun así se preguntan. ¿Cuál es el porcentaje de mujeres en el bachillerato tecnológico?

Etiquetas
stats